Pilar Navas Ara, voluntaria de Cáritas Diocesana de Huesca: "Lo fundamental para mí es pensar que así ayudo a los más vulnerables"

¿Qué le llevó a ser voluntaria?

-Mi decisión de hacerme voluntaria vino motivada por dos cuestiones. Por un lado, mi espíritu servicial y las ganas de ayudar a otras personas y por otro lado un compromiso personal. Este compromiso al que me refiero surge a raíz de una situación que me afectó enormemente y que dio un giro de 180 grados a mi vida. En ese momento, prometí a Dios y a mi misma, que si me recuperaba de ello, me entregaría a los demás sin dudarlo y así lo hice.

¿Cómo ha afectado la pandemia al voluntariado?

-Está claro que la pandemia ha trastocado la organización y la planificación que hasta ahora teníamos. Pero es cierto, que en mi labor en la recepción no ha supuesto un gran cambio en el trabajo, aunque se ha notado un leve descenso en el número de personas que acuden presencialmente a la sede.

Sin embargo, en la parte humana sí que, en mi caso, echo de menos a las otras voluntarias.

¿Por qué motivo escogió esta entidad?

-Mi mayor motivación para decantarme por Cáritas fueron mis creencias, ya que soy cristiana. También el convencimiento de que en esta entidad se hacían la cosas bien. Además, conocía a dos voluntarios que colaboraban ya con Cáritas y me explicaron cómo se trabajaba, lo que me animó todavía más a incorporarme y participar como voluntaria.

¿Qué le reporta esta labor?

-Lo fundamental para mí es pensar que mi trabajo ayuda a las personas más vulnerables. Me reporta gratitud el poder acompañar a los demás. Me permite sentirme útil, porque es una manera diferente de aportar mi granito de arena a nuestra sociedad.

¿Animaría a otras personas a hacerse voluntarios?

-Creo que si todos dedicáramos sólo un cinco por ciento de nuestra energía a este tipo de actividades solidarias y a hacer voluntariado el mundo sería mucho mejor.