Huesca

EMPLEO 

La hostelería oscense pide un cambio ante la falta de personal

La carencia de profesionales obliga a cerrar parte de terrazas y limita los servicios. Sueldos, horarios y libraNzas del sector no convencen 

Un camarero sirve a unos clientes en una terraza del centro de la capital oscense.
Un camarero sirve a unos clientes en una terraza del centro de la capital oscense.
Pablo Segura

La hostelería y el turismo pasan por un momento de extrema dificultad por la falta de personal. Representantes y gerentes de los establecimientos de Huesca así lo manifiestan, admitiendo que la escasez de profesionales asciende hasta 3.500 en la provincia. Los mayores abandonan el negocio, los jóvenes están optando por otros sectores. El oficio de camarero ha cambiado mucho en los últimos 25 años. Los puestos de trabajo se han duplicado pasando de 1 millón de empleos en el año 2000 a 1,8 millones de trabajadores en 2019.

La precariedad laboral ya no es tal, traducida en temporalidad y estacionalidad. Además, un trabajador formado en un marco de jornada completa puede llegar a alcanzar un sueldo de 1.400 euros. Con todo, no es suficiente para un negocio que pide a gritos un cambio estructural. “No hay mano de obra y los trabajadores que tenemos no pueden hacer las ocho horas”, lamenta Mariola Oriol, gerente de El Punto, que ya se plantea abrir menos horas. En plantilla están seis personas en jornada continua (40 horas). Esto implica trabajar por la mañana o por la tarde, y librar domingo y lunes, es decir, “el horario es mejor que cualquier comercio”, apunta Oriol. De cara San Lorenzo necesitarán tres empleados más, pero viendo la escasez de personal y que muchos de sus compañeros ya solo atienden parte de la terraza, “lo ve muy complicado”.

Ante esta situación, Jorge Martínez, gerente de Los Templarios ha adaptado el horario a las necesidades de los trabajadores. “Abrimos de lunes a viernes y sábado y domingo, solo de tardes. No están a jornada partida, que eso les suele romper el día. Todos llevan varios años y están a gusto, porque les gusta el oficio”, remarca Martínez acerca de sus siete empleados. “Por suerte les tengo y espero que sigan”, añade.

El sector, a debate

Con el verano ya encima, la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería y Turismo de Huesca pone sobre la mesa lo que significa trabajar y vivir de esta profesión.

En un comunicado titulado “Reflexiones y argumentos para un debate serio y una defensa del sector”, ahondan en el presente, pasado y futuro del oficio, acerca de las condiciones laborales y sobre la implicación de la Administración y los grados formativos de Educación. “Los planes formativos no han sabido dar respuesta a la demanda. Tenemos unas escuelas y universidades de hostelería y turismo que son referencia, pero ellas solas no son capaces de absorber la demanda anual de empleo”, sostiene Pablo Villacampa, gerente de la Asociación Provincial de Hostelería y Turismo.

Desde la Asociación inciden en que la pandemia y los altibajos no han beneficiado a este sector.

Admiten que cada empresario debe saber dónde está el límite de sus posibilidades y en esta reorganización, la tendencia marca negocios más controlados y con estructuras que busquen mayor rentabilidad. Pero el cliente también tendrá que acostumbrarse a consumir en otros horarios, a reservar o anticipar pagos en servicios como restauración.

Algo que comparte Carmelo Bosque, chef con estrella Michelin y propietario del Lillas Pastia, que igual que todos sufre la inflación en la luz y las materias primas. “Hay algún incremento en el precio, pero también subirá la remuneración, el mercado lo está pidiendo así”, avanza.

Como representante de los profesionales de la hostelería oscense, lamenta que de los casi 300 alumnos que se están formando en las escuelas de Huesca, muchos acaben por no trabajar en el sector. Invita a la Administración y al gremio a dar un vuelco a la situación y a buscar soluciones.

“No vamos a hacer camareros y cocineros de hoy para mañana, asume, pero sí podemos adaptarnos al momento. Luego demostramos que somos ingeniosos y sabemos ganarnos la vida”, concluye. 

“No vamos a hacer camareros y cocineros de hoy para mañana, asume, pero sí podemos adaptarnos al momento"

Los veladores, un desahogo durante el verano

Los establecimientos han recibido de buen grado el anuncio del Ayuntamiento de Huesca en el que confirmaba el mantenimiento de la rebaja 15 % de la tasa anual y del doble de superficie para los veladores de la ciudad. “Todo lo que nos puedan ayudar, bienvenido sea”, sostiene Mariola Oriol, gerente de El Punto. De igual manera lo celebra Jorge Martínez, propietario de Los Templarios, advirtiendo que “el 15 % parece que no, pero da dinero”. “Y más, tal y como está la luz y las materias primas”, añade.

El equipo de Gobierno tomó esta decisión con el objetivo de seguir ayudando al sector hostelero, un gesto que “tiene en cuenta”, Pablo Villacampa, gerente de la Asociación Provincial de Hostelería y Turismo, y que “es lógico”, valorando que venimos de una pandemia y la ciudadanía prefiere estar en el exterior.

“Hoy he estado paseando por Huesca y los bares y restaurantes que antes tenían 6 o 7 mesas, ahora llenan 12 o 14. Para los almuerzos de San Lorenzo ya está todo a tope. El Ayuntamiento lo que quiere es que esté limitado y creo que nos estamos adaptando bien. Estos pequeños empujones nos ayudan mucho”, valora Carmelo Bosque, propietario del Lillas Pastia.