Huesca

DÍA DE ARAGÓN

Familia Ferrer: La historia de Aceites Ferrer se encamina hacia su cuarta generación

La empresa familiar, en Bierge, es de las más antiguas entre las 125 censadas en la Asociación Empresarios de la Sierra de Guara

Toño Ferrer, Mercedes Correas y Sergio Ferrer, en el establecimiento de Aceites Ferrer.
Toño Ferrer, Mercedes Correas y Sergio Ferrer, en el establecimiento de Aceites Ferrer.
Á.H.

Aceites Ferrer, en Bierge, ya “estrena” cuarta generación en el negocio iniciado por Pedro Ferrer, que siguieron su hijo Antonio (fallecido), los nietos Toño y Sergio, ahora, el bisnieto Martín. La referencia no sería completa sin citar a Mercedes Correas, que ha estado detrás del mostrador de la tienda con encanto que ha sido como “el supermercado de Bierge” durante años, recuerda Sergio quien cita a su hermana Merche para completar los tres hermanos. En las estanterías sigue la imagen “protectora” de San Pancracio que aguanta el paso de los tiempos y de los cambios.

Para todos, la tienda de ultramarinos ha sido el supermercado del pueblo y otras localidades en alimentación, productos de limpieza y carnecería

La empresa familiar es de las más antiguas entre las 125 censadas en la Asociación Empresarios de la Sierra de Guara con 30 años de trayectoria. “El abuelo, Pedro Ferrer, fue muy emprendedor y se dedicó al carbón en la Sierra de Balcés, tenían panadería, carnecería…. Tocó muchos pitos hasta que, al final, montó una almazara de aceite. La tienda de ultramarinos ha sido como el supermercado del pueblo y de otras localidades, en alimentación, productos de limpieza y carnecería de ganado propio. La tradición comercial ha sido una constante y seguimos, solo que en otros tiempos”.

Sergio recuerda: “Mi madre es de Rodellar y desde que se casó se ha dedicado al negocio, al frente de la casa y de la tienda. Ahora tenemos gente contratada porque ella se jubiló”.

Desde 1900

La tienda sigue abierta pero la orientación es diferente, hacia el aceite propio, queso de Guara, almendras, miel y productos artesanos para el turismo que viene a Bierge.

La tienda data desde comienzos de 1900, o sea que superamos el centenario. En diferentes épocas, ha sido rentable siempre porque venían clientes de localidades próximas. Ahora, las tiendas de pueblos lo tienen más difícil porque con ir a Barbastro o a Huesca tienen la compra hecha”.

En la trayectoria de la empresa, el sector olivarero ha sido una constante desde 1959, “la andadura comenzó con un molino de piedras y prensa para transformar las aceitunas que llegaban a la almazara. El olivar y el aceite han sido apuestas claras, de las que nos mantenemos. A partir de 1997 afrontamos con mi hermano Toño la transformación de la empresa con instalaciones modernas. En los últimos 20 años no hemos parado de realizar inversiones para mejorar”.

Se refiere a la Asociación de Empresarios como “una apuesta importante para la promoción del territorio y los resultados se conocen porque somos referencia turística. Se nota porque viene más gente y además, ha obligado al cambio hacia productos especializados. Creo que Bierge se ha convertido en una referencia importante en el Parque Natural de la Sierra de Guara por todos los atractivos que tiene”.

En el sector oleícola, “tenemos mucha clientela fidelizada hace años entre varias zonas, pero en los últimos años, se ha sumado la clientela francesa. Hoy vendemos nuestro aceite a clientes de Bélgica, Alemania y Holanda, además de la clientela nacional. Hace un año ya han venido operadores de clientes japoneses, atraídos por productos elaborados con variedades autóctonas, procedentes de olivos con cerca de mil años de antigüedad”.