Medicamentos creados ex profeso para pacientes muy concretos

¿Qué se hace cuando un paciente es alérgico a un excipiente o a un principio activo, cuando necesita diferentes dosis a las comercializadas o cuando, como ocurre especialmente entre algunos mayores, no pueden tragar pastillas? La respuesta puede pasar por el medicamento individualizado, un fármaco elaborado por las farmacias con formulación magistral que se adapta a las necesidades y características del paciente.

El altoaragonés Edgar Abarca, vicepresidente de Formación e Investigación de la Sociedad Española del Medicamento Individualizado (Lasemi), aclara que el medicamento industrial es el “estandarizado para cubrir las necesidades generales del mayor número de personas”, pero aquellos que están fuera de esa campana de Gauss requieren de medicinas específicamente creadas para ellos.

Abarca pone de ejemplos a recién nacidos con problemas cardiacos, para quienes las dosis de la medicina industrial son excesivos; pacientes geriátricos con problemas para deglutir, cambiando la pastilla por gotas, y a alérgicos o intolerantes a ciertos excipientes o principios activos.

El medicamento individualizado cubre así “las lagunas que se producen porque es inevitable con el medicamento industrial”, dirigido a la mayoría de la población. Por tanto, no es, “ni quiere serlo”, una competencia a la medicina industrial, que el propio Abarca afirma que “hace una medicina de calidad extrema”.

El médico es quien decide si la receta o no

El medicamento individualizado tampoco es una alternativa que pueda escoger el paciente sin más. Debe recetarla un médico atendiendo a las peculiaridades del caso y detallando las sustancias para preparar dicha medicina, que elaborará un farmacéutico con un laboratorio que cumpla la estricta regulación. A veces, son las propias farmacias de los hospitales quienes lo hacen.

Dicho esto, el vicepresidente de Formación e Investigación de Lasemi indica que “hay un espectro cada vez más amplio de este tipo de pacientes” y que su perfil “es muy, muy variado”.

También es muy cauto y prefiere no considerar al medicamento individualizado como “un milagro”, ya que aunque éste es muy beneficioso para los pacientes a los que se dirige, “no es la panacea” y “a veces sí será la solución, pero otras no”. En definitiva, se trata de un medicamento, es decir, “ciencia y tecnología, y no un remedio raro”, y, como cualquier medicina, “se tiene que usar cuando se tiene que usar, sin hacer un mal uso ni un abuso y, si se puede evitar tomar un medicamento, mucho mejor”.

Por otra parte, Abarca indica que ante los problemas cada vez más frecuentes que se sufren de desabastecimiento, la medicina individualizada “a veces” puede dar una respuesta “a pequeña escala”.

En la provincia hay 10 socios de Lasemi (4 de ellos en Huesca ciudad) y en toda España son más de 500 las farmacias asociadas, un número que “aumenta cada vez más”, apunta el vicepresidente de Formación e Investigación de la Sociedad, cuyas labores fundamentales son “informar y formar a los socios” -entre los que también hay médicos y enfermeros-, informar y formar a todos los profesionales relacionados con la medicina y defender los intereses de los asociados con la Administración.