Huesca

SEMANA SANTA

Los oscenses viven con gran fervor y devoción la procesión del Santo Entierro

Por la mañana se ha celebrado la concentración de bombos y tambores y la salida de los romanos, los actos terminan este Domingo de Resurrección 

El Cristo del Perdón a su llegada a la plaza de la catedral.
El Cristo del Perdón a su llegada a la plaza de la catedral.
Javier Navarro

La jornada más emotiva y solemne de la Semana Santa de Huesca se ha desarrollado con gran fervor y devoción entre los más de 1.200 cofrades, de todas las edades, que este año han participado en la celebración y los miles de oscenses que han salido a la calle para presenciar los tres actos que han tenido lugar a lo largo de Viernes Santo.

El Santo Entierro, la solemnidad central y más multitudinaria, ha realizado el habitual recorrido por las calles del centro y el Casco Histórico ante la presencia de los fieles que han observado en silencio y con gran recogimiento el recorrido de todos los pasos, imágenes y personajes que lo componen.

Con los trajes y resto de complementos perfectamente cuidados y con ganas de cumplir con la cita, en una tarde inusualmente calurosa se han ido congregando los cofrades desde pasadas las seis para ocupar su lugar y realizar un recorrido que a los primeros les ha ocupado poco más de dos horas. El inicio del paseo Ramón y Cajal se ha teñido con los colores de las túnicas de los penitentes, cada una distinta, y las flores que adornan las peanas de los pasos, y entre ellas destacaba el negro del riguroso luto que marca la indumentaria  que lucen las manolas. Y todos ellos, con emoción e incluso nervios, han aguardado hasta sus respectivos turnos de salida para cumplir con la tradición y recogerse en el silencio durante toda la procesión.

Los equites, seguidos de la antiquísima gran cruz iluminada, han sido los encargados de encabezar la comitiva que ha emprendido la marcha a la hora marcada, las 19:00 y el sonido de los tambores junto con el olor del incienso ha ido tomando las calles con un recorrido más ágil al comienzo pero que en las calles más empinadas se ha ido ralentizando, más si cabe en el caso de los pasos que se portan a hombros. Además en algunos puntos del Casco Viejo se han escuchado saetas y dedicatorias tanto a las figuras que representan a Cristo como a la Dolorosa.

La recreación de la vida de Jesús, con los más de veinte pasos, se ha dirigido a la Catedral atravesando las calles Coso Bajo, Ramiro el Monje, plaza de San Pedro, San Salvador, plaza Arista y Las Cortes. Y a continuación, ha regresado a la plaza de santo Domingo discurriendo antes por las calles Santiago, Pedro IV y plaza de Lizana para tomar el Coso Alto hasta la calle Moya y la plaza López Allué y finalmente ha bajado por las calles Cuatro Reyes, Goya y Coso Bajo.

A los Ministriles y el Coro de Sibilas, les ha seguido la Entrada de Jesús en Jerusalén, y tras ellos los personajes del Antiguo Testamento, el Coro de Hebreos, el Cenáculo, la Oración del Huerto... -algunos de los pasos de con sus más de un siglo de antigüedad- han ido pasando uno tras otro, y el Cristo Yacente ha cerrado la comitiva junto con las autoridades que han finalizado el recorrido ya en noche cerrada. 

Al final caras de cansancio, mucha satisfacción y abrazos, especialmente entre quienes han participado como costaleros llevando a hombros uno de los pasos, y una vez en Santo Domingo se ha cumplido con el último ritual.

En la entrada del templo han hecho pasillo los romanos, y ante la presencia de algunos fieles se ha entrado la imagen del yacente mientras sonaba la música y se escuchaba una oración de las sibilas y se ha colocado ante el altar. Las autoridades han sido las primeras en rendir honores, después lo han hecho ocho agentes de la Guardia Civil, que esperaban en formación, miembros de la Policía Nacional que han participado en el desfile procesional, y algunos cofrades y devotos, un ritual marcado por el recogimiento y el simbolismo.

José Luis Gómez, portavoz de la Archicofradía de la Vera Cruz,  organizado del Santo Entierro, ha mostrado su satisfacción por el resultado de esta espectacular propuesta religiosa que se ha desarrollado sin incidentes que con el acto final se ha prolongado durante cuatro horas.

Tambores, bombos y romanos

Por la mañana las calles de la capital oscense se han llenado de cofrades luciendo su túnica pero con la cara descubierta y portando tambores y bombos que se han ido concentrando en la Plaza López Allué y San Pedro para participar en el primer acto de la jornada de Viernes Santo.

Y con gran puntualidad a las 11:30 ha comenzado la concentración de bandas de tambores y cornetas que tras una primera exhibición en López Allué han desfilado bajando por la calle Moya, Coso Alto, Coso Bajo, hasta la iglesia de santo Domingo.

Además en la plaza ha tenido lugar la entrega del cheque solidaria a Manos Unidas cuya delegada, Rosa Tenas, a sido la encargada de recoger el talón de 2.500 euros con el dinero recaudado en las cuestaciones de los últimos días.

También ha finalizado en esa iglesia el desfile de romanos que ha salido  a las 14 horas de la Catedral para hacer guardia junto al Cristo Yacente mientras los fieles han ido pasando durante varias horas para adorarlo.

La Semana Santa de Huesca concluye este domingo con la Procesión del Resucitado, que partirá a las 11:00 horas desde la Iglesia de santo Domingo y San Martín. En ella se sacará al Cristo Resucitado y a la Virgen de la Esperanza, que se encontrarán en la plaza de San Pedro, donde habrá una suelta de palomas.