Huesca

SERVICIOS MUNICIPALES

Guillermo Gayán: “El perfil ha cambiado, hay más gente joven con patología dual”

Es trabajador social que atiende en el albergue desde hace un año

Guillermo Gayán.
Guillermo Gayán.
D. A.

El perfil de las personas que acuden al Albergue Municipal es “muy cambiante”, pero desde hace un año se ha empezado a notar el cambio de perfil, apareciendo con más frecuencia “gente joven con patología dual -consumo de sustancias y enfermedad mental- o personas con enfermedad mental no diagnosticada o que no sigue la medicación” , explica Guillermo Gayán, trabajador social que desde hace un año se encarga de las tareas de acompañamiento e información a quienes se acercan a este recurso, y asesoramiento para la búsqueda de empleo o una vivienda, o administrativo, para la solicitud de ayudas de urgencia.

 Y es que “hay una situación de falta de vivienda, falta de red”, de gente que “se tira a la calle o se mete de okupa, que no tiene otra cosa que hacer”, bien de fuera o de Huesca, personas “que se les ha echado de casa, son mayores de edad y la relación con sus familias es inexistente o son un problema y necesitan un alojamiento puntual”. 

Por ello, desde el albergue municipal se trabaja en coordinación con Proyecto Hombre y el servicio de Psiquiatría del Hospital San Jorge o la Unidad de Atención y Seguimiento de Atenciones, también dependiente del Salud, aunque el tiempo y los recursos son hándicaps con los que se encuentran las y los profesionales a la hora de atender a estas personas. 

Aunque la estancia máxima es de 5 días, las personas usuarias pueden gestionar una ampliación, por ejemplo, por motivos de trabajo. “Hay gente que no quiere saber nada, que está de paso. Y otra, sí que necesita ayuda con el Inaem, con citas previas, o ayudas urgentes; si necesitan de derivación a ropero municipal...”, explica Gayán. 

La presencia de mujeres es de un “movimiento de unas 5 o 10 mujeres a lo largo de un mes”. Mujeres en situación de calle, víctimas de violencia de género o violencia y abusos por sus familias cuya situación es mayor vulnerabilidad que en el caso de los hombres. De quienes pasan por el albergue municipal, los hay que van en ruta y después de Huesca emprenden el camino hacia Zaragoza, Tudela, Lérida o ya más al sur. “Cada tres meses ellos pueden volver”, siempre que no se haya dado una situación violenta o la expulsión. Saben perfectamente cuando pueden entrar, lo tienen muy controlado” y entre quienes, en alguna ocasión, Gayán es la persona de referencia, como trabajador social, una figura que sirve para la coordinación con otros centros o recursos. 

En el caso de que quieran quedarse en Huesca, “se les da el apoyo con ayudas a la alimentación, acompañamiento en la búsqueda de alojamiento que se puedan costear ellos...”, explica Gayán. 

“Acompañamiento y cercanía”, para una población cuyas principales necesidades son trabajo y vivienda. Un aspecto, este último, que se está abordando desde el modelo ‘Housing First’ (Casa primero), prioritario frente al modelo Escalera, una forma de intervención más meritoria. Con el modelo Casa primero, a quienes lleva en calle tiempo “se les ofrece salir de esta situación con una vivienda, por lo que es importante tener recursos habitacionales”.