Huesca

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El desabastecimiento de fármacos se agrava sin haber visos de que acabe

La carencia se hace especialmente acusada ahora en los medicamentos para la artrosis

Los huecos en este cajón de farmacia, con foto de esta semana, ilustran la falta de medicamentos.
Los huecos en este cajón de farmacia, con foto de esta semana, ilustran la falta de medicamentos.
D. A.

La falta de medicamentos va a más con cada mes que pasa y cada vez son más los fármacos que no se encuentran en las farmacias. No es algo propio de la provincia, ni siquiera del país, sino de todo el mundo, ya que las causas de este desabastecimiento, iniciado hace meses pero que se va agravando paulatinamente, son globales.

A la dificultad para encontrar, por ejemplo, cortisona desde hace unos meses se suman ahora otros fármacos, como pueden ser los recetados contra la artrosis (condrosan), la tensión, los colirios, algunos tipos de ibuprofenos, los fármacos para ayudar a dejar de fumar (a la ausencia total de champix se suma ahora la del todacitan), determinadas medicinas para la epilepsia, calmantes, jarabes para vómitos, colirios..., explican farmacéuticos de la provincia.

“Antes era puntual (el desabastecimiento) y ahora es exagerado”, resume la situación María José Julián, secretaria del Colegio de Farmacéuticos y farmacéutica de Sena, quien “no había visto antes” una falta de medicamentos como la que se sufre ahora.

Los problemas para los pacientes se están solucionando con medicamentos similares a los que no hay, pero la situación se complica cuando son tan específicos que no hay o, cuando sí hay alternativas sobre el papel, pero estas también están sin stock. Es aquí cuando comienzan los “problemas para la salud”, aunque se están concentrando en “una minoría de pacientes”, aquellos con tratamientos que “no son muy comunes”, como la epilepsia.

Llegados a este punto, y si también fallan las redes de farmacéuticos para consultar entre ellos qué farmacia aún tiene esos medicamentos -como Farmahelp o los grupos de whatsapp que se hicieron durante la pandemia, y ambos métodos han solucionado más de un problema de falta de medicamentos-, el paciente tiene que volver al médico para encontrar un tratamiento lo más parecido posible al prescrito en un inicio, relata Julián. “El médico intenta poner otra cosa, pero eran medicamentos (los iniciales) que funcionaban muy bien”, explica.

Desde la Farmacia Mingarro de Huesca, Chema Franco Mingarro coincide en que la falta de medicamentos “está empeorando” y llama la atención sobre todo respecto al condrosan, para articulaciones (artrosis) ya que “no es como los antibióticos, no tiene sustitutos”, lo que conlleva que se tenga que esperar a que lleguen o “interrumpir el tratamiento”. “Y eso es un perjuicio para la salud, no urgente, pero sí relativo”, agrega.

Muchas causas que coinciden en el tiempo

La falta de ciertos medicamentos, en un número creciente, tiene “muchos factores desencadenadores”, señala Mingarro, que destaca los problemas de materias primas, que han empeorado por la guerra de Ucrania, y que las farmacéuticas, si tienen pocos lotes de ciertos fármacos, los distribuyen en otros países que pagan más. Y es que España tiene “precios más baratos que Europa y los laboratorios, que son multinacionales, lógicamente venden donde les pagan más”.

El desabastecimiento comenzó con la falta de principios activos, pero ahora se suman los citados y también otros como la falta de material para embalajes y blisters, afectando incluso a productos sanitarios que no son medicamentos, como los pañales para incontinencia urinaria de los mayores.

Y la situación parece que se va a prolongar: “No veo visos de que mejore”, advierte la secretaria del Colegio.