Huesca

OCIO ESTIVAL

Una ciudad de vacaciones entre campos de cereales

Cómo veranear sin salir de la ciudad: atardeceres, paseos, piscinas y terraceo

Piscinas de San Jorge de Huesca.
Piscinas de San Jorge de Huesca.
Pablo Segura

¿Qué se puede hacer cuando lo único que recuerda a la arena es el calor del asfalto y el agua sabe a cloro en vez de a sal? Con la ola de calor acechando y el aire acondicionado ahogando nuestra cuenta bancaria, hay que convertir la casa en una pequeña Marina D'Or entre campos de cereal.

Por la mañana, la ciudad de vacaciones ofrece baños en tres costas: la Atlántica o las piscinas de San Jorge; el Mediterráneo o las piscinas de Ruiseñores; y el Cantábrico o las piscinas de la Ciudad Deportiva Municipal. Eso sí, entre las 11 horas y las ocho y media de la tarde. Un horario más limitado que la playa pero sin riesgo de encontrar una bandera roja y con un sol que envidiaría cualquier veraneante del norte.

Para los reticentes al cloro y los juegos de los niños también hay solución. La ciudad de Huesca ofrece paseos con destino a ermitas, albercas y fuentes. Los populares caminos a Loreto y Salas; la alberca de Cortés o la de Loreto, las Fuentes de Marcelo o la caminata por las huertas oscenses a orillas del Isuela, son algunas de estas opciones.

Eso sí, con una recomendación para los excursionistas: que vayan en las últimas horas del día para disfrutar de los colores del cielo cuando el sol se esconde detrás de “la mujer dormida”, el Salto del Roldán, o tantos otros parajes que rodean la capital altoaragonesa.

Camino de la ermita de Loreto.
Camino de la ermita de Loreto.
Pablo Segura

Y al caer la tarde, los veraneantes de esta singular ‘costa’  -también los excursionistas- pueden disfrutar de un improvisado paseo marítimo en el Coso.

Para la cena, las calles del centro. Quienes hayan decidido pasar el verano en la ciudad no tienen por qué renunciar a una copa después del postre porque Huesca también se suma al ocio nocturno.

Las discotecas quizá sean más pequeñas y las caras podrían ser las mismas del sábado anterior. Pero los jóvenes -y no tan jóvenes- pueden dar la bienvenida a un nuevo día de vacaciones desde las inmediaciones de la Plaza de los Fueros y la Plaza San Lorenzo.