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Colegios e institutos de Huesca, preocupados por la factura energética

Los sindicatos de Enseñanza denuncian que la DGA aún no les ha ingresado los fondos asignados y dicen que falta liquidez

Alumnos entrando en el IES Ramón y Cajal, de Huesca capital.
Alumnos entrando en el IES Ramón y Cajal, de Huesca capital.
D. A.

Los centros educativos del Alto Aragón afrontan las bajas temperaturas con la mirada puesta en sus cuentas corrientes ante el temor de no poder afrontar el gasto de la calefacción. En los colegios e institutos de la provincia de Huesca hay una “gran preocupación” por el incremento de la factura energética y existe “una sensación de indefensión” al respecto, tal y como asegura Marta Rapún, de la Federación de Enseñanza de Comisiones Obreras (CCOO).

Explica que esto se debe, por un lado, al aumento de los precios del gas y la electricidad y, por otro, a que “la mayoría de los centros de enseñanza del Alto Aragón todavía no han cobrado todos los libramientos correspondientes al curso pasado”. Se refiere así a las partidas presupuestarias que reciben los centros educativos cada año del Departamento de Educación del Gobierno de Aragón. “Se está llegando tarde y mal. Creemos que la DGA debería aumentar la partida presupuestaria para lo que compete a Educación para poder llegar a cubrir todos los gastos que corresponden en todos los ámbitos, tanto a nivel de funcionamiento de los centros como en lo referente a pago de profesorado”, apunta. Añade que “lo más preocupante” es que a mes de diciembre los centros no tienen constancia de cuál va a ser el presupuesto del que disponen para este curso. Es decir, “no saben qué libramientos les van a corresponder”. Recalca, por tanto, dicha “preocupación” y la “sensación de indefensión”.

Además, “de las partidas que les correspondían el año pasado, hay una parte que todavía no se les ha pagado y el curso finalizó en junio”, denuncia.

El sindicato de CCOO, expone, considera que es el momento de apostar por las energías renovables y fomentar el uso de las placas solares “aprovechando los tejados de los centros educativos”.

Respecto a la calefacción en los colegios e institutos plantea que, por el momento, se está utilizando con normalidad, aunque los centros educativos sufren la incertidumbre de saber cómo van a cuadrar sus gastos.

En este sentido, Rubén Ferrer, representante del sector de Educación de CSIF Huesca, plantea que los colegios tendrían que estar exentos de las medidas de ahorro energético aprobadas por el Gobierno de España para reducir la dependencia del gas ante la amenaza de Rusia de un posible corte de suministro este invierno, entre las que figura la de limitar la temperatura de la calefacción a 19 grados en los edificios públicos y empresas.

Sin embargo, asegura que algunos ayuntamientos de la provincia “han instado a los colegios o lo tienen domotizado ya para rebajar la temperatura y que el gasto de gas o de electricidad no sea tan grande”. “Desde CSIF Huesca estamos en contra de esto y aunque entendemos que tiene que haber medidas para frenar el cambio climático, hay que recordar que venimos de dos de pandemia en los que hemos tenido que estar con ventilación cruzada y las ventanas abiertas. He visto hasta a alumnos con mantas por los institutos y, ahora, hacerles volver a pasar frío creemos que esto repercute en la calidad educativa”.

Asimismo, desde el sindicato Huste-Stea de Huesca plantean que hay centros que “están tirando a nivel económico como pueden porque la administración no les está dotando de los fondos que necesitan para cubrir los gastos”. Añaden, que colegios e institutos “incluso están recurriendo a fondos que son para otras necesidades, por el hecho de que hasta que la cuenta no esté en números rojos no se les dota del recurso económico que necesitan”.

Esto supone, explican, que se recurra por ejemplo a los fondos de programas Erasmus para pagar las facturas del comedor, “porque la administración no les da dinero”.

La mayoría de los centros de enseñanza, dicen desde este sindicato, están poniendo sus calefacciones, pero hay ciertas alas y espacios que como son muy antiguos y están deteriorados y no hay fondos suficientes para reformarlos, el aislamiento no es bueno y, por tanto, sí pasan frío los alumnos”.

Por ahora, se puede decir que la provincia de Huesca afronta su primera ola de frío desde que arrancó el curso. El problema vendrá, dicen, si los retrasos en la financiación repercuten en la gestión de los centros, las cuentas dejan de cuadrar y no se pueden cubrir todos los gastos, incrementados por el aumento de los precios del gas y la electricidad.