Ana Escario: “Huesca ha sido y es una fuente constante de inspiración y orgullo”

La fotógrafa nació en Huesca, en el año 1995, e inició su trayectoria en el sector fotográfico y audiovisual. Durante los primeros años de su carrera se instaló fuera de la ciudad y, desde que volvió a casa, se ha convertido en una de las artistas visuales más reconocidas. Trabaja junto a la artista Adela Moreno en El Estudio, lugar desde donde han dirigido vídeos musicales para artistas reconocidos. Recientemente, este dúo inseparable ha dado el salto a Filmin con el documental que recoge la gira en México de Lágrimas de Sangre.

Desde que empezó en 2016 hasta ahora, ¿imaginó tener esta carrera tan prolífica?

-Cuando comencé estaba tan enfocada en intentar convertir la fotografía en mi trabajo que no proyecté más allá del día a día. A día de hoy, viéndolo con perspectiva, me siento muy agradecida del recorrido que he tenido durante estos años. Mi trabajo se ha ido transformando y las oportunidades a lo largo de este tiempo han superado sin duda mis expectativas. No hay día en que no sienta que tengo una suerte inmensa de poder trabajar en algo que me apasiona y que disfruto en cada momento.

En sus primeros años trabajó en Zaragoza, pero volvió. ¿Por qué?

-Por varios motivos. Necesitaba frenar y volver a mis raíces. En Zaragoza me independicé y di mis primeros pasos como ‘freelance’. Aprendí mucho y fueron años increíbles, pero esa vorágine que viví me hizo desconectar de muchas partes esenciales, y llegó un momento en el que la vida me pedía volver a reencontrarme.

¿Cuál considera que ha sido el punto de inflexión en su carrera?

-Diría que fue a raíz de la pandemia a finales de 2020, cuando empecé a trabajar con Adela Moreno. Decidimos buscar un espacio para crear El Estudio y tuvimos la suerte de trabajar sin parar durante mucho tiempo con artistas aragoneses que buscaban acompañar sus lanzamientos de videoclips. En esos meses consolidamos nuestro trabajo conjunto y aprendimos a trabajar en equipo.

¿Cómo es trabajar con Adela?

-Con ella comparto vida, proyectos, estudio… es un lujo tenerla a mi lado. Trabajar con Adela es inspirador, juntas llegamos a puntos a los que me sería imposible por mi cuenta. Admiro mucho su visión del mundo.

Han dado recientemente el salto a Filmin. ¿En el futuro veremos más trabajos en esta plataforma?

- Ojalá fuera así. Nos hizo mucha ilusión ver el documental en la plataforma porque es una de nuestras favoritas. Por el momento no hay nada seguro, tenemos una pieza de video-danza (‘Esquicio’) realizada junto a la compañía Led Silhouette en festivales que nos encantaría ver entre su catálogo.

De todas las localizaciones en las que ha trabajo por la provincia, ¿con cuál se queda?

-Diría que quizás la más especial es mi pueblo, Albero Alto, pasé todos los veranos de mi infancia allí y guardo mucho cariño a su entorno. Siempre que puedo lo utilizo como escenario. También me vienen a la cabeza otras muchas: me encanta el otoño en el Valle de Pineta, los atardeceres en La Sotonera, el Valle de Hecho, Piracés, Arascués, las Fuentes de Marcelo, varias gasolineras a lo largo de la provincia...

En sus redes sociales no falla el ‘based in Huesca’, ¿se siente orgullosa de su tierra?

-Absolutamente. Huesca ha sido y es una fuente constante de inspiración y orgullo. Me siento orgullosa no solo de mi tierra, sino de la gente que la habita, la cultura y el movimiento que hay en esta ciudad. Estoy enamorada de su luz y de la diversidad de sus paisajes. He vivido tantas cosas en sus calles y alrededores que cada rincón guarda una energía especial.

Es usted un ejemplo de que se puede labrar una carrera creativa en Huesca. ¿Qué le diría a todos los jóvenes que puedan estar pensando en irse?

-Que lo mejor de irse es volver.

¿Qué papel cumple DIARIO DEL ALTOARAGÓN en su vida?

-Ha sido un gran acompañamiento, siempre detrás de cada paso que daba desde la primera exposición que hice en 2011. Me encanta ver a mis abuelas revisando su álbum familiar y que entre las páginas aparezcan recortes del periódico guardados como un tesoro.

¿Dónde se ve en el futuro?

-De pequeña soñaba con vivir fuera: Dublín, Londres, Oporto… estas ciudades llaman mi atención y siempre tendré la espinita de no haberlo intentado. Ahora cada vez tengo más claro que me encantaría tener un hogar en un entorno rural cercano a Huesca.