OJO AVIZOR
El Círculo Católico, un reencuentro con la Osca de hace 2.300 años
La Huesca romana tuvo una gran importancia durante las Guerras Sertorianas y aún se
conservan restos de un templo y casas de las clases acomodadas
El antiguo foro, el corazón de toda ciudad romana, se esconde -nunca mejor dicho- en el Círculo Católico de Huesca, espacio que se encuentra bajo el garaje de un bloque de viviendas a unas decenas de metros de San Pedro y que hoy sigue cerrado al público, a la espera de que se materialice el reciente anuncio -el tercero ya en las últimas décadas- de DGA y Ayuntamiento para su musealización y apertura.
Como centro neurálgico de Osca, en los alrededores del foro se encuentran restos de los edificios y estructuras que a todos nos vienen a la cabeza al pensar en una ciudad romana.
A un lado se encuentra el sacellum (templo) que los arqueólogos creen consagrado a Baco, el dios del vino. En esta zona han aparecido materiales arqueológicos “de carácter mitológico y ritual”, indica el Departamento de Educación y Cultura.
A escasos metros del templo se conservan estructuras domésticas, que los estudios identifican como pertenecientes a las clases acomodadas romanas, los patricios. Y en una de ellas, la conocida como Casa de las Rosetas, se ha identificado un tablinum (un despacho) con un larario, el espacio donde se hacían ofrendas a los lares, los dioses y espíritus protectores del domus, la casa romana. “Si esta hipótesis se confirmarse, estaríamos ante el espacio destinado al culto privado más antiguo del valle medio del Ebro”, señala el Gobierno de Aragón.
Y en esta misma zona, tres viales de la época republicana de Roma, bajo los que se han descubierto y documentado nuevos edificios de carácter monumental.
“Es muy importante preservar” todos estos hallazgos, afirma Marisancho Menjón, directora general de Patrimonio de la DGA, porque “marca el centro” de la urbe romana.
Pero no solo se han encontrado edificios e infraestructuras. Pueden ser los elementos más llamativos para los profanos, pero es con “los restos materiales” con los que los expertos pueden “contextualizar y datar” el conjunto, explica Menjón.
Estos restos materiales hablan de la relación de Osca con otros lugares de Hispania y “evidencian la importancia” que tuvo la ciudad en aquellos siglos.
Ejemplos de estos restos materiales, encontrados en el templo a Baco o junto a él, son el skiphos vidriado con Atenea (un skiphos es una vasija de cerámica de la antigua Grecia), un oscillum (pequeñas figuras a modo de ofrenda) de tema báquico y un vaso con relieves del alfarero Verdullus.
Cultura resalta la importancia de este último, “un vaso de paredes finas con decoración a molde del alfarero riojano Caius Valerius Verdullus, del que hasta la fecha solo se habían localizado en Aragón fragmentos sueltos en Osca y en la colonia Victrix Iulia Lepida (Celsa, en Velilla de Ebro). Estos vasos son realizados por encargo y tienen un carácter conmemorativo o de ofrenda, de ahí su presencia en el entorno inmediato al templo”.
Y afortunadamente los elementos materiales encontrados están “muy bien preservados” y se pueden contemplar en el Museo de Huesca.
Guerras Sertorianas, Roma contra Roma
Hasta aquí los restos encontrados, pero ¿qué importancia tuvo Osca?, ¿fue una ciudad más de la República romana?, ¿una pequeña capital de provincia languideciente sin peso en la historia? Para nada. La Osca romana está indisolublemente ligada a Quinto Sertorio. Y Sertorio, un militar y político de las últimas décadas de la República romana, es mucho más que la academia que fundó y que hoy se conoce como Universidad Sertoriana.
“Osca fue muy importante pero apenas quedan restos visibles”, declara Marisancho Menjón, directora general de Patrimonio de la DGA, quien añade que durante las Guerras Sertorianas, la Huesca romana “fue muy, muy peleona”, “igual” que siglos después “durante la conquista islámica”. “Era un pueblo belicoso que defendía mucho su independencia”, resume.
En una época en la que Roma se enfrentaba a sí misma por la extensión de derechos (la Guerra Social y después los enfrentamientos civiles entre optimates y populares), este general dio nombre a la confrontación en Hispania entre los partidarios de la aristocracia y un Senado restringido -los optimates- y quienes abogaban por los plebeyos y las asambleas del pueblo -los populares-. Tal fue la importancia de Sertorio que Guerras Sertorianas se llamó al conflicto entre ambos bandos entre el 82 y el 72 antes de Cristo, finalizando con su muerte, precisamente en Osca, en una conspiración de sus, supuestamente, más allegados.
Decenas de miles de legionarios desfilaron y combatieron por Hispania durante las Guerras Sertorianas, cifra que ilustra la magnitud de la conflagración. También lo hicieron varios procónsules -la segunda autoridad del Estado romano durante la República, solo por detrás del cónsul- que los optimates enviaron desde la ciudad eterna hasta la península para sojuzgar la rebelión de Sertorio. Incluso lusitanos y jinetes mauritanos participaron en el conflicto en el bando de Sertorio.
Los nombres de los optimates más conocidos durante estas guerras son Quinto Cecilio Metelo Pío y, sobre todo, Pompeyo, miembro del triunvirato de Julio César, posterior enemigo de este -muriendo en Egipto durante otra guerra civil- y fundador de Pamplona, Pompaelo, durante las Guerras Sertorianas.
La inclinación popular de Sertorio venía de familia. Uno de los rostros más reconocibles de esta facción era Cayo Mario, su tío; héroe de la guerra contra cimbrios y teutones -que fácilmente podría haber acabado con Roma- y siete veces cónsul, cinco de ellas consecutivas, siendo el estadista que más veces ocupó el cargo durante la República.
Pero Mario es conocido ante todo por ser el fundador de la legión que todos imaginamos: ya en centurias en vez de manípulos y ya con soldados con un equipamiento homogéneo y no divididos por panoplia y experiencia como ocurría con los hastati, princeps y triarii previos. La legión fundada por Mario se demostró casi invencible en el campo de batalla durante varios siglos, coincidiendo no por casualidad con el apogeo de Roma, uno de los mayores imperios de la historia.
Y aunque Sertorio comenzó con ciertas victorias en las guerras que llevan su nombre, la apabullante superioridad numérica de los optimates, con refuerzos desde Roma cada vez que era necesario, inclinaron la balanza en contra del líder popular.
Tres campañas de excavaciones y un proyecto de musealización
Descubierto en 1991, el Círculo Católico alberga también restos desde la prehistoria hasta época medieval. Tres campañas de excavaciones fueron revelando la evolución de la ciudad desde la Bolskan íbera hasta la Huesca actual, pasando por la Osca romana, la Wasqa árabe y la ciudad medieval.
Los primeros trabajos (1991-94) estuvieron dirigidos por Antonio Turmo y Nieves Juste. En 2002-03 cogieron el relevo Francisco Javier García Calvo y Aránzazu Montaner, y José Luis Cebolla dirigió las últimas (2004-06).
Un fondo de cabaña de la Edad del Bronce con abundante ajuar es el resto más antiguo. Correspondientes a siglos posteriores se documentan niveles de ocupación de la Edad del Hierro, así como ibéricos, y también hay niveles islámicos asociados a restos de estructuras domésticas, aunque muy alterados por construcciones posteriores de época moderna y contemporánea. El Departamento de Cultura añade que estos “fueron desmontados para poder excavar e interpretar mejor los niveles inferiores”, más antiguos.
El proyecto , pendiente de una convocatoria del Ministerio
El Gobierno de Aragón anunció recientemente un nuevo proyecto para musealizar y abrir al público el Círculo Católico. En esta ocasión, la iniciativa depende de una convocatoria del Ministerio de Industria y Turismo y el primer paso es la adscripción del yacimiento arqueológico a la Dirección General de Patrimonio del Gobierno de Aragón, un trámite que estará “terminado en breve”, afirma Menjón.
Y con este paso dado, se podrán pedir estas ayudas cuando el Ministerio abra el plazo. La convocatoria tiene como fin la rehabilitación y musealización de espacios de uso turístico, como “perfectamente es el caso del Círculo Católico”, sostiene la directora general de Patrimonio.
A pesar de que el plazo aún no se ha abierto, la DGA ya está trabajando en la memoria valorativa del proyecto, que supondría habilitar un acceso al Círculo Católico, la parte “más difícil” ya que encima del yacimiento están los garajes de unos bloques de viviendas.
El proyecto, que es de “bastante volumen” económico, también incluye paneles explicativos de cada parte del yacimiento. Los plazos estimados que maneja la DGA, en caso de recibir las ayudas, para acabarlo apuntan a 2025.
