La etapa prometedora del Alto Aragón
LA CELEBRACIÓN del Día de Aragón es siempre un motivo para hacer balance del estado de salud de nuestra autonomía, de nuestro autogobierno que, tras superados los cuarenta años de la aprobación del Estatuto, estamos en condiciones de admitir que Aragón se encuentra en una etapa prometedora tras un camino de dificultades, pero sobre todo de éxitos que nos ha permitido desplegar nuestras potencialidades. La senda que transitamos actualmente marcará los próximos años de una manera determinante e irreversible en su proyección como un territorio que ha conseguido abandonar una posición pasiva para pasar a ser sujeto activo en la toma de sus propias decisiones dentro y fuera de los márgenes territoriales.
Cada legislatura, cada presidencia del gobierno de la Comunidad Autónoma ha dado lo mejor de sí misma, condicionada por sus propias circunstancias. La mía comenzó hace ocho años y partía de una situación que seguía arrastrando las consecuencias de la crisis financiera y tuvimos que optar, casi en exclusiva, por la reconstrucción de los servicios públicos completamente debilitados.
Hoy, los servicios sociales están camino de la excelencia, la Universidad cuenta con la estabilidad de un plan de financiación plurianual, así como de inversiones; la política energética nos sitúa en los primeros puestos del país en cuanto a capacidad productora y el plan de depuración está muy avanzado en el Pirineo y el 90 % de las aguas ya se depuran en el todo el territorio. En materia económica, PLHUS atrae cada vez más empresas, AWS es una realidad, los regadíos avanzan, Ordesa es un destino natural internacional en que hemos apostado, tras una última inversión de diez millones de euros. El Centro de Ciberseguridad será una referencia nacional; en regadíos se han creado 14.900 hectáreas con 118 millones de inversión y se han modernizado zonas con 43 proyectos y 93, 2 millones. También la ganadería extensiva es contemplada en su especificidad, a la que se destina un plus de seis millones.
En el inicio de la presente legislatura marcamos unas pautas sobre lo que debería ser el Aragón del futuro, verde, social y digital. Hemos dado la vuelta a los recortes sociales del PP entre 2011 y 2015 y sin duda se han realizado grandes esfuerzos, con un aumento del presupuesto en Sanidad de 1.000 millones de euros, se han contratado a 2.000 sanitarios y, en materia de inversiones en la provincia de Huesca, impulsamos los centros de salud de Binéfar, de los Olivos en Huesca, Fidel Pagés, estrenamos las urgencias del Hospital de San Jorge, estamos construyendo el centro de salud de Barbastro y también el del Perpetuo Socorro será una realidad. Huesca tendrá por primera vez una resonancia y dispondrá de un acelerador lineal y, además, seguimos invirtiendo en innovación. En educación hemos invertido en nuevos colegios más de 240 millones en la Comunidad y se han contratado 2.000 profesores. Alcanzamos las mejores ratios educativas y una de las mejores dotaciones sanitarias por cada mil habitantes y atendemos a 37.000 dependientes, veinte mil más que hace ocho años. Hemos reflotado los servicios públicos con un incremento del 57 %.
Somos la primera comunidad en recuperar el PIB previo a la pandemia, que ha crecido en 12.000 millones, y ello se refleja en la confianza empresarial en las exportaciones; el paro se ha reducido en 50.000 personas. Huesca es actualmente una de las provincias de España con menos desempleo. La atención al medio urbano y rural por igual nos ha permitido registrar hasta un aumento de población de casi 18.000 personas.
Entre esta legislatura y la anterior, los departamentos de Economía e Industria ha agilizado, mediante la declaración de Interés Autonómico 80 proyectos (sin contar los de energías renovables) que suponen una inversión de casi 6.000 millones de euros y la creación de más de 20.000 empleos directos. 19 de estos proyectos están en Huesca con una inversión de 1.550 millones.
Tenemos una hoja de ruta muy clara con las prioridades muy marcadas, basadas en una economía con mucha proyección aún, con un modelo energético propio para abaratar la energía de familias y empresas instaladas.
En el plano de la gobernanza, este Ejecutivo ha creado un modelo basado en la moderación, la transversalidad y el acuerdo, lo que nos ha llevado a construir un camino que ha conducido a la Comunidad a ser líder en igualdad, en calidad de vida y en empleo, así como en creatividad y talento.
Me siento satisfecho por haber construido en estos años un Aragón con vocación de liderazgo, que se ha desprendido de sus complejos. Entre todos construimos un Aragón más fuerte y dueño de su destino.
