Josefina Lanuza: "La provincia de Huesca se puede contar a través del arte o el paisaje"

Nació en Santa Cruz de la Serós pero ha vivido toda la vida en Huesca. ¿Qué significa ser altoaragonesesa para usted?

—Ser de Huesca significa todo, Desde luego, me siento de la tierra. Me ha gustado mucho viajar, pero me siento muy orgullosa de Huesca, que aunque es una ciudad pequeña también tiene su identidad. Y la montaña y el Pirineo, que es lo más maravilloso que tenemos, y no sé si desde la capital nos damos cuenta de eso. Ahora la gente sí que se mueve mucho pero en mis tiempos, de niña, no creas que se hacían muchas excursiones por el Pirineo, exceptuando Peña Guara, que cuando surgió yo tendría unos 20 años. (Entonces) ya hacíamos un esfuerzo por subir los domingos.

Por su trabajo como locutora en la radio ha recorrido parte de la provincia, ¿qué lugares simbólicos tiene esta región para usted?

—Principalmente, la Jacetania. Jaca tiene una personalidad impresionante que además la va acrecentando. El esquí y el arte hacen que ahí se aglutine mucha gente. Y personas de fuera conocen Huesca por Jaca. De cuando hice ‘Encuentros con la Historia’ fuimos por la provincia todo lo que pudimos, porque los medios tampoco te permitía llegar a todas partes. Llegamos hasta a Aínsa, a Santiago de Agüero, un románico precioso, que no conocía mucha gente. Pero también, el Sobrarbe, Graus es una maravilla...

¿Con qué palabras y/o adjetivos se puede contar esta provincia?

—La provincia de Huesca se puede contar a través del arte, porque tiene románico; tiene paisaje, el Pirineo; gastronomía, tiene buen clima...

Empezó en la radio con 19 años y estudió Magisterio, pero ¿cómo acabó definitivamente en las ondas?

—Llevaba siete años en Radio Huesca cuando hice oposiones a Magisterio. Y me fui a Lecina, donde la Carrasca, ahí estuve dos años que era lo que había que estar para consolidar la plaza. Luego volví, porque me guardaban la excedencia.

¿Por qué quiso volver?

—Sopesándolo me gustaba más la radio. También me gustaba la vida de pueblo, pero para unos años. Eso no era plan, para venir a Huesca tenías unas horas de autobús. Entonces no se conducía, había sólo un camión para toda la comarca. Era una vida... Los maestros eran héroes.

Usted que ha sido informadora cultural, qué opina del cine como seña de identidad de la provincia.

—El cine, como seña de identidad, ha supuesto muchísimo para muchísima gente, con el Festival de Cine. O por tener a Carlos Saura... De Saura me las he visto casi todas, aunque algunas no las entendía... También, la pintura, con Beulas, José Luis Gratal, Teresa Ramón, Leoncio Mairal.

¿Qué significa la palabra para usted?

—Contenido y emociones, no juntar letras.

Dígame un lugar de la provincia que para usted sea ‘lo más’ y un recuerdo vinculado a este.

—La Sierra de San Juan de la Peña. (Y el recuerdo), cuando me mandaba mi madre a Santa Cruz de la Serós todos los veranos a ver si era mejor comedora que en Huesca.

¿Y en Huesca?

—El parque Miguel Servet.

¿Cree que el Alto Aragón es una tierra de diálogo y buena convivencia?

—Creo que sí, aunque hay muchas comarcas y siempre ha habido piques y esas cosas... Sí lo creo. Aínsa por ejemplo, hay gente de todas las culturas y de todas las zonas. El Día del Traje Ansotano, no digo nada... Aquí cuando llega San Lorenzo vienen de toda la provincia. Y los medios de comunicación, importantísimos en esto, y la radio que llegaba a todo el mundo, hasta el que no sabía leer. Conozco pastores que me han dicho: ‘¿Sabes la compañía que me has hecho en el campo?’.

Cuando el periodismo cuenta lo que pasa en lo cotidiano...

—... es cuando de verdad se une territorio.