Huesca

CONSUMO

Vigilar las fugas de agua puede ahorrar 36.500 litros anuales por hogar

Feaccu establece pautas para hacer un uso responsable del recurso desde casa

Las aguas grises o excedentes de cocinar se pueden usar para regar.
Las aguas grises o excedentes de cocinar se pueden usar para regar.
Pixabay

Ahorrar agua urge. Desde el ámbito doméstico se pueden crear hábitos para hacer un uso sostenible y responsable de este recurso escaso. Sólo en un grifo que gotea, se pueden llegar a gastar en un año 11.000 litros de agua por hogar o más de 100 litros de agua al día en fugas de la cisterna, según informa la Federación de Asociaciones de Consumidores y Usuarios de la provincia de Huesca (Feaccu).

La Agencia Europea de Medioambiente afirma que el consumo de agua en España por persona y día es de 265 litros y según la Organización de Naciones Unidas (ONU) el dato de consumo de agua por persona es de 320 litros. Tareas domésticas como lavar la ropa puede suponer un gasto de 100 litros y limpiar la casa unos 40 litros, asegura Feaccu.

Por ello, el primer paso, indica Pilar Gambau, técnico de consumo de Feaccu, es tomar conciencia de que se trata de un recurso “imprescindible, valioso y escaso” por lo que “es nuestra obligación hacer un uso sostenible de la misma y únicamente utilizar la necesaria”. Conviene recordar los gestos más cotidianos que, no siempre se cumplen, por descuido. Elegir la ducha en vez del baño y no tardar más de cinco minutos.

Aplicar el dicho “agua que no has de beber (o usar) no la dejes correr. “Llenar una botella de agua y meterla en la nevera es mejor que abrir el grifo y esperar a que salga fresca”, aconseja Gambau. Poner una papelera en el baño para recordar que el inodoro no es una papelera. Cada uso de la cisterna supone un gasto de entre 9 y 10 litros de agua, “si lo haces para eliminar un papel es un total desperdicio”. Por ello, también es fundamental vigilar las fugas, tanto en grifos como cisternas, sólo en un año suma una pérdida de 36.500 litros anuales por hogar.

Los electrodomésticos, si van a renovarse, “trata de comprar aquellos que sean más eficientes energéticamente. Inicialmente son más caros, pero consumen menos energía y agua”. Por otro lado, los aireadores o reductores de caudal son dispositivos que permiten introducir aire en el chorro de agua logrando un ahorro del 40 o 50 %,

En la cocina, enjuagar los platos antes de meterlos en el lavavajillas implica un consumo medio de 47 litros de agua. “Muchas veces basta con quitar con la bayeta o un cubierto los restos de comida de la vajilla y elegir el programa correcto. Lo mismo con la ropa, es deseable elegir programas cortos, es suficiente para que se limpie”, valora Pilar Gambau.

Siguiendo con la cocina, se debe utilizar el agua de las ollas “el que normalmente tiramos después de cocer pasta o verduras, o las aguas grises- las que proceden de duchas, bañeras y lavabo- para regar el jardín, las plantas o limpiar suelos exteriores. Son pequeños gestos que pueden suponer un gran ahorro”. ¿En qué ejercicio doméstico derrochamos más? Feaccu afirma que la ducha y/o el baño supone, por sí sola un tercio del consumo (34 %). En el ranking, le siguen el uso del inodoro (21%) y el gasto del agua en el lavabo (18 %). Ante estos datos y dada la crisis de sequía, Pilar Gambau recalca que el agua “es un recurso finito pero renovable, recogerla y reutilizarla es primordial para favorecer la sostenibilidad del planeta. Desde la procedente del grifo hasta los restos a la hora de cocinar o el sobrante a la hora de regar las plantas, siempre existen opciones mejores que desechar este recurso”.