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Felipe Carnicer: Con 9 años "me enganché al atletismo"

Cuando tiene tiempo libre, a Carnicer le gusta, sobre todo, estar con su hijo 

Felipe Carnicer Cosculluela en una imagen de niño y en la actualidad.
Felipe Carnicer Cosculluela en una imagen de niño y en la actualidad.
S.E.

La relación de Felipe Carnicer Cosculluela (Huesca, 1983) con el atletismo comenzó cuando tenía 9 años y participó en una carrera popular en el barrio Perpetuo Socorro, “y enseguida me enganché”. Explica que “gracias a Ricardo Garcés, que pertenecía a la Escuela de Atletismo de la Peña La Parrilla, empecé más en serio, íbamos casi todos los días por la tarde a las pistas y a los 10 años empecé la temporada de cross y me gustó”. Con 13 años fue al Campeonato de España de Cross, en Santander, “y me gustó todavía más, porque viajabas bastante y disfrutabas”.

Ya con 16 años hacía 800 metros y fue también al Campeonato de España, “y me quedé en las semifinales”, y tres años después, al Campeonato de España Absoluto, que fue en Málaga.

Del Pío XII pasó al IES Lucas Mallada, donde hizo el bachillerato, y después al Sierra de Guara, donde realizó el grado superior de FP de Administración de Redes.

Al acabar estos estudios, “me ofrecieron ir a un centro de tecnificación de Soria y allí estuve tres años, en 1.500 metros”. Allí fichó por el club Puma Chapín de Jerez, y acabó las prácticas del grado de FP que había cursado. “Fue mi mejor época a nivel deportivo, hice la mínima para los 1.500 de los Juegos Olímpicos del 2008, pero no fui porque había siete u ocho por encima mío y decidí volver a Huesca en el 2009”. Un año antes, en Tenerife, había sido sexto de España en 1.500,

Con 22 años fichó por la Zoiti, estuvo unos tres años y después, la paternidad y el trabajo en el Burger King de Huesca, donde entró hace 9 años y ahora es gerente, le alejaron poco a poco del atletismo.

“El atletismo -afirma Felipe- me ha dado la mayoría de las amistades que tengo, la experiencia de viajar, incluso por el extranjero, y asimilar mejor el esfuerzo que conlleva el trabajo y tener una estabilidad diferente en el día a día y saber afrontar los problemas”.

No fue posible conseguir medallas en las competiciones que participó, en parte porque fue una época “en la que había mucho nivel, había más nivel entonces que ahora. Los años de, entre otros, Reyes Estévez, Redolat, los hermanos Esteso, Arturo Casado, Higuero…, la mayoría medallistas internacionales”.

En la actualidad, desde hace unos cuatro años, practica cuando puede el ciclismo, “un deporte que siempre me ha gustado, incluso he ido a ver el Tour de Francia, y sigo yendo”. Para él, “Huesca capital es un paraíso para la bicicleta, y a un kilómetro tenemos carreteras que casi no hay tráfico”.

Las cosas en la vida le han llegado sin haber pensado antes qué quería ser, “nunca lo pensé”. Sabía que futbolista, no, que “no me ha gustado nunca el fútbol”, ni el baloncesto... “Jugaba en la placeta de Gibraltar al escondite, cosas así, e incluso hice judo un tiempo en la escuela, pero como enseguida empecé a hacer cross”.

No tiene mucho tiempo libre, y cuando no trabaja le gusta estar con su hijo, sobre todo. Y en el día a día, “ser feliz es lo más importante”.

Es un enamorado del atletismo, aunque reconoce que “me gustaba más practicarlo que verlo en la televisión; a mí en la televisión me gusta más el ciclismo”.

Le gustaría hacer una maratón, “pero no sé si la voy a poder hacer, nunca he hecho una y llevo casi un año sin hacer nada de correr”.