Huesca

EDUCACIÓN

La universidad celebra el regreso de la presencialidad a las aulas

Bibliotecas, instalaciones deportivas y agenda cultural vuelven con todo el aforo

Clase presencial en un aula de Magisterio en el Campus de Huesca.
Clase presencial en un aula de Magisterio en el Campus de Huesca.
Rafael Gobantes

“Los mejores años de nuestra vida”, insisten los padres a los hijos que ven pasar su etapa universitaria. El Campus de Huesca de la Universidad de Zaragoza ha recuperado casi un año y medio después la presencialidad total en las aulas. Un regreso parcial, ya que las facultades de Ciencias de Salud y el Deporte, Magisterio, Politécnica y Enfermería integraron ya el curso pasado prácticas, aulas espejo, asignaturas troncales y primeros ciclos en las aulas. Tras la semana de adaptación que concedió el Gobierno de Aragón, el aforo se recupera al 100 % en los espacios, se mantiene la ventilación cruzada (puertas y ventanas) y el uso de la mascarilla sigue siendo obligatorio en el interior.

Con la presencialidad completa vuelven el resto de actividades académicas. Abren las bibliotecas, instalaciones y actividades deportivas y la agenda cultural con la totalidad de aforo y bajo las medidas higiénicas en el uso de gel, ventilación, mascarilla en interiores y limpieza en los puestos.

Así, se pone fin a la alternancia de grupos en el aula y las clases vía streaming aunque, aprovechando el salto tecnológico tomado en los últimos meses, en caso de darse contagios o brotes de covid, se ofrecerá este servicio. Además, el grado de Gestión y Administración Pública y los títulos propios como el Máster en Museos o de Filología Aragonesa se han especializado en esta modalidad.

El Campus espera no dar pasos atrás en la situación epidemiológica, por ello mantiene las medidas de seguridad e incentiva el proceso de vacunación. En la actualidad, el 83,56% de las personas entre 20 y 24 años ha iniciado el proceso de inmunización contra la covid, mientras que un 80% lo ha completado. “Hemos respondido bien a esta situación tan extraordinaria”, ha querido valorar la vicerrectora del Campus de Huesca, Marta Liesa. En marzo de 2020, el curso 2019-2020 se vio totalmente alterado. En un fin de semana, el Campus tuvo que pasar de una universidad presencial a una no presencial, “modificando nuestra docencia y sistemas de evaluación”, ha puntualizado la vicerrectora.

Plataformas virtuales

Haciendo uso de plataformas virtuales y el uso del Moodle de los alumnos, se pudo sacar adelante las tutorías, evaluaciones continuas o exámenes no presenciales. “Y el curso en definitiva, al que creo que nos adaptamos bien”, ha subrayado Marta Liesa.

La segunda etapa fue aún más complicada afrontando un curso 2020-2021 al intentar al máximo la presencialidad. Entre un estudiante y otro se dispuso 1,5 metros, se crearon los grupos burbuja, las entradas escalonadas y la ventilación continua. “No podíamos atender presencialmente a todos porque no cabían en las aulas”, ha recordado la vicerrectora, que solicitó al Rectorado la instalación de cámaras para transmitir las clases.

Llegados a este punto, en octubre comenzaron a reducirse las medidas con “muy pocos casos de contagio en las aulas, a pesar de que los alumnos han sido los más afectados”, ha remarcado Liesa, a la vez que destacó que se ha demostrado que los espacios universitarios “son seguros”.

El pasado jueves, en el XXII Congreso de Periodismo de Huesca, el presidente del grupo editor de EL PAÍS, Joseph Oughourlian, expresó su profunda preocupación acerca de las graves consecuencias que puede acarrear en la educación haber tenido las aulas cerradas durante 18 meses. La Vicerrectora no se olvidó de los equipos de canales y mantenimiento que lo hicieron posible: “les estaremos siempre agradecidos”, ha concluido.