Huesca

SAN LORENZO 2021

Los comercios, mentalizados, esperan el apoyo de los vecinos de Huesca

Desde el pan de San Lorenzo hasta la artesanía de Benjamín Ara, las tiendas mantienen el tipo con el producto tradicional

Jesús Bará en su tienda de bordar en la Correría.
Jesús Bará en su tienda de bordar en la Correría.
Pablo Segura

Hacían el agosto cada San Lorenzo, ahora no pueden hacer otra cosa que esperar a que “vengan mejor dadas”, asume Gemma Cajal, vicepresidenta de la Asociación de Comerciantes de Huesca. Ha sido un golpe duro, por qué no decirlo, la cancelación de estas fiestas, aunque “ya se veía venir en las noticias”, asume Cajal. Se pusieron la venda antes de la herida y llevarán estos días como buenamente puedan sin la llegada de turistas, pero “todos los sectores están demostrando una gran capacidad de adaptación y después de la tormenta llega la calma”, alienta la vicepresidenta.

El mejor pan de San Lorenzo probablemente sale de las pastelerías de Ascaso y Loa. Esta semana servía para sacar a relucir los productos de la tierra, así que esperan que “las familias se reúnan y compren productos típicos”, ya que en la hostelería “no van a tener la demanda de otros años”, señala Sonia, miembro del servicio de Loa.

En Ascaso van a ser días muy corrientes. Las tiras de hojaldre con albahaca, el helado de melocotón con vino y las tartas 10 de agosto estarán en el mostrador, esperando a que a los vecinos les pique el gusanillo. “Lo afrontamos con cierta tristeza, por la falta de alegría que da a los comercios”, indica su propietario Vicente Ascaso, que tuvo una reducción de los beneficios del 30 % el año pasado y espera ya el 2022 con ilusión.

Otro de los establecimientos más característico de la capital es el taller artesano de Benjamín Ara. En él se fabrican las pajaritas, la parrilla, los danzantes... Además de pulseras, colgantes y pendientes relacionadas con las fiestas. El artesano Benjamín Ara anima a los oscenses a seguir con la tradición y regalar estos motivos, puesto que sigue siendo una “ocasión especial”. “La semana de antes era frenética, ahora, sin ayudas del Ayuntamiento, está más complicado, pero estaremos abiertos toda la semana”, sentencia Ara.

Eva Nadal, de Carita Bonita, se ha movido en redes sociales para llegar a todo el mundo. “Tiene mucha energía”, pero sus diseños han ido “entristeciéndose poco a poco”, lamenta. “Lo hecho hecho está para todo el que quiera un detalle”, avisa.

Pero puestos a reseñar lo más tradicional, A faldriquera, la tienda de indumentaria tradicional aragonesa vive “en silencio” sin fiestas estos días. Su propietaria, María Ángel Buesa, ha podido trabajar algo este año, pero “si la indumentaria no es protagonista no podemos hacer más”, señala María Ángel.

En una pequeña tienda de bordados en la Correría está probablemente el corazón de San Lorenzo. Jesús Bará hace las bandas de las mairalesas, las pañoletas y parte del vestuario laurentino, este año a mitad de ritmo y solo para los mayores y bebés, pero no se queja, “estábamos mentalizados”, concluye.