Una distinción al trabajo por el desarrollo socioeconómico

CASI medio siglo trabajando por el desarrollo socioeconómico de la provincia, defendiendo al pequeño y mediano empresario, reivindicando infraestructuras vitales para el territorio y siendo un garante de la paz social. Hablamos de Ceos-Cepyme, la organización empresarial que recientemente celebró sus primeros 45 años de existencia y que hoy recogerá la distinción de Altoaragonés de honor, concedida por el Consejo de Administración de este periódico en virtud de los méritos expuestos.

El actual presidente, Fernando Luna, recogerá la distinción en nombre de las más de 5.000 empresas integradas en alguna de las 50 asociaciones de Ceos-Cepyme y los seis presidentes anteriores (Carmelo Cepero, Luis Acín, Luis Marco, José Luis Estallo, José Luis López, Fernando Callizo y Carlos Bistuer).

“Con los pelos de punta”, así admite Luna que se quedó tras conocer la noticia. “Es una emoción grandiosa y un honor poder representar a Ceos-Cepyme en un reconocimiento tan importante de DIARIO DEL ALTOARAGÓN, bandera del periodismo de la provincia”, declara.

D. A.

“Me toca a mí”, dice Luna sobre el tener que recoger la distinción en nombre de todas las personas que componen Ceos-Cepyme, consciente de que “en una película de 45 años, yo soy solo un fotograma”.

En lo que se refiere a la organización empresarial, su actual presidente destaca el hecho de llegar a 45 años de andadura “sin fisuras o, las que ha habido, cerradas”. “Estar todos unidos, las sectoriales y los territorios, es la labor más importante”, afirma y añade que no en todas las provincias ocurre lo que se ha logrado en la altoaragonesa gracias al diálogo continuo.

Esta unidad permite tener las miras puestas en el futuro distante porque, como explica Luna, “los resultados económicos se dan con el tiempo. Cuando inviertes, los rendimientos se dan a largo plazo”. Ocurre lo mismo con la propia organización.

D. A.

Y esa unidad permite que Ceos-Cepyme sea un pilar del desarrollo económico y laboral de la provincia altoaragonesa. Buena parte de “culpa” la tiene su contribución a la paz social, aspecto que, como la unidad empresarial, no se da en todas las provincias, resalta Luna. “Se logra con mucho diálogo y trabajo. Nadie tiene que imponer nada. Sentido común y diálogo. Hay dos actitudes: echarse las manos a la cabeza o ponerse manos a la obra para solucionarlo”, explica antes de recordar los “muchísimos” convenios pactados en el Alto Aragón en estos 45 años.

En una provincia como esta, el pequeño empresario es la base del sistema y Ceos-Cepyme se ha distinguido por su defensa. Un ejemplo reciente, y un momento durísimo, fue en la pandemia, pero no ha sido el único. Los cuatro años de Luna han coincidido primero con una desaceleración, luego con una pandemia y cierre del país y ahora con la crisis energética y, “para colmo, una guerra en Europa”.

En todos estos momentos, el apoyo ha sido constante pero cobró una especial dimensión con el coronavirus. “Tuvimos cintura rápida y nos juntamos con los sindicatos y los grupos sociales de la provincia para sacar un decálogo de lo que se necesitaba durante aquella falta de movilidad”, rememora.

También se trabajó con la administración y un ejemplo claro son los Bonos Impulsa. Lanzados inicialmente por el Ayuntamiento oscense, tras sugerencia del comercio local, la organización empresarial colaboró muy activamente diseñando la operativa y la plataforma informática durante tres meses.

Tal fue el éxito de la iniciativa -“un espaldarazo muy importante para el comercio local”- que se replicó en otras grandes localidades del Alto Aragón, siendo una tabla de salvación para muchos comercios afectados por, recordemos, los horarios limitados, los aforos o el cierre total de la primera ola.

No fue lo único que hizo Ceos-Cepyme en aquella época. Luna cita las reuniones con Sanidad para establecer corredores turísticos seguros. Pero en general, “fueron dos años frenéticos buscando soluciones”. “Se trabajó en defensa del empresario y del autónomo”, recalca.

El capítulo reivindicativo está en los genes de Ceos-Cepyme. Y Luna no pierde la ocasión para reclamar aspectos que desarrollen socioeconómicamente a la provincia. Infraestructuras de comunicación es la primera, ya que la red viaria es absolutamente clave. “Si apostamos por el territorio, no es solo banda ancha, también comunicaciones”, subraya antes de reparar en que el gran auge de la agroindustria, y el consecuente incremento de camiones, requiere de nuevas y mejores carreteras. Con un coste energético disparatado, Luna reclama elegir ya un modelo y ponerse rápidamente a desarrollarlo. Una legislación “justa y estable” y una garantía de agua, vital para la agricultura y la agroindustria, son otras dos demandas capitales.

Una Ceos-Cepyme más femenina

Tres de las siete vicepresidencias de Ceos-Cepyme están ocupadas por mujeres. Se trata de los sectores de Construcción (Ana Porta), Comercio (Isabel Terán) y Autónomos (Avelina Bellostas). El presidente de la organización, Fernando Luna, destaca este avance, que llega junto a otros como la creación de una comisión de Igualdad dentro de Ceos-Cepyme. “Se ha ganado mucha representación femenina, también en Ceoe y Cepyme nacionales, y en Huesca estamos muy orgullosos de la visualización de género”, declara.

Otra novedad reciente de Ceos-Cepyme es la creación de una vicepresidencia que da voz a las organizaciones territoriales que integran la organización provincial. Y es que como Luna recuerda más de una vez, la unidad empresarial en la provincia se consigue con mucho trabajo, diálogo y capacidad de escucha .