"No hay ninguna actividad en el medio natural con tanta repercusión" como el pastoreo en todos los ámbitos, desde la protección del medio ambiente hasta la fijación de población en el medio rural, ha manifestado Enrique Fantova, director técnico del Grupo Pastores, al recoger este viernes, en nombre de todos los pastores y pastoras de la provincia el Galardón Félix de Azara. La DPH ha querido reconocer así el valor "incalculable" de esta profesión para el desarrollo territorial, el equilibrio demográfico y la preservación ambiental. El acto celebrado en el Palacio de Congresos de Huesca presentado por la actriz Itziar Miranda y el periodista Sergio Lacasa, y que ha contado con la música de Emociones a la Carta con canciones de Brasil, Argentina y Aragón en homenaje a tres lugares fundamentales para el propio Azara, ha puesto de relieve la importancia y repercusión en la provincia de esta más que profesión, modo de vida. O como lo ha ilustrado Fantova: "Huesca está dibujada por los hocicos de sus rumiantes". Sin embargo, a pesar de la trascendencia de esta labor, el pastoreo atraviesa un grave momento. "Félix de Azara estaría alarmado por la situación -ha dicho Fantova- porque en 10 años hemos perdido 474 ganaderías de ovino. Cada semana hay un rebaño menos y eso son menos personas, menos empleo, menos edificios, menos caminos..." en el medio rural y natural. Con 780 ganaderías de ovino y caprino y otras 550 de vacuno en la actualidad -"esto es lo que podemos considerar ganadería extensiva, de rebaño", ha indicado el director técnico del Grupo Pastores-, el sector es un activo "muy importante" pero "se nos ha quedado en mucho menos de lo que éramos hace poco". Acompañado por una representación de pastores de todos los territorios de la provincia, Fantova ha aprovechado el acto para sacar a la palestra las reivindicaciones del sector con las que revertir esta preocupante tendencia. "Estamos convencidos de que si hay medidas políticas y empeño, los profesionales podrán seguir de manera digna", ha proclamado. Y eso pasa por medidas concretas como la mejora de las zonas de pasto, con coeficientes "reales", desbroces o quemas; la implantación de nuevas tecnologías tanto para seguir velando por la salud del ganado como para mejorar las explotaciones, o favorecer el relevo generacional y la incorporación de la mujer al pastoreo. Pero hay más, y muchas de ellas pasan por la formación y educación. Fantova, en declaraciones previas a la entrega, se ha detenido en este momento para indicar la mucha "ilusión" que genera la Escuela de Plan, sin olvidar la ECA (Escuela de Capacitación Agraria) Montearagón, la finca de La Garcipollera del CITA o la Escuela Politécnica Superior, que "colabora en muchos de los temas que estamos trabajando en la ganadería y con el medio ambiente". Fantova ha sacado pecho de la calidad de los productos de los pastores, de la ganadería extensiva, unos productos "de cercanía, con unas garantías totales desde todos los puntos de vista. Organolépticamente, son productos que compiten muy bien con cualquier producto exterior y necesitamos que se ponga en valor no solo la actividad, sino también los productos que hacemos". Otras reivindicaciones de los pastores son la existencia de "medidas claras" en las zonas que hay lobos y osos "para garantizar la continuidad" de las explotaciones, la reducción de las cargas burocráticas o las ayudas específicas para el pastoreo en zonas angostas. La adopción de políticas "reales y buenas" en estos ámbitos permitirán que las ganaderías se mantengan en el territorio y dejemos de "desaprovechar" este "importante" recurso. Miguel Gracia, presidente de la Diputación Provincial -que concede por decisión unánime el galardón a los pastores-, ha afirmado que "era un deber de la provincia" hacer un reconocimiento público a un oficio que ha hecho y hace un gran trabajo por el territorio, y más hacerlo "en unos momentos en los que tenemos un gran debate de cómo se gestiona lo forestal, si se ha gestionado bien o no, y ellos hacen una labor fundamental". Sin embargo, y "desgraciadamente", "cada vez hay menos y necesitamos apoyo para este sector que mantiene territorio, ecosistema, sostenibilidad y, sobre todo, mantiene pueblos y actividad económica en el territorio". Al respecto de sus reivindicaciones, Gracia ha expuesto que aunque medio rural y urbano se necesitan, "no se puede pretender que el más débil sufra en mayor medida por (las medidas contra) el cambio climático, cuando además no es el responsable". "Se nos aplica un trato diferente con lo urbano y lo industrial", ha agregado. Ha reclamado "sacarnos el complejo de silencio" ante algunas ciudades y Administraciones y ha contrapuesto "la experiencia de siglos" de los pastores con algunas leyes "que se hacen desde el desconocimiento y con una mal entendida superioridad cultural". En cuanto a todos los demás premiados -y a los galardonados con el Félix de Azara en los últimos 25 años, presentes en el acto-, el presidente de la DPH ha afirmado que "todos vosotros sois la cara del compromiso de la gente de la provincia en defensa de este territorio", desde todos los puntos de vista: territorial, demográfico, económico y ambiental. El listado de reconocidos en esta vigesimoquinta edición son David García Malo por "Reliquia glaciar" en el Premio Internacional de Fotografía David Gómez Samitier; el IES de Castejón de Sos por su proyecto "Abre-árbol" en la categoría de Premios Escolares; el podcast "Repoblados" de Javier Castillo, Serena Gabriela Iordache, Bruno Fortea y Joan Sánchez en el apartado de Medios de Comunicación Social; Carnísima Aínsa por Guara.bio en Empresas; y Fundación Ibercaja Huesca por "El Bosque del cole". Las becas de investigación recalan en la Escuela Politécnica Superior por su trabajo "Las quemas prescritas como herramienta para evitar los grandes incendios forestales", realizado por el grupo dirigido por Andoni Alfaro; y "Agua y corriente. Cuando los ibones perdieron su nombre", de Carlos Tarazona. Finalmente, las ayudas para la edición son para la Editorial Prames por "Paseos fotográficos por el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido", de Francisco Serrano, y para Miguel Bartolomé Úcar por "Paleunda: Paleoinundaciones en el Pirineo Central".