Huesca

PRODUCTO LOCAL

Cata de quesos con medalla de oro y plata en el valle de Broto

La quesería ofrece visitas guiadas y la degustación de sus tres variedades en plena natualeza

Existen tres variedades de queso artesanal: Miguel Guillén, José Pardina y José Grillo.
Existen tres variedades de queso artesanal: Miguel Guillén, José Pardina y José Grillo.
Bal de Broto

A orillas del Río Ara y en las faldas del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. En este espacio de ensueño rodeado de naturaleza, se encuentra la Quesería Bal de Broto, un destino idóneo para los amantes del queso y el paisaje de montaña.

Existen dos opciones para el visitante que se acerque a degustar el producto local. La primera de ellas, es probar las tres variedades de queso que ofrece el establecimiento, en formato tabla, acompañadas con mermeladas de la zona, y con un vino o cerveza locales.

“Trabajamos con productos artesanales al cien por cien. No se usan conservantes ni colorantes. Las cortezas son naturales, incluso se pueden comer” señala la responsable de la Quesería.

El José Pardina, medalla de oro en el World Cheese Awards 2021 entre 4.000 candidatos, es un queso afrancesado, fundente, ideal para raclette. El Miguel Guillén, de pasta prensada, es el clásico del Pirineo, el más antiguo que se elaboraba en la montaña. Por último, el visitante podrá catar el José Grillo, medalla de plata en los Premios Cincho 2022 (Zamora). Esta variedad es similar al taleggio italiano o brie francés. Una pasta blanda con corteza lavada, ideal para fundir.

Además de degustar las tres variedades en el merendero, el visitante podrá conocer el proceso de elaboración desde dentro, previa reserva a través de la web o por teléfono.

Vuelta a las raíces

La Quesería de Bal de Broto, con tan sólo cuatro años de vida, es un guiño a la historia del valle, al valor del producto local y a las raíces desde el mismo instante de su creación.

Los nombres que bautizan sus quesos hacen referencia a tres presos de la cárcel medieval de Broto (José Pardina, Miguel Guillén y José Grillo) . En sus muros, quedaron inscritos dibujos y nombres propios trazados por estos mismos personajes, que fueron aprisionados por delitos leves. De aquí, también nace la cruz que sella su logotipo. “Es un homenaje a la historia de nuestro valle y a su riqueza cultural” apunta la responsable.

El proyecto nació en 2018 de la ilusión de un grupo de jóvenes procedentes del valle. “Todos nosotros queríamos vivir en el lugar de nuestros ancestros” afirma una de sus socias. A partir de esta idea, decidieron ponerse manos a la obra y trabajar en la elaboración de quesos, para ofrecer un producto “natural, local y de calidad”.

“Hemos cumplido nuestro sueño de retornar a las raíces y colaborar con el asentamiento de población en una zona rural que durante mucho tiempo vivió solitaria y alejada del mundo” concluye su responsable