Huesca

GASTRONOMÍA

Aarón Melero, Mejor Joven Promesa de la cocina aragonesa 2023

El estudiante de la Escuela de Hostelería San Lorenzo, gana el III Certamen Rubén Ríos

El cocinero Aaron Melero, con su plato.
El cocinero Aaron Melero, con su plato.
S. E.

Aarón Melero, alumno de la Escuela de Hostelería San Lorenzo, se ha alzado con el título de Mejor Joven Promesa de la cocina aragonesa 2023, en la tercera edición del Certamen -Jóvenes Promesas de la Cocina Aragonesa ‘Rubén Ríos’, organizado por la Asociación de Cociner@s de Aragón, para alumnado de las escuelas de hostelería, tras conseguir las máximas puntuaciones en presentación, en originalidad, sabor y buen uso de los Alimentos de Aragón. 

Como plato salado, la propuesta de Melero fue lengua de vaca de Broto, con milhojas de patata de Chía, trompetilla de la muerte, seta lengua de vaca y escabeche de trompeta amarilla y galleta de aceituna empeltre con crema de queso Sierra de Sevil; como plato dulce, macarón de albahaca de Huesca con ganache de chocolate blanco y queso Los Meleses con gel de hierbaluisa y azafrán del Jiloca.

Para Melero, este es “un premio al esfuerzo y al trabajo de muchos meses, no solo mío, sino también de amigos, familia y profesorado”. Tras agradecer a la Escuela de Hostelería de Huesca el apoyo, el joven cocinero, de Gurrea de Gállego afirmó que con su preparaciones “quería representar el Alto Aragón y sus mejores productos”, influenciado por cocineros oscenses como Teodoro Bardají y otros más contemporáneos “como Diego Herrero de Vidocq o mis compañeros del restaurante Las Torres, donde trabajo”. Además del trofeo y el diploma, Melero ha conseguido el pase directo para competir junto a los profesionales en el próximo Concurso de Cocina de Aragón ‘Lorenzo Acín’. 

El segundo puesto fue para Sara Correa, del IES Matarraña de Valderrobres (Teruel), por sus originales “Calamar de río y montaña” y “Bocaditos dulces del bosque”. Los turolenses Guillermo Degracia e Isabel Eced han obtenido el tercer premio gracias a una “Falda de cordero rellena al azafrán” y a su versión de “Suspiros mudéjares”.