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Badiola: "Si la variante ómicron elude la vacuna, esto será lo peor que nos pueda pasar"

El epidemiólogo llama a la responsabilidad de cara a la Navidad

Juan José Badiola, epidemiólogo, veterinario e investigador.
Juan José Badiola, epidemiólogo, veterinario e investigador.
S.E.

El director del Centro de Encefalopatías y Enfermedades Transmisibles Emergentes de la Universidad de Zaragoza, Juan José Badiola, hace un llamamiento a la responsabilidad de los altoaragoneses de cara a Navidad. Este prestigioso epidemiólogo achaca a las imprudencias la elevada curva de contagios que registran Huesca y Jaca. Descarta que esto se deba a la ómicron, pero advierte que si esta variante elude la vacuna “esto será lo peor que nos pueda pasar”.

¿Qué hemos hecho mal para tener esta curva de contagios tan disparada en Huesca y Jaca?

—No sé cuál puede ser la causa de una incidencia tan alta. Lo que es cierto es que ahora no es el momento de hacer reuniones sociales, ni cenas. Tiene que haber alguna razón de estas elevadas incidencias, pero no creo que se deba a la variante ómicron, por lo menos no se ha diagnosticado. Posiblemente se trate de imprudencias. Al fin y al cabo los contagios son una suma de actuaciones. No es una situación concreta sino que ha habido más gente que se ha relajado. Hay personas que van a algunos establecimientos, se quitan la mascarilla en interiores y ya no se la ponen más, como pasa en bares y terrazas.

¿Qué advertencia se podría lanzar?

—Lo que diría, al margen de que no tengo datos de este aumento que me permitan explicar esa elevación de casos, sería recordar a la población que la pandemia está en alza.

No estamos en una situación pacífica sino que se está incrementando el número de casos de forma general en toda España. Aquí en Aragón algo pasa que estamos en una situación preocupante. Creo que el mejor remedio es, aparte de lo que pueda hacer la administración, empezar a ser más responsables, por favor, que el virus sigue aquí. Hay una razón que yo creo que también explica esta situación, entre la gente vacunada que somos la mayoría, existe la percepción de que ya no te contagias. Y eso no es cierto porque lo que hacen las vacunas es reducir la posibilidad de contagio, pero puedes contraer la enfermedad. De hecho, a las pruebas me remito.

¿Considera que habría que volver a imponer restricciones de aforo y horarios?

—Bueno, ahora tenemos el pasaporte covid. Me parece bien que se pida por lo menos el pasaporte de vacunación en algunos ámbitos. No es discriminatorio porque todo el mundo que haya querido se ha podido vacunar, a todos se les ha animado a ello. Esto garantiza que el individuo está vacunado y en un local te da cierta seguridad y reduce la capacidad de contagio.

Respecto a otras medidas, supongo que esto lo están pensando las administraciones, en concreto la Consejería de Salud de Aragón para ver qué se puede hacer. Si no vamos a volver a lo de siempre, a los aforos, a los toques de queda... y esto no le gusta ni a la población ni a los responsables políticos. Si las cifras de contagios siguen subiendo no habrá más remedio que imponer alguna otra restricción como las que hemos tenido hasta ahora.

Ante estos datos tan disparados, ¿cómo se plantea la Navidad?

—A mí me preocupan las cenas y las comidas de empresa, todo esto es muy peligroso. Lo que pasa es que la gente dice: “bueno, es que, me he hecho un test de antígenos y me ha dado negativo”. Pero hay algo que la población no recuerda o no sabe y es que el test de antígenos puede proporcionar falsos negativos.

Digo esto porque desde que una persona se infecta hasta que expresa los síntomas, lo que se llama el periodo de incubación, la cantidad de virus en el individuo va creciendo poco a poco. Y estos test de antígenos hasta que no hay una carga viral suficiente no dan positividad. Eso ocurre en la parte inicial, que es la más peligrosa, y también en la parte final, donde ya la enfermedad o la infección tiende a regresar.

Entonces, que la gente recurra a los test de antígenos que se venden como churros, para quedar con amigos o con la familia ¿no es una garantía?

—Bueno, todo ayuda. Si llevas mascarilla y además te has hecho el test y estás vacunado esto evita contagios, pero no eres invulnerable. Cuando veo por televisión ciertas imágenes de aglomeraciones de gente o de conciertos en los que nadie lleva mascarilla pienso en cómo se puede ser tan inconsciente. Por favor, es que eso es un nido de contagios y la población, es curioso, no es consciente.

Es ya un clásico pero ¿en qué medidas hay que volver a insistir?

—Son las que ya conocemos. Cosas tan básicas como, por ejemplo, que la mascarilla hay que llevarla sistemáticamente porque es una barrera muy importante frente a los contagios. Esto está demostrado y hay que usarla lo más posible.

Respecto a la distancia de seguridad de metro y medio, en esas comidas o cenas de empresas y amigos de Navidad lo primero que hace la gente es quitarse la mascarilla. Están todos apretujados, hay alguno que habla muy alto y como sea el contagiado está echando virus a punta pala al ambiente. Esto hay que evitarlo y si estás cerca de estas personas en cuestión de quince o veinte minutos ya estás contagiado.

Sobre ventilación, yo mismo no me meto en cualquier lado en el que no me garanticen que funciona bien. ¿Y tú crees que la mayor parte de los locales han hecho un análisis de qué tipo de ventilación tienen? Aquí ya sabemos como son, dicen que no pasa nada, que esto son tonterías. Y, por supuesto, las aglomeraciones hay que evitarlas.

¿Qué opina de la vacunación en los menores de entre 5 a 11 años?

—Esto es una muy buena medida. Yo la venía reivindicando desde hace semanas. Hay algunos padres y madres, sobre todo, que están preocupados por las posibles reacciones. Vamos a ver, esa vacuna, que es la fórmula de Pfizer pediátrica, se ha demostrado que es segura, que se puede aplicar a los niños. Son dos dosis, cada una de ellas reducida respecto a la que se inyecta a los adultos.

Y que sea segura no es que lo haya dicho Pfizer es que ha sido aceptado por las dos agencias más importantes del mundo: la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, que cuenta con grandes expertos, y la Agencia Europea del Medicamento, donde también hay gente que sabe lo que no está escrito sobre vacunas.

La verdad es que cuando ves las curvas de las personas infectadas te quedas pasmado porque es en los niños donde se está produciendo una incidencia que es el doble de la que tenemos en España. ¿Quién ha dicho que los menores no se contagian? Claro que sí, la incidencia en su franja de edad es el triple que en la de los adolescentes. Esto quiere decir que el virus está circulando alegremente entre los niños. Por último, hay que decir que es una población que está permitiendo la circulación del virus libremente sin ningún tipo de restricción y además está trasladando ese virus a las familias y a los colegios, poniendo en una situación apurada a la enseñanza. Creo que esto no se debe permitir.

Para el porcentaje de población adulta que se resiste a este pinchazo, ¿considera que habría que poner la vacuna como obligatoria?

—Creo que no va a hacer falta. Es curioso. El pasaporte covid está logrando la obligatoriedad, lo de no dejar entrar a los bares para esto es fundamental. Hay personas que se negaban a vacunarse y hablaban hasta de un microchip. Parece mentira que haya gente tan precaria, ¿pero quién puede tener interés en inocularle a según quien un microchip? Otras personas hablan de que les pueden inocular grafeno, ¿grafeno?, pero qué tendrá que ver aquí el grafeno. Qué mal están esas cabezas y, sobre todo, qué mal informadas. (Risas) Así que el pasaporte covid va a lograr que la inmensa mayoría de las personas se vacunen porque si no lo van a tener muy difícil. Dentro de poco no podrán viajar. Ahora, si no estás vacunado no te dejan entrar en un avión. Dentro de poco lo pondrán en los trenes, autobuses...

Con los elevados datos de contagios que está arrojando la séptima ola en Aragón, ¿hacia dónde cree que vamos? ¿La vacunación justifica que se permitan estas incidencias tan altas?

—La vacuna, en realidad, no es una garantía tan grande como para dejar que la curva suba y suba. Creo que ha habido una inadecuada información en la comunicación. La administración debería haberse esmerado más en explicar el significado de la vacuna. Quizá no lo hizo para que no hubiese gente que se echara para atrás en la intención de vacunarse.

La vacuna no previene contra el contagio, pero sí en que se acabe en un hospital o en una UCI. Ahora mismo más de la mitad de los enfermos que están en cuidados intensivos está sin vacunar. En planta hay de todo, pero en UCI sobre todo son no vacunados.

Creo que ha faltado un poco de información, cuando la gente ya estaba mayoritariamente vacunada para explicar que las vacunas no protegen al cien por cien frente al contagio. La pregunta es cuándo aparecerán vacunas que sí lo harán, yo creo que en la próxima hornada va a haber algunas que sí van a evitar la transmisión. Muchas de ellas están ya al final de la fase 3 y posiblemente empiece a haber propuestas ya a la Comisión Europea. No van a tardar.

¿Cree que la variante ómicron es realmente una amenaza?

—Sabemos que es una variante con ciertas incertidumbres porque tiene hasta 33 mutaciones en la espícula, en la famosa proteína ‘S’, la que logra el contagio. Esto es muy típico de las variantes de coronavirus, siempre van allí porque ese es el punto clave para incrementar la capacidad de contagio. Por lo tanto, si eso es así, parece que esta variante tendría mayor potencial de contagio que la delta.

Lo que sabemos de la expansión de ómicron en Sudáfrica y en otros países aledaños, como Mozambique o Botsuana, es que se ha propagado con bastante rapidez. Por lo tanto se admite que es más contagiosa. Ahora bien, parece ser que no produce mayor gravedad, la gran parte de los casos parece que son leves. Por lo visto no se pierde el gusto ni el olfato, no hay apenas fiebre, tampoco mucha tos. No es exactamente la misma sintomatología que se ha visto con las variantes anteriores. La tercera cuestión es la gran pregunta: ¿es capaz la ómicron de eludir la respuesta vacunal? Sobre esto todavía no hay información realmente fiable. Yo opino que posiblemente no, pero tampoco estoy seguro porque tiene muchas mutaciones. Y eso puede darnos sorpresas. Si la variante ómicron elude la vacuna, esto será lo peor que nos pueda pasar.

Por último, ¿qué mensaje lanzaría a la población de cara a las fiestas navideñas?

—Mi recomendación es que sean conscientes de que estamos en una fase de ascenso en el número de casos en Aragón y en España. Nuestra comunidad tiene una situación claramente desfavorable, con una incidencia muy alta. Así que, por favor, apliquen las recomendaciones que ya conocen para evitar contagios.