Huesca

SAN LORENZO 2022

Los fuegos y la traca marcan la cuenta atrás para San Lorenzo 2023

El cielo de la ciudad se ha visto salpicado de colores y se han escuchado los últimos sonidos de la fiesta 

Formas de distintos colores se han dibujado en el cielo de Huesca.
Formas de distintos colores se han dibujado en el cielo de Huesca.
Verónica Lacasa

El color de los fuegos artificiales ha salpicado esta noche de Huesca en el adiós definitivo a las fiestas. Han sido los últimos sonidos de este San Lorenzo, que promete no tardar tanto tiempo en devolver el olor albahaca a los balcones.

Rondando la medianoche, los oscenses han empezado a acercarse a la Plaza de Navarra -donde otro numeroso grupo ya había conquistado los mejores sitios-. Un heterogéneo público en el que los globos de helio y los carritos de bebé se juntaron con parejas de ancianos y grupos de amigos que ponen fin a largas noches de fiesta.

Una común en otros actos pero que en el día 15 recuerdan que toda la ciudad espera con la misma ilusión la llegada de esta semana del año.

Los oscenses llenaron-pero no abarrotaron- la céntrica plaza de la ciudad para poner el punto final a las fiestas.

A las 00:00 esa masa ha dirigido la mirada hacia el cielo surcado por la pólvora, en distintas formas y colores que muchos no renunciaron a capturar para la posteridad -o para Instagram-.

Y con los vítores y aplausos que corresponden al final de ese espectáculo pirotécnico estalló la traca que pone punto y final a San Lorenzo. Un estruendo que ensordece y recibe los aplausos de los oscenses a partes iguales -quizá no de los más pequeños-.

Después de este breve e intenso encuentro que se ha prolongado durante diez minutos en el cielo de Huesca se ha quedado blanco y los oriundos volvieron a verse las caras entre el humo. Ha sido el último olor de San Lorenzo que despidió a las familias y amigos con las últimas notas de las charangas que regresaron a sus respectivas peñas.

Los más fuertes todavía pueden alargar las fiestas entre atracciones y puestos de comida pero para los demás, y con San Lorenzo desprovisto de su pañoleta, ha llegado el momento de desanudarla y guardarla en el cajón hasta el año que viene.