Huesca

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Julia Lera Tricas: "Huesca es un referente cultural que desearía que se mantuviera"

Se dedica de lleno a ayudar a cientos de familias vulnerables como presidenta del Banco de Alimentos de Huesca 

Julia Lera.
Julia Lera.
Verónica Lacasa

¿Qué significa ser del Alto Aragón? ¿Cuáles son sus principales señas de identidad?

—En mi caso, haber nacido en Huesca y vivir aquí, con mi familia, porque tuvimos la posibilidad de trabajar mi marido y yo aquí. Ahora es más difícil para los jóvenes. Quiero a esta ciudad y al territorio con sus maravillosos rincones.

¿Qué distingue a la gente de aquí?

—Nobleza, sinceridad, acogida… esto es lo que se dice. La realidad es que me gustaría que se notara que estamos orgullosos de nuestra tierra.

Nacida en Huesca, eligió seguir desarrollando su vida aquí. ¿Qué recuerdos de su infancia guarda con especial cariño? ¿Qué hitos o estímulos influyeron en su camino profesional?

—Soy la mayor de cinco hermanos, de una familia extensa por las dos ramas de apellido, muy enraizada en la ciudad, en los barrios de Santo Domingo y San Lorenzo. Mis recuerdos son alegres y con muchos de mis primos y tíos: la casa de mi abuela Julia, la confitería Tricas, empresa centenaria hasta hoy, donde me gustaba “ayudar”. Desde niña me interesaba casi todo, viajar, leer, estudié piano, teatro, cine… cursé Filosofía y Letras primero en la Unizar y luego en Pamplona, en la Unav, completando una apasionante carrera que te abre muchas ventanas al conocimiento aprendiendo de grandes profesores. Tuve oportunidad de trabajar en la Obra social de Ibercaja, pudiendo dibujar una profesión que hoy está consolidada, Gestor Cultural, que me ha hecho feliz y quiero pensar que he ayudado también un poco al desarrollo.

La Gran Recogida de alimentos está a la vuelta de la esquina. ¿Cómo definiría la implicación de los oscenses?

Nos sentimos apoyados en todo el Alto Aragón. En la nave de polígono Monzú, donde todos somos voluntarios y cada día acude un grupo para las tareas de clasificación y reparto; también en las recogidas con los voluntarios y con los donantes. Existen también empresas, horticultores, comercios, que cuentan con nosotros para que recojamos y repartamos los excedentes y así no se desperdicien.

Su labor en la difusión de cultura como directora en la Fundación Ibercaja y su trabajo como presidenta del Banco de Alimentos ha sido reconocida por la sociedad oscense, y así lo ha recogido este periódico a lo largo de los años. ¿Qué recuerda con mayor orgullo?

—Agradezco estas muestras de cariño. He contado siempre con equipos implicados y eficaces, personas con las que he trabajado y colaboro, es esto lo que hace que los proyectos salgan adelante.

¿Qué valor tiene la cultura de Huesca? ¿Qué recorrido le recomendaría a un recién llegado?

—Cultura es una palabra amplia, que procede de cultivar, no se improvisa, son los años y los acontecimientos y la aportación de las personas, las que enriquecen el patrimonio cultural. Huesca es una ciudad con tradición, tanto por la aportación de creadores como emprendedores. He tenido la suerte de colaborar con gestores y técnicos, artistas y artesanos, músicos, e investigadores del Patrimonio, científicos estupendos profesionales de la enseñanza y la divulgación histórica y de la ciencia que han hecho de Huesca un referente cultural que desearía se mantuviera. Recomendaría un paseo por las calles de Huesca y descubrir el patrimonio arquitectónico, sin olvidar el alfarje mudéjar del Palacio de Villahermosa.

Labor social y cultural. ¿Qué puntos hay en común?

—No hay nada más social que apoyar a los creadores, a los investigadores, a los científicos, a los emprendedores, a los docentes con verdadera vocación y no marearlos con cambios que no son tales. Escuchar las verdaderas necesidades de nuestros conciudadanos además de atender a los más vulnerables, con formación y oportunidades. La afirmación de “enseñar a pescar”, completada con “dar los peces” durante un tiempo.