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Paca Arroyos Belloc: “Siempre he ido contenta a trabajar, nunca me ha supuesto un trauma”

Enfermera, trabajó 30 años en Huesca y 10 en Bruselas, y destaca “lo mucho que aprendes de la fortaleza de los pacientes”

Paca Arroyos Belloc, en Barcelona.
Paca Arroyos Belloc, en Barcelona.
F. T.

Yo he tenido que estar con la sanidad belga cuando he trabajado allí y puedo decir que no sabemos lo que tenemos en España. La sanidad que tenemos aquí es un lujo y la tenemos que cuidar. En Bélgica, ibas al médico y lo primero que hacías era pagar y luego la mutua te reembolsaba una parte, nunca el cien por cien. Allí los pacientes decían: ‘pero de verdad me tengo que hacer un escáner” y en España, ’vamos al médico y le decimos por qué no me manda un escáner’”. Así habla de la sanidad pública española Paca Arroyos Belloc (Castelflorite, 1958), enfermera del Hospital San Jorge, de Huesca, 30 años y otros 10, de la Comisión Europea, en Bruselas.

Su etapa formativa fue muy variada. Educación básica, hasta los 11 años, en Castelflorite. Después, dos cursos en Calatayud, interna en Santa Ana, donde tenía una tía monja. “Ir a Calatayud era todo el día: íbamos con mi padre, con el cartero, hasta El Tormillo para coger el tren a Zaragoza, y aquí un autobús hasta Calatayud”. El Bachiller elemental, dos años interna en Santa Ana de Monzón y el Bachiller superior, en la Universidad Laboral de Zaragoza.

Comenta que “de cría quería ser bailarina de ballet clásico, me gustaba, pero nunca tuve posibilidad de hacer ballet. En la Universidad Laboral me decían que me fuera por la rama de los idiomas, pero a mí eso no me gustaba, y en 1976 comencé Enfermería en Huesca, que me gustaba mucho”.

En 1979 obtuvo el título en la Escuela de Enfermería y a él añadiría posteriormente otros dos: diploma en Enfermería de Empresa (Escuela Nacional de Medicina del Trabajo, 1984) y Diploma de Grado en Comunidades Europeas (Universidad Politécnica de Madrid, 1990).

Consiguió plaza en propiedad el 14 de abril de 1981 en el Hospital San Jorge, donde desde julio de 1979 había trabajado ya en Urgencias y Cuidados Intensivos y desde 1980, en Medicina Interna y Quirófano. Volvió a este servicio en 1982 y estuvo cuatro años en Cuidados Intensivos, hasta el 31 de marzo de 1986. Luego pasaría por Hemodiálisis, y fue supervisora de Área de Servicios Especiales (del 1/11/1988 hasta el 30/09/1990) y supervisora de Área de Hospitalización (del 1//10/1990 hasta el 30/09/1993).

Comenzó entonces un periodo de 12 años que le llevó, junto a su marido, también enfermero, a Luxemburgo y Bruselas. En Bruselas estuvo en el Servicio Médico y en una guardería de la Comisión Europea.

Regresó a Huesca y “me reincorporo al Hospital San Jorge como enfermera en el Circuito Oncológico (farmacia y hospital de día), del 30 de agosto de 2006 a septiembre del 2014, y hasta septiembre del 2021, como supervisora de este servicio de Oncología”.

Comenta Paca que “como trabajo, me gustaba más el hospital, pero es verdad que lo de Bruselas era interesante y que fue enriquecedor estar allí con compañeros y compañeras de diferentes nacionalidades. Además, estos años en Bruselas me sirvieron para quitarme las orejeras que tenemos a veces en España de que nos parece que los españoles somos tontos y no sabemos hacer las cosas como los del resto de Europa, y al llegar allí te das cuenta de que en lo referente a la Enfermería, estábamos muy valorados allí”.

Ahora va a por su segundo año de jubilada y tiene tiempo para los recuerdos en sus diferentes trabajos, que conllevan, mayoritariamente, intensas y agradables emociones. Y es que “trabajar en la sanidad y sobre todo estar con los pacientes, especialmente los de Oncología o los de la UVI, me ha dado mucha satisfacción. Yo siempre he ido a trabajar contenta y nunca me ha supuesto un trauma ir a trabajar en cada uno de los servicios que he estado, porque he tenido buen ambiente de compañeras y al estar con pacientes que están sufriendo, que lo están pasando mal, aprendes mucho de ellos, de la fortaleza que tienen, y te vienes satisfecha a casa de ver que tú les has podido aportar algo a ellos”.

Sobre Oncología, resalta que se ha avanzado en los tratamientos. Hace años “eran como un estándar” y luego, “he visto que cada vez había más estudios genéticos y eran más individualizados, según cada tipo de paciente y de tumor. Además, ahora hay mucha más supervivencia y el cáncer se tiende a cronificar, como puede ser la diabetes o un problema cardiológico”.

Se jubiló en 2021, cuando la pandemia de la covid-19 seguía activa. En su servicio “no teníamos que estar aislados”, pero Paca, “al mes de que se declarara el covid, lo cogí y estuve un mes en casa”. Una época que la recuerda “con miedo al principio, porque no se sabía cómo iba a evolucionar, qué es lo que iba a pasar, no teníamos material suficiente y llegaba muchas veces al hospital por donaciones…”. A los pacientes de Oncología, “se les alargaba todo lo que se podía el ciclo y se tenía mucho cuidado cuando venían al hospital de día porque son pacientes inmunodeprimidos…”.

Ahora, ya pensionista, “no me he puesto una actividad concreta ni obligaciones. Los primeros meses me apunté a unas charlas en el centro de mayores del Perpetuo Socorro, que hacen unos programas muy buenos, pero ahora voy según van surgiendo las cosas. Eso si, quedamos las amigas jubiladas a tomar un café o a comer, me ocupo más de la familia, leo más, voy al cine y me gusta viajar… ¿El monte? Me tira más la playa, el mar me relaja”.

Pero el relax lo tiene garantizado aquí, que vive en Alerre “y levantarte y oír los pajaricos, ver la sierra, estar en el jardín de casa…, me da mucha tranquilidad”. Pues a disfrutar.