Huesca

MEDIO AMBIENTE URBANO

Los suelos permeables, “esponjas urbanas” para aprovechar el agua

El Ayuntamiento de Huesca adapta la ciudad a las nuevas condiciones climáticas con este tipo de superficies

Pista de baloncesto del Parque San Martín.
Pista de baloncesto del Parque San Martín.
S.E.

Los suelos permeables han venido para quedarse y hacer que Huesca sea una ciudad del futuro. Estas “esponjas urbanas” hacen que se pueda "aprovechar el agua de lluvia y que las ciudades se adapten a las nuevas condiciones climáticas”, tal y como plantea Ana Pérez, técnico de Infraestructura Verde de Huesca.

Los primeros suelos permeables se introdujeron en el paseo Ramón y Cajal bajo los cedros “que había que preservar y conservar y se colocó este tipo de pavimento para que pudieran seguir viviendo en condiciones apropiadas”.

La técnico aclara, “aunque igual suena a perogrullo”, que los suelos permeables son todos los que no son impermeables, es decir, los terrizos, los caminos de tierra, los céspedes y los hormigones permeables. “Cuando vamos sellando la ciudad para hacer calles, carreteras y demás, es cuando la vamos impermeabilizando y todo lo que llueve tiene que ser derivado a un sistema de alcantarillado para poder evacuar las aguas de la ciudad”, explica.

Todo esto, añade, tiene una serie de consecuencias ya que “hoy por hoy, tal y como se están dando las condiciones climáticas, cada vez va a llover menos frecuentemente pero con mucha intensidad”.

Así, la experta considera que “es interesante que seamos capaces de evacuar grandes cantidades de agua de golpe, y más lo es todavía que sepamos aprovecharlas para que toda ese agua no sea un residuo que se vierta y se expulse de la ciudad”. Con este fin, se trabaja con diferentes soluciones basadas en la naturaleza, que permiten gestionar esos volúmenes de agua o esas lluvias de otra manera. Una de ellas es la utilización de suelos permeables, “que son superficies continuas, inertes, en las que también se incluye el hormigón permeable que se ha colocado en las pistas de baloncesto del Parque San Martín”.

Este suelo, “a diferencia de la tierra o el césped, resulta transitable, de accesibilidad universal y, a la vez, es capaz de absorber agua y no alcanza las temperaturas tan fuertes que alcanza un hormigón normal y corriente”.

De esta forma, en estos pavimentos duros pero que a la vez son permeables hay diferentes tipologías. Por ejemplo, en el paseo Ramón y Cajal se pusieron de tipo baldosa, prefabricado. En el Parque San Martín se ha utilizado hormigón en masa, tanto en la superficie de la pista de baloncesto como en la zona estancial del pozo, en la nueva zona de picnic y en la zona de skate, que se ha convertido en un área de juegos infantiles.

“Toda la parte central de esta zona verde la hemos convertido en permeable. Antes la denominaban las ‘canchas’ y estaban como con diferentes pistas deportivas, todas de hormigón duro impermeable. Esto se ha intentado revertir para seguir teniendo ese uso deportivo pero con unos pavimentos permeables”, explica.

Actualmente, se van utilizando más materiales. Por ejemplo en la calle San Vicente de Paúl la brigada de obras del Ayuntamiento ha cubierto los alcorques de los árboles con otro tipo de pavimento permeable y duro, parecido a una grava aglomerada, “que permite que cuando llueve, en el alcorque del árbol entre agua a la vez que se permite transitar y pisar”.

Al final de la avenida Pirineos, recientemente, también la brigada de obras hizo una actuación e introdujo en el entorno de los árboles al reparar la acera un pavimento permeable. “Porque cuando lo utilizas además al lado del arbolado evitas que luego con las raíces los árboles levanten las aceras. Lo que buscan las raíces es aire y agua y si se pone un pavimento permeable esto permite que el suelo está oxigenado, que sea transitable y al mismo tiempo esas raíces podrán respirar”, detalla Ana Pérez.

También se puede encontrar este tipo de suelo en la calle Pedro Sopena y en la nueva pista de patinaje ya que “han venido para quedarse, para seguir evolucionando y para que cada vez más empresas de construcción se sientan cómodas manejándolos. Cuanto más los demandemos desde las instituciones, más evolucionará el conocimiento en su funcionamiento”.

A su vez, este tipo de suelos son termorreguladores porque no absorben las temperaturas de la manera que lo hace un pavimento normal impermeable. Debajo de ellos está el terreno y hay un intercambio gaseoso. “El suelo respira y no sale calor del suelo por la noche”, apunta.

Otra solución basada en la naturaleza son las islas de biodiversidad que resuelven, por ejemplo, problemas de plagas y que, al ser un jardín, también son permeables.

En opinión de Ana Pérez, la ciudad del futuro “lo ideal es que se vaya adaptando a estas condiciones climáticas nuevas que nos vamos a ir encontrando”. Para ello una de las estrategias es revertir la proporción de suelos permeables e impermeables. “Y no solo eso sino, ya que también existen otras soluciones basadas en la naturaleza, los Sistemas Urbanos de Drenaje Sostenible (SUDS), que básicamente consisten en que se orientan las caídas y las pendientes de evacuación de aguas hacia jardines, alcorques u otro tipo de sistemas que imitan a los procesos naturales y que sirven para absorber agua o para regar esos jardines”, concluye.

En Huesca se está trabajando en este sentido y las actuaciones que se han llevado a cabo en el parque San Martín resultan un ejemplo a seguir para otras capitales.