Huesca

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El oscense Tomás Enrique Pérez obtiene el primer puesto en las oposiciones a jueces y fiscales

Este joven reconoce que "la parte difícil era entrar en la carrera judicial" y que ahora queda "trabajo por hacer"

Tomás Enrique Pérez.
Tomás Enrique Pérez.
S. E.

Tomás Enrique Pérez echa cuentas y en total han sido dos años y medio de preparación, jornadas de estudio de entre ocho y doce horas diarias, un examen tipo test al que se presentaron más de 5.000 candidatos y dos pruebas orales finales en el Tribunal Supremo. Todo ello le ha valido para conseguir ingresar en la Carrera Judicial en España y obtener el primer puesto en las oposiciones a jueces y fiscales con una puntuación de 96,24 sobre 100.

“Ha sido muy duro, pero ya se acabó. La parte difícil era entrar en la carrera, ahora queda trabajo por hacer”, sostiene el oscense, disciplinado y perseverante, que continúa su formación en el Centro de Estudios Jurídicos. Tras la consecución del tercer ejercicio, aquellos estudiantes que lo hayan superado tienen la opción de escoger entre dos modalidades: Fiscal o Judicial, Madrid o Barcelona.

Pérez ha escogido la capital y cursa en la actualidad la fase teórica junto al resto fiscales en formación. A partir de la segunda semana de junio iniciará la preparación práctica y podrá escoger cualquier Fiscalía de España para realizarlas. El magistrado tiene en mente regresar a Huesca, donde llevó a cabo sus prácticas universitarias, y completar así sus estudios.

“Siempre me fije en Felipe Mazurca, fiscal jefe de Huesca durante muchos años, y en Juan Baratech (el actual), que a su vez fue uno de mis primeros mentores y me influyó mucho en mi formación”, remarca Enrique Pérez, que asimismo se apoyó en Armando Barrera, jurista aragonés, para realizar su puesta a punto para las pruebas de la oposición.

“No ha sido un año precisamente sencillo para presentarse”, sostiene el oscense, ya que en la primera convocatoria la nota no estaba prefijada y se estableció según el nivel de los opositores y el examen. Además, la sensación de los estudiantes fue que había sido “muy difícil” porque este año tomaron protagonismo las preguntas prácticas frente a las teóricas.

Para más inri, los 1.260 opositores que pasaron a las pruebas orales, tuvieron que adaptarse a las reformas de la Ley de Protección de la Infancia y la Adolescencia frente a la Violencia y la Ley de Medidas de Apoyo a las Personas con Discapacidad, que ha modificado prácticamente todos los cuerpos legales del examen. “En el último oral vi que podía ser el final o volver a empezar”, recuerda.

La primera plaza le otorga la posibilidad de elegir plaza en primer lugar y le gustaría especializarse en la legislación de Protección y Reforma de los menores y personas con discapacidad. Aspira a labrarse un futuro en Zaragoza, con buena conexión con Huesca y donde hizo buenas amistades en la carrera universitaria. “Ojalá encuentre un destino que me permita regresar a la ciudad donde he crecido”, concluye.