Mari Carmen Espías: “Cuando hay un equipo con ganas y la lucha merece la pena, me involucro”

Mari Carmen Espías lo tiene claro: “Una persona sola puede llegar a un punto, pero cuando te juntas puedes llegar a muchos más sitios”. De esta forma se refiere al espíritu que hay detrás de la actual Ceoe Cepyme Monzón-Cinca Medio, a donde llegó, dice, “un poco de rebote” tras hablar con el presidente Ángel Más, primero formando parte del comité, actualmente, ostentando una de las dos vicepresidencias. “No dispongo de mucho tiempo, pero cuando veo que hay un equipo, que responde, que tienen ganas de desarrollar proyectos, y pienso que la lucha merece la pena, me involucro”.

Atajar la falta de mano obra cualificada a todas las escalas y lograr un suelo de calidad para evitar que empresas se echen atrás en la idea de instalarse en Monzón son los retos que afronta en estos momentos la organización, con proyectos, entre otros, como el de Turismo Industrial, con el que se busca atraer talento de toda Europa y potenciar la industria de la región.

Así, Espías entiende el avanzar en este desarrollo, teniendo presente que se es parte del tejido industrial aragonés, para lo cual considera fundamental contar con infraestructuras en condiciones. Y ahí señala un debe, el tren, que es “muy valioso y cada vez tenemos menos viajes y eso corta las comunicaciones”.

Esa decisión de implicarse en la tarea de potenciar el tejido empresarial de la zona le ha obligado a “administrar muy bien el tiempo, porque no puedes quitarlo de tu empresa”. Así que toca, “sacarlo de horas de sueño, principalmente para poder llegar a todo”.

Desde que se incorporara a la empresa de construcción familiar en 2008, de la que ahora es la responsable, ha visto al sector caer y recuperarse; una reinvención después de una crisis que hizo que “gente muy profesional se viera en la calle y tuviera que buscarse la vida”, saliendo por ejemplo al sector industrial. “Esa gente ya no ha vuelto”. Un renacer determinado por normativas “cada vez más estrictas” que obligan a actualizarse, “a estar a la vanguardia”, también en cuestión de materiales para lograr edificaciones más eficientes. Eso conlleva estar abierta “al aprendizaje constante” como empresa, pero también de formar a nuevos profesionales. “Es la única manera que veo de salir para adelante”.

El ponerse al frente del negocio familiar también le ha supuesto en ocasiones tener que “demostrar más. Parece que las cosas te vienen mejor dadas, pero también miran con lupa todos los movimientos que haces”.

Espías lamenta que no haya más mujeres trabajando en la construcción también a pie de obra. “Preparando una charla encontré una fotografía de dos albañilas en Sevilla, y pensé, qué manera de retroceder. Eso hoy no lo vemos en ningún sitio y a mí me encantaría”.