Huesca

CRISIS DEL CORONAVIRUS

La pandemia dispara la adicción al juego y a las apuestas "online" en Huesca

El 30 % de los usuarios del Centro de Solidaridad Interdiocesano de Huesca sufre ludopatía

La pandemia dispara la adicción  al juego y a las apuestas "online" en Huesca
La pandemia dispara la adicción al juego y a las apuestas "online" en Huesca
S. E.

HUESCA.- Desde que comenzó la pandemia, el Centro de Solidaridad Interdiocesano de Huesca (CSIH) ha detectado, incluso en las personas drogodependientes, un incremento del juego patológico, del abuso de las redes sociales y de las apuestas "online". En concreto, las atenciones por ludopatía han crecido un 20 %, hasta las 340 personas, suponiendo el 30 % del total de los usuarios de Proyecto Hombre.

Elena Palacio, responsable de Programas del Centro de Solidaridad Interdiocesano de Huesca (Proyecto Hombre) aporta estos datos y valora que debido al coronavirus, a partir de marzo de 2020 se ha registrado un "boom" en este sentido.

Explica que, en general, las personas drogodependientes, ya sea de tóxicos o de conductas comportamentales, son muy vulnerables, sobre todo a nivel socioeconómico y sanitario.

En los menores, añade, también ha aumentado la ludopatía "por las circunstancias de la enseñanza no presencial escolar, motivo por el que han hecho más uso de la red en casa y han jugado más a los juegos "online".

Este fenómeno, dice, se viene detectando desde hace ya un par de años en las encuestas anónimas que el CSIH ha ido realizando en los centros educativos. "Hacemos como un sondeo y vemos que los chicos normalizan el uso del móvil y de las redes sociales, algo que con la pandemia se ha incrementado muchísimo", dice.

Las familias de las personas que sufren una ludopatía también han llamado al CSIH.

"La crisis económica provocada por la covid-19 ha sido un factor importante de cara a las personas que tienen una adicción al juego. Muchas de ellas se han quedado sin trabajo y se ha creado cierto pánico, un miedo a las deudas y también a no poder jugar durante el confinamiento", plantea.

Por todo ello, dice, los afectados han jugado más, "se han refugiado en su propia adicción para ver si así conseguían salir adelante económicamente".

Elena Palacio considera que las personas ludópatas han creado su propio "autoengaño". "Muchos han pensado, vale no tengo trabajo, tengo deudas por pagar pero incremento el juego para ver si así lo puedo resolver, lo que ha sido todavía peor, de manera que se ha complicado más la situación económica familiar, con pérdidas y dificultades de relación en este ámbito", advierte.

Respecto al perfil de las personas con una adicción patológica a los juegos de azar explica que se trata de jóvenes con problemas de conductas comportamentales, pertenecientes a una franja de edad entre los 25 y los 40 años.

En cuanto a esas conductas comportamentales, comenta que "existe una población que además de tener problemas con el alcohol, la cocaína y el cannabis también es adicta al juego patológico y las apuestas".

Se trata, apunta, de personas con baja autoestima que pueden tener una vida normalizada, entre comillas, en el sentido de que tienen un trabajo y una formación. "Pero son individuos que arrastran unos factores de riesgo ya desde la infancia, lo que les lleva a arriesgar, a intentar conseguir algo de una forma más rápida e inmediata, con menos esfuerzo".

En los adolescentes afectados que atiende Proyecto Hombre, continúa, con edades comprendidas entre los 17 y los 20 años, es equiparable la asistencia a chicos y chicas.

En esta franja de edad, se registran más problemas debido a una pérdida de control respecto el juego "online", al juego más patológico en el sentido de que se lleva a cabo a través de las redes sociales o con el uso de los móviles.

Desde la ludopatía, señala, los afectados buscan además un reconocimiento. "Estas personas esconden dificultades de habilidades sociales, en la interacción con los demás, y en este tipo de juegos se relacionan y persiguen además ese ego de ser el centro de atención, de que se les reconozca", explica. La experta muestra su preocupación ante el crecimiento de las atenciones por ludopatía en Proyecto Hombre.

En años anteriores, copaban el 10 % del total y han aumentado un 20 %. Indica que es una población que solo puede recurrir en todo Aragón a una entidad que se dedica exclusivamente a la ludopatía, Azajer, con sede en Zaragoza, "pero son pacientes que no pueden desplazarse y desde hace años venían demandado que se les atendiera en Huesca.

El CSIH, detalla, "abrió esa vía y esa puerta y hace dos años cambiamos el perfil de los estatutos y se incorporó la ludopatía como otro tipo de adicción". Así, en noviembre de 2019 se convocó a Proyecto Hombre a una reunión con la DGA desde la que se les ofreció la posibilidad de colaborar con la valoración que estaban haciendo para poner de una forma más rígida la normativa del juego.

Las personas o familias que deseen pedir ayuda pueden acudir a Proyecto Hombre, que en su centro de acogida cuenta con un equipo multidisciplinar de profesionales: psicólogos, educadores, trabajadores sociales y administrativos. "Atendemos a cualquier persona", apunta Elena Palacio, que detalla que el horario del CSIH es de lunes a viernes, de 9 a 14 horas y de 16 a 20 horas.

Debido a la pandemia, hay que pedir cita previa para ser atendido por cuestiones de aforo de las instalaciones. "Hemos readaptado el espacio del centro para que haya ventilación y se han incorporado mamparas, además de instaurar el uso del gel hidroalcohólico", comenta.

PUBLICIDAD "A TODAS HORAS" Y EFECTO EN LOS MENORES

La publicidad de casas de apuestas y de juego "online" durante el confinamiento y el resto de los meses de pandemia ha supuesto un serio problema para las personas que padecen de ludopatía. "El tema de la publicidad es un factor macrosocial muy importante. Cuando nosotros comenzamos a trabajar en el año 1995 todo el tema de las toxicomanías ya veíamos que la publicidad alimentaba mucho el alcoholismo en los adolescentes", plantea Elena Palacio.

Desde este punto, valora que actualmente, en lo relativo a las apuestas y el juego "online" "te están bombardeando a todas horas, es muy fácil el acceso y ya desde antes de la epidemia fuimos observando que los menores de edad ofrecían dinero a mayores para que fueran a locales de apuestas".

Y añade que estos locales están "muy cerca" de los centros educativos, a pesar de que la ley marca una distancia de 500 metros. "Hemos observado cómo los menores han gastado cantidades considerables en apuestas. La publicidad del juego en las redes sociales y la televisión está constantemente bombardeando para animar al juego", comenta Elena Palacio, que añade que desde la DGA están por la labor de "atajar" todo esto.

SUBEN UN 50 % LAS ATENCIONES POR COCAÍNA

La responsable de Programas del Centro de Solidaridad Interdiocesano de Huesca (Proyecto Hombre) comenta que la pandemia también ha disparado el consumo de cocaína en un 50 %, el de alcohol en un 30 % y el de cannabis un 20 % entre personas de entre 25 y 50 años.

Explica los usuarios de esta entidad, en general, tienen un perfil de policonsumo, no toman solo una sustancia, y combinan cannabis, speed y benzodiazepinas. "Quizá este año haya habido solo tres adolescentes con único consumo de cannabis", apunta.

También indica que, lamentablemente, se han registrado rebrotes de consumo de heroína inyectada. "Hasta ahora la estábamos viendo fumada, escasamente en esta última década, pero desgraciadamente en este año hemos detectado casos de heroína inyectada", plantea.

Respecto al resto de adicciones explica que las personas con una patología de tóxicos son también "muy frágiles y vulnerables, con muy baja autoestima, pocas habilidades sociales, poca capacidad para la frustración y escasa tolerancia a las dificultades".

De ellas explica que se trata de individuos "muy impermeables, que cuesta mucho acceder a ellos, porque se acostumbran a vivir para conseguir una sustancia con una mentira patológica, que ellos mismos consideran cierta y que se la hacen creer a los demás". Con ellos, detalla, se trabaja la transparencia, la honestidad y se activa un protocolo concreto para cada caso. "Se analiza su itinerario de vida, sus factores familiares, personales, sociales, escolares, formativos y laborales", detalla. A partir de allí, se realiza un estudio, un diagnóstico, una hipótesis "y vamos atendiendo a la persona y al entorno con un tratamiento que dura sobre un año y medio, con un asistencia de un día a la semana en la que se realiza una terapia psicológica". Además, el tratamiento se refuerza con otros recursos de salud mental y las unidades de deshabituación de tóxicos. El CSIH tiene también la posibilidad de enviar a personas a centros residenciales para que puedan realizar su tratamiento terapéutico, "ya que a lo mejor en régimen abierto no pueden hacerlo porque hay mucha vulnerabilidad o sus circunstancia médicas no les acompañan".

Estos individuos se derivan a la Comunidad Terapéutica de Proyecto Hombre en Aragón, ubicada en Zaragoza, que cuenta con 45 camas, "pero hay una lista de espera tremenda y con la pandemia se han congelado las plazas de ingreso", lamenta.

Desde esta situación Elena Palacio hace una llamada de atención a la administración. "Entiendo que debido a la covid hay que invertir en los centros sanitarios, pero uno de los problemas que hemos sufrido es que en el mes de agosto la DGA congeló las ayudas a las entidades que trabajamos con toxicomanías o adicciones comportamentales. Finalmente, se han mantenido las ayudas con el importe de 2019 pero de cara a 2021 no nos aseguran nada", plantea. Por ello, valora que la administración debe apoyar a las entidades públicas, sobre todo, "pero también a las privadas que estamos complementando ese trabajo y que llevamos desde los años 80 trabajando con drogodependencias, y en estos últimos años con ludopatía y juego patológico".