Huesca

gestión de residuos

Huesca avanza muy lentamente en la recogida de la materia orgánica

En lo que va de año se han recolectado 569,79 toneladas en la capital oscense

Imagen de la planta de compostaje en Fornillos.
Imagen de la planta de compostaje en Fornillos.
S. E.

En lo que va de año, se han recogido 569,79 toneladas de residuo orgánico en la ciudad de Huesca. La media por mes en este 2023 es de 71,22 toneladas, un 3,32 % más que la media mensual del año 2022. Pero pese a que el contenedor marrón -en el que debe depositarse este residuo- está implantado en toda la ciudad -hay 363 distribuidos por todos los barrios-, la ciudad avanza lentamente en la recogida de este residuo.

Y es que la generación de materia orgánica en la capital altoaragonesa está estimada en 8.000 y 9.000 toneladas al año, según cálculos estadísticos que manejan en Grhusa, que cifran en 0,49 kilos el residuo orgánico que genera cada persona en un día. “Recogemos muy poco residuo orgánico” si se compara con “lo que produce la ciudad. Estamos muy lejos de lo que podríamos recoger si todo el mundo separara la orgánica en su casa y la echara al contenedor marrón”, señala Teresa Viu, gerente de Grhusa.

La recogida de la materia orgánica se realiza depositándola en el contenedor marrón, cuya apertura requiere de una tarjeta.
La recogida de la materia orgánica se realiza depositándola en el contenedor marrón, cuya apertura requiere de una tarjeta.
Laura Ayerbe

El margen de mejora “es muy amplio”, señala Viu, hasta alcanzar las exigencias que marca la Unión Europea de que para 2025 el 55 % de los residuos no vayan a vertedero -en ese porcentaje de residuos a reciclar no solo se incluye la materia orgánica-. Los objetivos de reciclaje de los residuos municipales en peso ascenderá al 60 % para 2030 y al 65 % para 2035.

En la actualidad, en el vertedero municipal Grhusa están gestionando unas 43.000 toneladas al año de residuos que no se reciclan y “que proceden de todo el territorio” que gestiona el consorcio, que además de Huesca capital y la Comarca de la Hoya, incluye Jacetania y Alto Gállego. De estas 43.000 toneladas, se calcula que “la mitad tendría que ir fuera del vertedero y entre un 35 % y un 40 % es materia orgánica”. Sin embargo, “el porcentaje de reciclado está en el 20 %, es muy bajo”, apunta la gerente de Grhusa, y “la clave para cumplir con los objetivos europeos es que todo el mundo separe la orgánica”, añade.

En Jaca y Sabiñánigo, la recogida de la materia orgánica también está terminada de implantar y para el año que viene se prevé, según informa el Ayuntamiento, instalar 41 contenedores de orgánica en los ocho municipios incorporados, con fondos Next Generation. Además, “en las comarcas de la Hoya, Jacetania y Alto Gállego se van a implantar rutas de recogida de orgánica a través de contenedores”, confirma Viu.

Compost de calidad

En lo que va de 2023, Huesca llevan producidas 50 toneladas de compost. El producto que se consigue en la planta de compostaje “es de muy buena calidad”. En ello interviene que se retire de los contenedores cada dos días, pues “si no se deterioraría en el contenedor y no podríamos utilizarla”, y también que quien separa la materia orgánica en su casa “lo hace muy bien”, “es gente que está convencida de que separar la orgánica tiene un sentido”, explica Viu. La experiencia es que “conforme se incrementa el volumen de orgánica la cantidad de impropios -el residuo que termina en el contenedor marrón y que no debería- también aumenta”.

La ley de residuos de abril de 2022 contempla medidas fiscales que los municipios deben poner en marcha para incentivar el reciclaje. El seguimiento se hará mediante la tarjeta con la que se abre el contenedor, “la digitalización del punto limpio y otras mejoras tecnológicas” que se van a ir implantando “para saber cuanto de bien o menos bien recicla el ciudadano”, añade Viu. Esto, afirmó el ayuntamiento el pasado cuando se anunció la digitalización del punto limpio “permitirá la confección de tasas individualizadas en función de la calidad del reciclaje que se realice”.

Coordinados con Cáritas para reciclar el textil

La Directiva (UE) 2018/851 establece para el próximo 1 de enero de 2025, debe existir una recogida separada de residuos textiles y peligrosos de origen doméstico. En relación a la recogida de textil, los contenedores en los que Cáritas recoge ropa son “la semilla” sobre la que, explica Grhusa, se quiere a trabajar para cumplir con las exigencias europeas.

“Estamos coordinados con Carinsertas y Cáritas para, a partir de lo que hay, ver cómo podemos crecer y le podemos dar ese servicio a toda la población”, pues por el momento “sobre todo se está dando en los grandes núcleos y de una manera determinada”, explica la gerente de Grhusa, Teresa Viu.

Por el momento, no hay nada concretado pero se está estudiando cuál sería la mejor manera y la más rentable” de llevarlo a cabo, explica Viu, quien asegura que la iniciativa para cumplir con este objetivo europeo “está en proceso de estudio” y se está colaborando” entre la empresa de gestión de residuos y la entidad “para hacerlo juntos”, añade.

Residuos peligrosos

La citada directiva europea insta así mismo a establecer, a más tardar el 1 de enero de 2025, una recogida separada de residuos peligrosos que se generan en el domicilio, como puede ser las pilas, latas de pintura o productos de limpieza, y que ahora deben llevarse al punto limpio.