Lidia Bañares: “Al niño se le mandaba a la pizarra y a la niña a recoger la basura”

¿Cómo puede influir el proyecto de la Ciudad de las Niñas y los Niños?

—Compartimos todo con niños de 10 a 12 años, y ellos trabajan por igual sean de un género u otro. Las tareas son compartidas entre todos, lo hacemos todo todos. Y el hecho de que los niños se den cuenta de sus derechos, es destacable. Creo que trabajando la participación infantil lo hacemos también con el auto concepto. Un niño o niña con él, cuando se le dice que es capaz y puede hacerlo, eso influye positivamente en su día a día. Esperemos que en el futuro sean capaces de tomar su propio destino.

¿Encontró obstáculos para ser docente por ser mujer?

—El mundo de la enseñanza está cargado de mujeres. Sin embargo, sí es cierto que existía y existe desigualdad entre los estudiantes. En el Grado de Infantil, cuando venía el periodo de elección de delegados, a pesar de que hubiera muchas más mujeres, siempre había tendencia para votar al chico. La mujer siempre ha estado en un segundo plano.

El ámbito familiar también es muy importante.

—Recuerdo que recogíamos testimonios muy tristes. Interacciones en aulas en las que al niño se le mandaba a la pizarra para corregir un problema y a la niña a recoger la basura. Estamos perdidos si les enseñamos eso.

¿Cuánto cree que ha avanzado la sociedad?

—Podemos decir que hemos avanzado bastante a nivel de legislación, pero no lo tengo tan claro a nivel de actitudes personales. En mis últimos años como docente, veía que los universitarios tenían posturas machistas, tanto chicos como chicas. Cuando les hablabas de desigualdad, te lo negaban. Si leemos a María de la O Lejárraga, dice que toda mujer, por el hecho de serlo, debería ser feminista. Lo dice en 1925, y es muy grave ver la involución que hay entre generaciones.