Pasión por el territorio y compromiso con las personas, como valores inalterables

DESDE 1985, han cambiado muchas cosas, de índole social y también tecnológica, aunque si se quiere observar la evolución de los primeros premiados por los Altoaragoneses, en el caso de Caja Rural hay algo que ha permanecido prácticamente inalterable a lo largo de estos años: sus valores y el compromiso con las personas y el territorio. “Esto último ha cambiado poco desde nuestros inicios”, explica José Antonio Artigas, director de comunicación y relaciones institucionales de Caja Rural en Aragón.

Aquel primer galardón, apunta Artigas mirando al ayer, “supuso una enorme satisfacción”, pues “recibir un premio en la tierra donde realizas tu trabajo siempre es un gran orgullo. Para todo el equipo que formaba parte de Caja Rural en ese momento fue muy estimulante”.

Poniendo la vista en el hoy, la apuesta de la entidad por el territorio se articula a través del esfuerzo que imprime para estar presente a través de su red de oficinas físicas en todas las comarcas de la provincia, en algunas con varias sucursales, llegando a alcanzar al 96 % de la población, y que incluye la dinamización y la fijación de población en el territorio.

A la pasión por el territorio, añade Artigas, “se suma el respeto por el medio ambiente y el compromiso de las personas que componen nuestro equipo”, que ha sido clave “en nuestro pasado, lo es en el presente y seguirá siendo en el futuro”.

Y hablando del porvenir, Caja Rural mira a los años venideros “con optimismo”, y es que en la entidad no tienen duda: “Huesca tiene un gran futuro. Cuenta con mucho talento, territorio y condiciones para ser referente”. En Caja Rural quieren formar parte de ese futuro; ser protagonista, ayudando y colaborando con las personas en su construcción.