Teresa Sempere: "Para dedicarse al arte, y a lo que te gusta, hay que tener valor"

¿Cuál es el emoticono que define su personalidad?

-El de la carita sonriente. Creo que soy muy optimista y positiva.

Genio y figura. ¿Se identifica?

-Creo que esto es algo que te lo tienen que decir los demás (risas).

¿No le parece necesario ya no solo para dedicarse al arte, sino para ser autónoma hoy en día?

-Creo que para dedicarse al arte, y en general a lo que te gusta, hay que tener valor y positividad. También hay que tener constancia y un foco claro de lo que quieres y de lo que no, porque a los artistas se nos suelen ir los ojos detrás de cualquier proyecto y nos hace a veces perder un poco el rumbo. Para ser autónoma he tenido que echar mucha mano de la paciencia y la constancia y supongo que una pizca de carisma y savoir faire nunca vienen mal.

¿El negocio es la negación del ocio o usted se divierte currando?

-¡Me divierto muchísimo! ¡Cada día es una historia nueva, mucha gente que viene contenta, para divertirse, desconectar y aprender y eso me llena muchísimo! Si tengo días libres voy al taller a hacer mi propios proyectos, así que mi ocio y mi negocio para mi están ligadísimos.

¿Qué le apasiona de El Artelier?

-La versatilidad de campos que puedo meter bajo sus alas.

Además de los cursos de pintura, ¿en qué otros proyectos está embarcada?

-Me meto en todo lo que puedo porque me encanta y estos años atrás he estado impartiendo clases de arte en entidades de salud mental como Arcadia, Asapme o Cruz Blanca. También en la Escuela de segunda oportunidad, con chavales con alto riesgo de exclusión social y laboral. Con el Ayuntamiento de Loarre hemos llevado a cabo dos años un proyecto de arte mural en el que 10 personas con estudios universitarios de arte venían al pueblo a pintar un muro colectivo durante una semana. Creo que este año volveremos a sacarlo. Aparte de esto, he creado una asociación carnavalera con la que hemos salido varios años en la cabalgata y este año ¡no va a ser menos! Tenemos muchas ganas de este año, será como renovador después de estos años de parón. Creo que hay que salirse del día a día de vez en cuando para nutrir nuestro intelecto y relaciones personales. Aceptar nuevos retos y practicar la fantasía.

¿Cuál es la excitación que más le irrita?

-Me irrita la apatía y la falta de valores.

La sonrisa es el lenguaje universal de las personas inteligentes. ¿Sonreímos poco?

-Supongo que siempre se puede sonreír más. Es muy necesario. Si algún día alguien del taller viene apagado, intentamos entre todos que una sonrisilla saque antes de irse.

Dice Howard Gardner que no hay buen profesional que sea mala persona. ¿Conoce a alguno para contradecirle?

-Bueno, conozco gente muy buena en su trabajo que en el plano personal no lo es tanto, pero no me atrevo a afirmar una generalidad así. Cada uno tenemos un baremo diferente de lo que es ser buena persona, ¿no cree?

¿La inmigración es una bendición o una necesidad?

-Para los que lo tienen que hacer obviamente es una necesidad, en cuanto a mi respecta, es una bendición cultural la que nos aportan a nivel musical, artístico... La diversidad es cultura.

¿Cómo ayuda el arte en la superación personal?

-Casi todas las personas (adultas) que vienen a mí me dicen que les encanta el arte pero que lo hacen fatal. Esta es su carta de presentación y no suele ser verdad. Conforme se van metiendo en faena, ven de lo que son capaces y se sorprenden, se animan y encuentran un motivo para superarse.

¿Quién es para usted un galáctico en su admiración?

-Admiro mucho a nivel artístico a las personas que trabajan en ilustración o en venta de obra porque tanto editoriales como distribuidores se llevan el porcentaje más amplio de beneficio por lo que al artista le quedan las miguitas. Me parece un abuso que eso sea así. A nivel artístico me encanta la ilustradora francesa Aude Picault pero mi biblioteca está llena de artistas en los que me baso para trabajar.

¿La hipocresía cotiza al alza o a la baja?

-El mundo del arte sí que es algo hipócrita porque se alaba al artista pero no se le recompensa. Siempre tienes que andar negociando tus precios o ajustándote a presupuestos irrisorios. Por suerte no en todos los proyectos es así. Pero al artista se le negocia y a un fontanero, no.

¿Poderoso caballero es don dinero?

-¡Desde luego! Si tienes más dinero puedes acceder a mejores estudios, presentarte a grandes galerías, hacer una buena campaña de publicidad y pagar a una persona que gestione tu obra y, por tanto, vender más. El dinero llama al dinero.

¿Digital o analógico?

- Yo siempre analógico. Uso la tecnología para lo justo.

¿Qué es lo que le gusta exprimir hasta la saciedad?

-El tiempo. Sobre todo, los ratitos de concentración en soledad.