Huesca

CRISIS DEL CORONAVIRUS

Cacerolada de cientos de comerciantes y hosteleros de Huesca contra las nuevas restricciones

Critican las medidas por "incomprensibles", piden hablar con la DGA y compensaciones por las limitaciones

Cacerolada de cientos de comerciantes y hosteleros de Huesca contra las nuevas restricciones
Cacerolada de cientos de comerciantes y hosteleros de Huesca contra las nuevas restricciones
R.G.

HUESCA.- "No nos ayudan en nada y no es solo la hostelería. En mi caso son 6 familias (trabajando en el restaurante), pero también están los panaderos, los pescateros, los agricultores, los comerciales, las bebidas... Es todo el mundo y así está, que el paro en Huesca ha subido una barbaridad". Así ha puesto voz María Pilar Sierra, del restaurante La Plancha de Huesca, a la situación de la hostelería, que desde este sábado tiene nuevas restricciones y que ha protestado junto al comercio en la plaza Navarra pocos minutos después de las seis de la tarde, el nuevo horario de cierre.

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Sierra, en declaraciones a los medios, ha pedido a las autoridades que den "una solución" a los sectores afectados: "Que nos paguen algo, que nos ayuden en algo porque si no vamos a tener que cerrar todos y hay muchas familias que dependen de nosotros".

En los minutos previos a la sonora y multitudinaria cacerolada, el presidente de la Asociación de Hostelería y Turismo, Carmelo Bosque, ha cifrado en 40 los establecimientos que se han dado de baja desde el inicio de la pandemia bien "por locales que han cerrado o porque no pueden pagar la cuota de 32 euros". Bosque ha ligado las reclamaciones de la hostelería de la ciudad oscense con las del resto de la provincia, destacando especialmente la situación de las comarcas pirenaicas que viven de la nieve.

Varios cientos de personas se han congregado en la plaza Navarra, donde la organización ha lanzado por megafonía insistentes avisos recordando las medidas sanitarias (mascarilla, grupos reducidos, no fumar...). Ha sido la primera concentración conjunta de los sectores del comercio y de la hostelería y el miércoles habrá otra. Las demandas básicas de ambos sectores, que han criticado con mucha dureza las nuevas restricciones - "no se entienden", "en octubre estábamos peor"-, son que el Gobierno de Aragón dialogue con ellos para decidir qué medidas se aplican y explicar las actuales, que perjudican "muchísimo" a los negocios y son, han insistido, "incomprensibles". "¿La covid no se mueve antes de las 18 horas?", se ha preguntado Carmelo Bosque.

"¿Por qué nos restringen más ahora que en octubre cuando había más casos?". También Susana Lacostena, presidenta de la Asociación de Comerciantes, ha expresado su incomprensión con las últimas medidas. Lacostena ha remarcado varias diferencias entre Huesca y Zaragoza. La covid está golpeando más a la capital aragonesa y, ha añadido, en Zaragoza "hay aglomeraciones (para comprar, en alusión a las grandes superficies comerciales), aquí no. La gente está en la calle haciendo cola y encima ahora esto".

Lacostena ha subrayado que las restricciones se comienzan a aplicar en el segundo fin de semana de las rebajas, una campaña que comenzó con muy mal pie en el primer fin de semana por la borrasca Filomena y que en el segundo se ha visto privado de las ventas de clientes de la provincia por el cierre perimetral de Huesca.

Asimismo, ha afirmado que cerrar a las 18 horas el viernes y el sábado -"días de venta"- hará que comercios que abrían a las 17, ya no abran. La consecuencia será más paro, ha advertido.

Como Bosque, Lacostena también ha demandado del Gobierno aragonés diálogo a la hora de tomar medidas. "Solo queremos que nos oigan. Más que enfadados, estamos tristes porque al final vemos que no sé porqué, si la gente lo hace bien y también el comercio y la hostelería, pagan justos por pecadores".

La movilización ha concluido con el manifiesto conjunto, leído por Fernando Luna, presidente de la patronal altoaragonesa (Ceos). El escrito ha subrayado que las empresas son "espacios de máxima seguridad" y ha recordado que el sector empresarial aplicó "con tanto pesar como responsabilidad" el cierre total de marzo para, dos meses después, abrir "con muchísimo respeto" hacia las medidas sanitarias.

Pero ahora, diez meses después y tras "decisiones generalistas y poco o nada generosas con el territorio" y con unos últimos días en los que "por fin no llegaban esas cifras alarmantes que nos hacen temblar", llegó el mazazo de unas nuevas restricciones que "no entendemos", en referencia a los nuevos horarios y el cierre perimetral de Huesca ciudad. Luna ha expuesto que tampoco se comprende la razón por la que la DGA no las explica ni tampoco dialoga.

"Solo queremos que se nos escuche, solo pedimos poder trabajar (...). No hemos tenido incidentes, no se han demostrado contagios en nuestros establecimientos. ¿Qué más quieren que hagamos?, ¿qué más podemos hacer?, ha finalizado el manifiesto.