Huesca

LA ENTREVISTA

“Medicalizar la vida no es la solución”

La psiquiatra acude este martes al Colegio de Médicos de Huesca para hablar del desánimo y dar a conocer la Escuela de la Espiritualidad

Mercedes Nasarre durante su charla.
Mercedes Nasarre durante su charla.
Pablo Segura

La psiquiatra Mercedes Nasarre imparte este martes (19:00 horas) en el Colegio Oficial de Médicos de Huesca la charla La epidemia del desánimo, con la que presentará la Escuela de la Espiritualidad.

La oscense asegura que su ponencia va dirigida en especial a los jóvenes médicos para orientar hacia un mejor tratamiento a una parte de la sociedad que sufre problemas mentales.

Y es que la charla de la psiquiatra quiere mostrar el panorama desolador que vive la sociedad española afectada por diversas patologías mentales y que nos ha convertido en el país del mundo donde más ansiolíticos se consumen y donde se ha multiplicado por cuatro la ingesta de antidepresivos.

Una situación más delicada entre los menores de edad, ya que la mitad de los jóvenes entre 13 y 17 años consideraba, ya en 2019, que tenía problemas mentales, según fuentes estatales.

Además, han aumentado las adicciones, las autolesiones, los problemas de alimentación, la promiscuidad sexual y las tentativas de suicidio, que es la mayor causa de muerte entre los jóvenes (casi 800.000 personas se suicidan al año en el mundo), explica la doctora Nasarre, quien apunta que el 75 % de los problemas de salud mental comienzan antes de los 18 años.

“Las atenciones en psiquiatría infanto–juvenil han subido. Hay unos malos cimientos a nivel cultural e individual. ¿Qué pasa en Occidente?”, se pregunta.

A su juicio, los problemas mentales se han vuelto “socio dependientes”, sobre todo con las redes sociales que sirven de catalizador de esta coyuntura que estamos viviendo en el comienzo del siglo XXI.

“Hay un contagio general de formas de vivir malas a una velocidad del rayo, por no hablar de todos los problemas con la sexualidad y la identidad de género”, opina.

Para Nasarre, frente a la disyuntiva de “lo permitido y lo prohibido” de generaciones pasadas, los jóvenes de hoy se enfrentan a otra polaridad: “lo posible y lo imposible. La emoción y el deseo es lo primero y si no consigo lo que quiero, soy un fracasado. Los referentes femeninos y masculinos en las redes sociales son imposibles de alcanzar y eso crea frustración. Hemos educado a nuestros jóvenes para evitar la frustración y la vida es frustrante siempre”, asevera.

Ante esta deriva de la sociedad y sin unos modelos adultos consistentes, la Escuela de Espiritualidad propone “mirar hacia dentro”.

Se trata de un espacio gratuito surgido hace quince años en una iglesia de Huesca donde se practicaba ‘mindfulness’ y que actualmente se desarrolla en un local del Obispado, y que reúne a 70 personas regularmente para hacer silencio y compartir cuitas.

Según la doctora Nasarre es un “espacio para unir el saber psicológico y lo espiritual. Sin la paz interior no hay capacidad de razonar ni decidir, y no se es ser humano sano sin pensar por uno mismo y sin relacionarse con otros”.

“Donde se encuentra un centro luminoso para arraigarse, la patología propia es menos virulenta”, asegura la doctora Nasarre, quien insiste que “medicalizar la vida no es la solución”.

“La espiritualidad empieza cuando uno mira adentro. La salud mental es tener la suficiente paz para poder razonar y decidir tu vida. Ese es el mensaje que lanzamos desde la Escuela de Espiritualidad: cómo encontrar espacios de paz profundos para poder decidir”, sentencia.