Huesca

ENTREVISTA

Alberto Quílez: "Sin intervención no hay desarrollo potencial y perdemos talento"

Profesor del Campus oscense coordina un curso de Altas Capacidades

El profesor del campus de Huesca, Alberto Quílez.
El profesor del campus de Huesca, Alberto Quílez.
S.E.

El profesor del campus de Huesca, Alberto Quílez coordina junto a Fernando Latorre, de la Oficina Universitaria de Atención a la Diversidad de Unizar, el curso de verano ‘Altas capacidades en el aula: identificación e intervención”, desde el 29 de junio hasta el 4 de julio.

¿De qué hablamos cuando nos referimos a un menor de altas capacidades?

—Realmente, hablamos de una persona en la que está todo por hacer y, por lo tanto, hablamos de potencialidades. Dicho de otra forma, de lo que puede llegar a ser.

¿Qué mitos circulan alrededor de ellos?

—Podríamos decir que los mitos son infinitos. Cada vez que eliminamos uno, aparecen 10 más. Los más extendidos son aquellos que se refieren a los aspectos intelectuales, académicos y personales. Se piensa que un niño o niña de alta capacidad debe ir acompañado de un alto rendimiento y, sin embargo, no tiene por qué ser así.

También se dice que la alta capacidad es totalmente innata y estable, dicho de otra forma, que o se es o no se es. Realmente, no podemos tomar la inteligencia o la capacidad como un rasgo característico como podría ser el color de los ojos, la capacidad es mucho más compleja y, como toda potencialidad, maleable y desarrollable. También se dice que todos los niños de altas capacidades son raros, no tienen amigos y eso tampoco es así.

Todo niño quiere tener amigos, ser aceptado y poder disfrutar del juego acompañado. Otro mito o error grave conceptual es reducir la alta capacidad a un número de CI (cociente intelectual), en este caso, 130. No solo se debe mirar el CI para una correcta valoración de la capacidad humana. Podríamos enumerar un gran número de mitos que giran en torno a la alta capacidad, algunas incluso se relacionan con la diferencia de género y otras obedecen a estereotipos y creencias culturalmente aceptadas pero que poco o nada tienen que ver con la realidad.

Durante una ponencia en ‘Pint of Science’ advirtió que la falta de intervención en los centros educativos puede llevar a una pérdida de talento, ¿Por qué?

—Como decía, si hablamos de alta capacidad, hablamos de alto potencial y en ese sentido y, como en muchos aspectos de la vida, la educación, la escuela, es determinante. Debemos distinguir lo relevante de lo determinante y en este caso, una intervención que desarrolle el potencial humano para convertirse en un talento no es solamente importante, simplemente es determinante para que esto se de. Sin intervención, no habrá desarrollo potencial y por lo tanto, seguiremos perdiendo talento. Debemos tomar consciencia de que el desarrollo del talento no es gratuito, requiere de una seria inversión de tiempo, recursos y aprendizajes adecuados y personalizados para en el futuro recoger unos frutos que, desde luego, superan todo lo invertido.

¿A quién va dirigido este curso?

—Se han inscrito 22 personas de todo Aragón y, principalmente, casi todas vienen del mundo educativo, del tejido asociativo o por intereses personales y familiares. Estamos contentos porque cada vez vemos a más profesionales de la educación y de diferentes etapas interesados en esta temática. Poco a poco se va creando cierta sensibilización y comprensión respecto a este perfil de alumnado.

¿En qué momento se percata de la necesidad de impartir estudios en esta área?

—Siempre digo que mi dedicación personal a esta temática no formó parte de una decisión libre, fue impuesta para cubrir una necesidad que existía en el colegio en el que trabajaba y alguien debía asumirla. Por casualidad, por aquel entonces estaba realizando estudios en neuropsicología y en altas capacidades así que fue una mezcla de necesidad, obligación y sentido común. A partir de ese momento quedé totalmente encantado y fascinado con el estudio de la inteligencia, el desarrollo del talento y con el trabajo personal con estos estudiantes. El tiempo fue pasando y la vida me llevó a la Universidad donde seguí investigando y colaborando con centros escolares donde siempre se repetía un mismo patrón: el desconocimiento y la falta de formación. En ese momento es cuando comienzo a dar cursos, conferencias, creamos el postgrado de Experto Universitario en Altas Capacidades, impartimos formación para DGA y ahora cursos de verano. Creo que ha sido un camino de crecimiento lógico.

¿Qué papel tiene el plano motivacional en el desarrollo del potencial de un menor con altas capacidades?

—La motivación es una variable muy compleja, difícil de manejar, de comprender y de regular. Lo cierto es que he dedicado años al estudio de la motivación y en edades tempranas más que el desarrollo de un control o conciencia de los procesos motivacionales, me inclinaría por un desarrollo correcto de la autoestima y el autoconcepto. En edades tempranas, en los modelos explicativos del aprendizaje estas dos variables anulan a la motivación llevándola a un rol de mediación o potenciación de otras variables. Sin embargo, como es evidente, es una variable que debe ser educada ya que en el futuro, en la edad adulta, será determinante. Volvemos a usar los términos relevante y determinante, pues bien, la motivación en las etapas de infantil y primaria puede ser relevante pero en ningún caso será determinante, para ello tenemos otras variables que ocupan ese lugar. No obstante, hablar del aprendizaje a lo largo de la vida y su explicación, es complejo y nos daría para unas cuantas horas muy interesantes en las que comprobaríamos cómo el determinismo o relevancia de las variables que influyen en el desempeño o aprendizaje de una persona contrabalancean con la edad.

¿Qué actuaciones debe incluir un proyecto educativo para atender las necesidades de este alumnado?

—Sin duda, la fórmula del éxito es en primer lugar la voluntad del docente y la familia, la correcta identificación temprana y, por último, una intervención basada en el paradigma de la personalización del aprendizaje que, por otra parte, y para que esto último ocurra, debemos perder el miedo a las diferencias y comprenderlas como una riqueza y no como una rareza que excluye. La sociedad es sumamente diversa como para que sigamos entendiendo lo diferente como una amenaza. Además, en Aragón tenemos varios ejemplos de éxito en este ámbito, por ejemplo, en los premios nacionales a la excelencia educativa por la atención al alumnado de altas capacidades y superdotados, de las 8 ediciones realizadas, en 3 han sido premiados proyectos aragoneses, siendo ganadores dos de ellos. A nivel legislativo y de identificación estamos a la cola de España pero, a nivel de intervención, hemos demostrado que los centros que se lo han propuesto, han desarrollado proyectos de éxito.

¿Qué actuaciones debe incluir un proyecto educativo para atender las necesidades de este alumnado?

—Trabajo en varios proyectos europeos destinados al estudio del pensamiento crítico, los procesos de orientación, la diferencia de género en el estudio de las áreas STEAM y en el acceso laboral a profesiones relacionadas con estas áreas. También colaboró en dos proyectos relacionados con las altas capacidades y otros relacionados con la inclusión y la atención a la diversidad. Además de todo ello, colaboro con asociaciones, colegios e institutos, continúo participando en diversos congresos internacionales como ponente y sigo investigando y especializándome en el estudio de las variables que influyen en el aprendizaje a lo largo de la vida y en la personalización del aprendizaje.