Huesca

TRADICIONES

Los fieles volvieron a 'sanjuanarse' en una noche con el agua de protagonista

El Santuario de Cillas acogió este jueves la celebración de San Juan tras dos años sin poder hacerlo

os asistentes portaron garrafas y botellas vacías para llenarlas con agua bendecida.
Los asistentes portaron garrafas y botellas vacías para llenarlas con agua bendecida.
Pablo Segura

El Santuario de Cillas, en Huesca, volvió a revivir la noche de San Juan, una de sus tradiciones. Unos actos que organiza la Cofradía de Nuestra Señora de la Virgen de Cillas con motivo de esta festividad.

Hasta esta ermita acudieron fieles de diversos puntos cercanos como Chimillas, Banastás, Alerre o la propia capital oscense, desde donde partió un autobús para facilitar el desplazamiento a los interesados.

Momento de la bendición de las aguas junto al alcalde, concejales y público.
Momento de la bendición de las aguas junto al alcalde, concejales y público.
Pablo Segura

De este modo, el entorno de este santuario se llenó de personas que, dos años después, no quisieron perderse esta tradición. “Venimos todos los años con diez amigos, cenamos aquí y tras la bendición del agua, nos ‘sanjuanamos”, confesaba una de las fieles antes de que diera comienzo la misa solemne, que dio paso a la procesión y a la bendición de aguas.

Julia Rodríguez llegó hasta este punto caminando desde Chimillas, aprovechó esta celebración, “a la que hacía años que no acudía”, para merendar en este entorno natural con sus amigas y, posteriormente, revivir de nuevo los diferentes actos, porque “recordaba con cariño lo vivido en años anteriores”.

Por su parte, Lourdes Buisán fue desde Huesca y llevó a Sonia Blan, vecina de Tamarite de Litera y que no había vivido nunca esta noche en el Santuario de Cillas. “La he traído porque nunca había estado aquí y es una tradición que hay que mantener y para eso, hay que compartirla con las personas que no la conocen”, expresó Buisán.

“Yo no conocía este ritual y desconocía también todas las leyendas que hay en torno a la bendición de estas aguas”, apuntó Blan. Además, estas amigas acudieron, como otros tantos, con botellas vacías para rellenarlas en las fuentes habilitadas para ello y poder llevarse a sus casas agua bendecida.

Además, cumplieron también con la tradición de dejar un balde de agua durante la noche en las terrazas, con la que lavarse al día siguiente. “Esta es una tradición que heredé de mi madre y que realizo todos los años”, apuntó Buisán. Y es que, todas estas tradiciones y rituales es “fundamental” que se compartan entre padres, hijos y amigos, porque es la manera de que perduren en el tiempo. “Seamos creyentes o no, San Juan tiene una magia y es importante mantenerlas”, coincidieron ambas.

Eso sí, también hubo tiempo para las reivindicaciones y Buisán, como veterana en este acto, pidió “que volviesen las verbenas”, porque “la música y el baile también son muy importantes y son esenciales”.

Tampoco faltó a esta cita Luis Felipe, alcalde de la ciudad, que estuvo acompañado por concejales de diferentes grupos políticos del Ayuntamiento de Huesca.