Huesca

SECTOR PRIMARIO

El sector avícola, en riesgo por los altos costes de producción

Un ganadero de Albelda ha instalado placas fotovoltaicas y suelo radiante para reducir los gastos de su granja

Explotación de ganado avícola, en Albelda.
Explotación de ganado avícola, en Albelda.
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La subida de precios generalizados de la electricidad, gas e hidrocarburos también afecta a las alrededor de 130 explotaciones avícolas de la provincia de Huesca, que ven comprometida la viabilidad de sus producciones por los altos costes que sus propietarios se ven obligados a asumir como en el caso de los piensos.

Frente a esta situación, de coyuntura económica, el ganadero David Seira, que regenta una granja con capacidad para 38.000 pollos en la localidad de Albelda desde el año 2019 para la empresa Guissona, para abaratar los costes ha instalado unas placas solares de autoconsumo, “frente a un precio de la luz que se ha triplicado” y un suelo radiante para minimizar el gasto de gas. “Las granjas más nuevas, que tenemos la posibilidad de reducir consumos, somos las que mejor aguantamos esto”, subraya. Por la noche, el suministro energético de la explotación se abastece de un grupo electrógeno.

De este modo, “si las condiciones de una granja nueva son mejores, los pollos comen menos y hacen una conversión mejor”, respecto a otras explotaciones avícolas más antiguas “que se ven obligadas a consumir más gas”, de modo que en este último caso “el pollo, para ganar más peso, tiene que consumir más pienso porque quema calorías por el frío”.

Recuerda que en el inicio de la pandemia “hubo una bajada de la demanda” por el descenso del turismo y el cierre de comedores escolares.

Considera que el kilo de carne de pollo “se está pagando en torno al euro” y con los costes de mantenimiento, seguro y producción, el beneficio que percibe el ganadero se sitúa en torno a los 40 céntimos por euro el kilo, si bien recuerda que, en su caso, esa cifró descendió hasta los 29 céntimos de euros por kilo, “por problemas de ventilación de la nave, que provoca que el pollo tenga frío y consuma más pienso para llegar al mismo peso”. Un imprevisto que logró resolver y con ello subsanar la pérdida de dinero.

Respecto al problema de los costes de gas y petróleo, Seira consideró que “sería muy importante para las granjas más ayudas” frente a los altos costes energéticos. “Al final es mucho más viable que una granja funcione con energía solar que con gas”, comentó.

Por su parte, el responsable estatal del sector avícola de Coag, Eloy Ureña, indicó que el problema más importante en la Comunidad aragonesa “es la falta de un matadero de referencia”, lo que provoca que las granjas de Aragón dependan de Cataluña o Navarra, sin bien está previsto que se construya uno en la localidad zaragozana de Épila. “Si todo el ciclo se hace dentro de Aragón ayudaría en cuanto a la logística de nuestras granjas”, comentó.

Por otro lado, la menor producción a causa de la pandemia ha mermado los beneficios por la reducción de la demanda por parte del Canal Horeca. La subida de costes energéticos también se ha traducido “en una menor producción”.

Según el responsable estatal de Coag en el sector avícola, muchos profesionales “están presionados a seguir la actividad aunque sea a pérdidas porque se tienen que respetar los contratos con las integradoras”.

De modo que “más de la mitad de los beneficios “se van en gastos de luz y gas”, por lo que Ureña estimó que “todo lo que baje de 40 céntimos de euros por pollo es perder dinero en una granja nueva, por lo que no se puede asumir la hipoteca que puede tener esa instalación”.

Por ello, “la solución pasa por aplicar la ley de la cadena alimentaria en todos los pilares, respecto a los supermercados, integración y granjas”. De este modo, Eloy Ureña recalcó que “la distribución y la integración deberían estar compaginadas para que supieran los precios de costes de producción”.

Respecto a la viabilidad de las explotaciones avícolas, resaltó que se “llevan las mismas pérdidas en seis meses que en un año”.

Por otro lado, se refirió al potencial avícola de la provincia por las granjas de pollos existentes en zonas como Zaidín o Benabarre.

Según Ureña, desde el sector “no vamos a permitir el desabastecimiento de las granjas avícolas porque tenemos un contrato de integración”, por la lejanía que presentan algunas de ellas respecto a los mataderos y las fábricas de piensos.