Huesca

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Manolo Bara: “Me ha sorprendido el conjunto de la provincia y ahora me siento tanto del norte como del sur”

Nacido en Huesca en 1956, accedió a la presidencia de Peña Guara en 1996 y sucedió a Julio Nogués, que a su vez lo “reclutó” como secretario 

Manolo Bara es el presidente de Peña Guara.
Manolo Bara es el presidente de Peña Guara.
Pablo Segura

¿Qué es el Alto Aragón para usted?

-Un territorio formado por unos valles con ejes de norte a sur que confluyen en un llano y cada uno con una personalidad totalmente distinta. Con la apertura de las comunicaciones nos hemos ido mezclando. Hemos sido pueblos con diferencias de costumbres y culturales.

¿Y dónde se ve más representado?

-Por afición y por lo que más practico, me veo más hacia el norte. Aunque conforme han pasado los años me ha sorprendido el conjunto de la provincia y ahora me siento tanto del norte como del sur. Somos de las pocas capitales de provincia que estamos justo en el medio y eso te hace ver las cosas de otra forma, lo ves todo.

Vive en el día a día entre su huerto y la montaña. Qué tienen de común.

-Es una actividad no profesional, no retribuída y de invertir tiempo. Cuando uno se jubila puede hacer muchas cosas. Antes solo podía ir los días de fiesta o los fines de semana. Son acciones que ayudan a ver el campo como territorio.

¿Qué le falta al Alto Aragón para tener más vida?

-Se ha demostrado que donde se ha llevado infraestructura de primera necesidad, el territorio se ha mantenido vivo. Pueblos que estaban a punto de caerse se han recuperado cuando les han arreglado la carretera y llevado servicios mínimos como luz, agua de boca y saneamiento. Se han arreglado casas y de posibles ruinas se ha revivido. Así se ha logrado no entregar el territorio a la naturaleza, que lo devora todo si el hombre no la controla.

¿Ven igual a montañeros y montañeses?

-Deberíamos cambiar los términos por habitantes del territorio. Todo aquello que es susceptible de andar es montaña para nosotros. Considero montañés a uno de Valfarta o a cualquiera que esté pegado a un pueblo del sur, donde hay excursiones preciosas. Sí es cierto que la gente que se ha quedado en el pueblo lo hace con recelo, prevención y algo de miedo ante los que puedan llegar y eso paraliza a veces acciones que podrían ser buenas.

Ha manifestado su hartazgo del exceso de sobreprotección del territorio que afecta a la montaña.

-Actualmente nuestra provincia va a tener casi el 33 por ciento del territorio intervenido por regulación de especies de flora y fauna. Estamos a favor de que haya espacios protegidos y regulaciones. Pero no sé si se nos ha ido un poco la olla en el exceso de reglamentación de protección. Si miras el BOA, el sesenta o setenta por ciento de lo que publica tiene que ver con informaciones de afecciones al medio, de regulaciones, de solicitud de permisos... No sé si el territorio es complicado de gestionar o lo estamos haciendo complicado en su gestión. Habría que hacer un ciclo político de cercanía al ciudadano. En lugar de aumentar normas, acortarlas o remodelarlas. Quitar legislación porque es muy complicado trabajar en este territorio con la que tenemos.

¿Y qué me dice del nuevo run-run olímpico que tenemos?

-Los esfuerzos que hemos hecho en la provincia con relación a la nieve deportiva han salido de los propios movimientos deportivos (clubes, federaciones...) y esto ha llevado a intentar convencer a nuestras autoridades locales, provinciales y regionales de la importancia de tener eventos deportivos que nos iban a ayudar a crecer. Desde los 70 se empezaron a promover actividades en nuestro Pirineo con el tejido social de base y la Federación, siempre pensando en el futuro. En el 81 ya hicimos una Universiada muy digna. Cualquier movimiento deportivo nace de las bases y esto nos viene al revés, llega de los gobiernos. Es sorprendente, ya que no solo nos faltan infraestructuras sino también deportistas. Se ve claramente que hay intereses económicos potentes para cambiar infraestructuras. Al que le toque ese cambio lo pondrán en casa y al que no, se subirá por las paredes.

¿Dónde fallamos?

-En que no desarrollamos la cultura deportiva. En los próximos años habrá que concienciar muy bien a nuestros jóvenes en la práctica de los deportes de invierno.