Huesca

ESPECIAL LAURENTINO

Un San Lorenzo sin actos con el sueño de ‘la fiesta que vendrá’

No hay programa pero en este día del patrón muchos oscenses se adentrarán en la Basílica para encontrarse con el santo

Los oscenses mantienen la esperanza en el San Lorenzo que vendrá
Los oscenses mantienen la esperanza en el San Lorenzo que vendrá
Pablo Segura

Las cintas del palo de los Danzantes de Huesca juegan delante de la puerta de la basílica de San Lorenzo, pero  este martes no bailan al compás del dance movidas por la ilusión ni por la ovación de la multitud. Hoy, se mecen en calma por el viento, solas, y ondean suave dando pequeñas pinceladas sobre la negritud del vano de la portada de la basílica de San Lorenzo. Así se ‘dibujan’ en la portada de nuestro Extra San Lorenzo 2021, tras una silla de anea donde reposa el traje blanco y verde de peñista con unas zapatillas con ganas de bailar, que aguardan a ‘La fiesta que vendrá’. La fiesta debe esperar, pero el día de San Lorenzo está aquí.

Un San Lorenzo en quietud, en silencio, un San Lorenzo íntimo y, a la vez, más colectivo que nunca. Un San Lorenzo con blanco y verde pero sin fiesta, en el que artistas altoaragoneses nos van a descubrir en nuestro suplemento cultural del Extra los múltiples colores que les evocan estos días. Un San Lorenzo que sirva para demostrar una unión de la ciudad inusitada frente a la covid. Hoy, sí, todos juntos (pero separados): ¡Viva Huesca! y ¡Viva San Lorenzo!

Este tiempo de espera invita a reflexionar sobre cómo queremos que sea ‘La fiesta que vendrá’. Muchos de los protagonistas de sus actos; danzantes, mairalesas, miembros de las peñas recreativas, artistas... y otros más anónimos apuntan ideas sobre cómo podría ser el siguiente San Lorenzo, que esperemos sea el de 2022.

En nuestro acostumbrado repaso por todos los hitos de la fiesta, nos detenemos a dialogar con la gente que da vida a los diferentes actos y costumbres, pero no con añoranza, aunque a veces aflore, sino con la ilusión de revisar nuestro pasado y plantear nuestro futuro festivo. Para volver con un programa más atractivo que nunca.

Conciertos de gran formato, para cuando se pueda, más oferta musical... son algunas de las propuestas. Pero, al mismo tiempo, hay una apuesta generalizada por mantener intactos los elementos distintivos de la fiesta, esa parte inamovible del programa que marca la identidad de Huesca como ciudad: chupinazo, danzantes, procesión, ofrenda de flores...

Pero el hoy también existe y hay que disfrutarlo, aunque sea distinto. Cientos de oscenses atravesarán esa oquedad negra de nuestra portada, mientras sienten las cintas de colores acariciando su rostro, para encontrarse con San Lorenzo, para dar gracias o para pedirle que el fin de esta pandemia.

Porque su espíritu sigue, más allá del dance, más allá de la procesión, más allá de la música, y de los toros, y de la fiesta nocturna que no hay. Su presencia marca el día en la ciudad, en las mesas familiares (aunque sea con límites), donde a buen seguro habrá pollo al chilindrón y melocotón con vino, y en el interior de cada oscense.

Para que las cintas vuelvan a bailar en la plaza de San Lorenzo, entre palos y espadas, y ante la oquedad, que se iluminará con el rostro del busto de San Lorenzo. Para que esos trajes de nuestra portada cobren vida y el peñista salte, y el capote muestre sus pases más elegantes y las faldas den vueltas sin cesar. Para volver a vivir la fiesta con más fuerza, sin restricciones, en plenitud. Para ello, hoy es día de quietud y de saborear el sosiego de una mañana en la que solo sonarán las campanas de misa, pero serán como un aldabonazo en nuestro corazón.

Sonarán como una llamada a la prudencia y la responsabilidad para evitar la propagación de la pandemia, pero también como una invitación a soñar en ‘La fiesta que vendrá! Porque volverá. Y la cuenta atrás ya está en marcha para que las cintas se entrelacen de nuevo en esa unión perfecta que los oscenses tenemos que mostrar hoy frente al virus. ¡Viva Huesca! y ¡Viva San Lorenzo!