Huesca

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Rubén Moreno: "No hay plató que supere las localizaciones de nuestra provincia"

Es gerente y programador del Teatro Olimpia desde 2008 y, hasta hace un mes, director del Festival Internacional de Cine de Huesca 

Rubén Moreno
Rubén Moreno
D.A.

¿Qué es el Alto Aragón para usted?

—El Alto Aragón es mi tierra, es naturaleza, paisaje, monte y montañas. Soy un amante de los Pirineos.

¿Somos tierra de cultura y de cine?

—Somos la sede del Festival Internacional de Cine de Huesca, la ciudad donde nació Carlos Saura, la sede del Premio Luis Buñuel y un gran escenario, desde los Monegros hasta la frontera con Francia donde cada año se ruedan decenas de cortos, largos y spots. Yo diría que sí, sin lugar a dudas. Además tenemos la Feria Internacional de Teatro y Danza, el Festival Olimpia Classic, los conciertos de El Veintiuno... una gran oferta tanto pública como privada. Sí, somos tierra de cultura.

Es un gran escenario como dice, ¿tenemos una provincia idónea para rodar?

—En un enclave relativamente pequeño, de unos 15.000 kilómetros cuadrados, podemos encontrar desde desiertos hasta montañas de 3.000 metros. No hay plató que supere las localizaciones de nuestra provincia.

El Festival de Cine es un gran referente, ¿ha sentido el apoyo de los altoaragoneses en sus años al frente del Festival?

—Sin duda. El Festival de Cine de Huesca tiene muy presente el territorio en el que se celebra y la gente, tanto de Huesca, como de la provincia, y también de todo el territorio aragonés. Aunque su ambición y su potencial son internacionales, gran parte de su programación también está pensada para el disfrute de la ciudad. Y eso, el público lo valora, ahí están las cifras de asistencia.

¿Qué o quién le inspiró para dedicar su vida al fomento de la cultura?

—Sin duda, la gente que en esta ciudad ya se dedicaba a la cultura, Luis Lles, Juanjo Javierre, la Fundación Anselmo Pié Sopena... y también las nuevas generaciones, gente de mi edad, gente como el equipo que estaba y sigue en el Festival de Cine. También las citas culturales de la ciudad y de la provincia, que he vivido siempre con intensidad como público: Periferias, Pirineos Sur, Monegros Desert, la Feria de Teatro... Me inspira una especie de servicio público que me hacer querer aportar mi grano de arena.

Contamos en Huesca con una variada programación cultural, ¿es complicado traer a la ciudad determinados espectáculos?

—Sin duda contamos con una programación heterogénea, atractiva e interesante. Esto es complicado, no siempre se consigue lo que se quiere, pero el apoyo, casi en su totalidad, de los agentes públicos y privados, facilita la oferta en la ciudad.

Y de entre estas, ¿está compensado el número de compañías altoaragonesas?

—Yo creo que sí. En el Teatro Olimpia, en todas nuestras temporadas, suele estar programada alguna compañía o grupo de Huesca. Hay calidad suficiente para estar en el cartel con las grandes compañía nacionales. Zazurca, Viridiana, Lagarto Lagarto, La Raspa... y también en el mundo amateur con La Tartana o Teatro de Robres, por nombrar algunas, y que son habituales.

¿Sabemos promocionar lo que tenemos?

—Estoy convencido de que sí. Huesca fue destino número uno el primer verano tras la pandemia. Campañas como Huesca la magia son referentes del marketing de destinos… además, los oscenses somos muy de lo nuestro y eso nos hace grandes embajadores.

Por cierto, ¿alguno de los grandes que ha pasado por Huesca se ha sentido realmente embelesado?

—Sí, varios han destacado las bondades de nuestro territorio. El último, Terry Gilliam, que pidió ir a ver los Mallos de Riglos o el Castillo de Loarre.

Y ¿cuál es su escenario de película favorito, de Huesca?

—En Huesca capital los claustros de San Pedro. En la provincia, cualquier escenario relacionado con las montañas y la naturaleza.

¿Cuál ha sido su mayor premio en estos años?

—Trabajar con un equipo de película. Salvar dos ediciones llenas de dificultades pandémicas. Acercar la figura de Carlos Saura al Festival o conseguir el reconocimiento del Premio Danzante Documental como calificador de los Premios Oscar. Además de ver, y es lo que más me ha satisfecho, cómo la ciudad vive y disfruta de la programación.

¿Qué papel cree que cumple este periódico en la difusión de la cultura?

—Fundamental el papel de DIARIO DEL ALTOARAGÓN para con la cultura. Ayuda a su difusión, a generar públicos, a darle la importancia que tiene. El suplemento SEÑAS, por ejemplo, es una agenda imprescindible cada viernes. Puedes tener el mejor festival del mundo, pero si los medios no lo dan a conocer, se va a quedar cojo.