Huesca

METEOROLOGÍA

Abril y mayo dejaron temperaturas desiguales a pesar del calor

La ciudad alcanzó los 29,4 grados en abril, la más alta en los últimos diez años

Imagen de archivo de la ciudad de Huesca.
Imagen de archivo de la ciudad de Huesca.
Pablo Segura/D. A.

Los meses de abril y mayo han dejado en la ciudad de Huesca temperaturas algo alejadas de los parámetros vistos en años anteriores durante el mismo periodo de tiempo. Concretamente, la temperatura máxima que se ha dado en abril ha sido de 29,4 grados, cifra más alta recogida durante los últimos diez años en lo que se refiere a la capital altoaragonesa, mientras que en mayo la más elevada ha sido de 29 grados. Un hecho que ha supuesto todo lo contrario a abril ya que ha sido la tercera más baja desde el año 2013, todo ello gracias a los datos recabados por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).

Se tratan de unos números que se han sumado a la irregularidad vista durante los últimos años, con altibajos de temperaturas que se llevan sucediendo desde hace mucho tanto en Huesca como en otros territorios del panorama nacional. Y es que, si se profundiza en los últimos meses de abril, los registros indican que desde el año 2013 -con 27 grados de máxima- hasta el 2016 -de 23,8 grados-, la tendencia fue a la baja de manera periódica.

Es cierto que, a pesar de notarse un pequeño repunte hasta 2018 (25,4º), los años 2019 (22,8º) y 2020 (22,7º) han vuelto a dejar una leve y gradual caída de las temperaturas en Huesca. De 2021 (23,6º) hasta este año, el 2023, la subida se ha dejado notar hasta alcanzar esos 29,4 grados de máxima. En ese sentido, el año más próximo que se ha acercado a esa cifra es 2011, cuando en abril la Aemet recogió 29,3 en la ciudad. Un periodo de tiempo excesivamente largo en el que, a excepción de 2014 (27,5º), no ha habido otro año de los últimos diez con un repertorio de grados similar al reflejado durante el año actual.

Tanto ello como la falta de lluvias sufridas durante tanto tiempo se han convertido en dos de los causantes principales de que la sequía haya golpeado de nuevo a la ciudad y a toda la provincia, algo que parece va a seguir sucediéndose debido a la escasa agua caída en esta primera mitad de año.

Un mes de mayo de bajas temperaturas

Durante el pasado mes de mayo ha sucedido todo lo contrario en estos últimos 30 días, pues la Agencia Estatal de Meteorología ha recogido una de las cifras más bajas de los últimos 10 años. Con 29 grados exactos como la temperatura más alta, tan solo ha habido dos fechas en las que fue menor durante dicho mes: 2013 y 2018. En el año 2013, la capital altoaragonesa ha tenido 24,2 grados de temperatura máxima, mientras que cinco años después, en 2018, fue de 25,5.

Respecto al año 2020, 2021 y 2022 son números destacables, ya que han llegado a reducirse las temperaturas más de cinco grados tal y como se vio en el anterior, en el que la máxima registrada por la Aemet en Huesca fue de 34,3 grados. En 2020 fueron 31,5 y en 2021 31,3 grados.

Es probable que la diversidad de temperaturas siga sucediéndose en los próximos meses, aunque esta vez con los más calurosos del año a la vuelta de la esquina (junio, julio y agosto), algo que puede ser un factor mayor de riesgo para el incremento de la sequía que tanto daño está haciendo en gran parte del territorio altoaragonés.