Huesca

CIEN DIAS DE GOBIERNO DE ARAGÓN

Jorge Azcón: “El Plan Pirineos servirá para desestacionalizar y las cuatro comarcas tendrán inversiones”

Defiende la coalición como la suma para garantizar la gobernabilidad y asegura tener sus prioridades claras: más trabajo para crear más riqueza

Jorge Azcón en su despacho en la sede del Gobierno de Aragón
Jorge Azcón en su despacho en la sede del Gobierno de Aragón
Laura Ayerbe

Llega a la entrevista tras la rueda de prensa por los 100 días al frente del Gobierno de Aragón. Jorge Azcón incide en los compromisos con la provincia oscense al tiempo que proyecta su propuesta para Aragón, sin obviar la política nacional.

¿Qué asuntos han centrado su acción de gobierno en estos cien días?

—Desde que llegamos no hemos parado de trabajar, hemos presentado un presupuesto en tiempo y forma. Hemos sacado adelante el Plan Pirineos o hemos revertido el contrato de transporte urgente sanitario. Hay problemas que venían del anterior equipo de gobierno y problemas nuevos que han surgido, que ha tocado hacer frente.

¿Le ha tenido demasiado ocupado la política nacional?

—Nos ha tenido demasiado ocupado a todos porque, por desgracia, están pasando cosas en la política nacional gravísimas. Estamos viendo el mayor ataque a la democracia que ha tenido nuestra historia constitucional. Porque enemigos de la democracia los ha habido siempre: los terroristas, los golpistas del 23 de febrero o los independentistas el 1 de octubre. Todos ellos querían acabar con la Constitución. Pero hay una diferencia fundamental y es que a lo largo de la historia de la democracia, los gobiernos de España, fueran del color que fueran, a aquellos que atentaban contra la democracia, a través de los cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y de los jueces, hacían que acabaran en la cárcel. Hoy, el Gobierno de España, a los que atentan contra la democracia, no los meten en la cárcel, los saca de la cárcel.

Ya tenemos Gobierno de España. Usted ha sido uno de los más críticos con el pacto entre PSOE y Junts. ¿Cómo van a ser las relaciones con Madrid?

—En lo que tenga que ver con los acuerdos del Gobierno de España que perjudiquen a Aragón, van a tener un tono de indignación. No voy a permitir que a los aragoneses se nos trate como una comunidad autónoma de segunda. Si lo que se va a hacer va a ser un sistema de financiación, la condonación de la deuda o la ruptura de la caja única de la Seguridad Social, y eso perjudica a nuestra comunidad autónoma, con el tono que corresponde de indignación, lo vamos a denunciar. Pero también sé cuál es la responsabilidad institucional de un gobierno. Si el Gobierno de España va a traer cosas que benefician a los aragoneses, como por ejemplo puede ocurrir ahora con la fábrica de baterías, es evidente que hablaremos, como no puede ser de otra forma.

¿Cuánta vida le da al Gobierno de Sánchez?

—Pues espero que poca. Espero que ocurra lo que ha venido ocurriendo con el Partido Socialista en los últimos años, y es que engañe a sus socios. Y que igual que ha engañado a sus socios en el pasado, igual que ha engañado a los españoles, les vuelva a engañar. Y confío, por lo tanto, en que esta legislatura sea corta.

Dijo que quería gobernar en solitario, pero finalmente hubo acuerdo de gobierno con Vox. ¿Cómo va ese matrimonio?

—Es verdad que queríamos haber gobernado en solitario, pero también lo es que el gobierno de coalición de Aragón está funcionando de una forma razonablemente satisfactoria. Estos cien primeros días han demostrado que nos hemos dedicado a lo más importante: solucionar problemas de los aragoneses. Hemos incrementado, como no se había hecho nunca, las políticas sociales; atendido problemas de las tres provincias que estaban absolutamente olvidados. Y por lo tanto, aunque podía haber sido un gobierno en solitario, el gobierno de coalición es la suma posible para que haya gobierno.

Sobre el Plan Pirineos, en este ejercicio no hay actuaciones previstas para Sobrarbe. ¿Se va a compensar con alguna acción específica en esta comarca o ese Plan está destinado sólo a los valles con nieve?

—Dijimos que no solo era un plan para la nieve, sino que era para todo el Pirineo. Y que queríamos que hubiera partidas del Gobierno de Aragón y también del Gobierno de España. No hay ni un solo euro del Gobierno de España en este Plan y en los acuerdos que acabamos de ver que se firman, ningún partido político en Aragón ha pedido que ese Plan Pirineos forme parte de esos acuerdos. Hoy, hay un Plan que en el primer año destina 75 millones. Es verdad que hemos empezado por el tobogán de Panticosa. Pero los empresarios y los habitantes del Sobrarbe saben que habrá un proyecto principal para la comarca. Cuando lo presentamos, hablábamos de que fuera no sólo un motor económico para toda la gente que vive en el Pirineo o para las comarcas o los valles con más problemas de despoblación, sino que sirviera fundamentalmente para desestacionalizar. Desde el primer día dijimos que los cuatro valles tendrían inversiones.

¿El proyecto para el Sobrarbe será en 2025? ¿Y en qué consistirá?

—Ese proyecto va a existir, estará en el presupuesto de 2025, será en torno a los 4 o 5 millones de euros y mi opinión es que tendría que girar en torno a algo que en la Comarca del Sobrarbe han hecho muy bien en los últimos tiempos, que ha sido el cicloturismo. Pero creo que es importante que hagamos lo mismo que hemos hecho hasta ahora con el Plan Pirineos, hablar con la gente del territorio. Creo que no es bueno que lo vaya a decidir el Gobierno de Aragón en solitario.

¿Qué va a pasar finalmente con la unión de estaciones?

—Vamos a apostar por la unión de estaciones, pero con todos los condicionantes, con todos los requisitos medioambientalmente necesarios. Creo que es posible que sigamos desarrollando el sector de la nieve y que respetemos el medio ambiente mucho más de lo que lo respetaron los gobiernos anteriores.

Díganos tres grandes proyectos para Huesca, además del Plan Pirineos.

—Huesca tiene un recorrido importantísimo desde el punto de vista del patrimonio. Durante muchísimos años ha sido uno de los grandes olvidados. Creo que el campus biosanitario es una necesidad. Ya hemos apostado por que el grado de Medicina se convierta en una realidad, pero a las titulaciones que ya hay es necesario que se añaden otras nuevas; es necesario que trabajemos en Farmacia, Podología, y en titulaciones biosanitarias. Y en tercer lugar, la tecnología. Aragón se va a convertir en el principal polo de desarrollo tecnológico en el sur de Europa y hay apuestas muy importantes que van a llegar a Huesca. El reto es crear un ecosistema relacionado con la tecnología y los datos que genere economía y riqueza en toda la provincia.

Quiere recuperar el proyecto del embalse de Biscarrués, pero el proyecto que le pide al Gobierno Central que saque del cajón fue anulado por la Audiencia Nacional y el Tribunal Supremo. ¿Cómo lo va a hacer?

—Tenemos que convencer al Gobierno de España de que hay alternativas para solucionar los problemas de la Declaración de Impacto Ambiental. No puede ocurrir que pensemos que Riegos del Alto Aragón no tiene que seguir desarrollándose, que desde Aragón pensemos que la regulación del Gállego es imposible. Hay que regular el Gállego, si no, no somos capaces de aprovechar el agua que tenemos. Y una solución es ese embalse. Si se cometieron errores que hicieron que la Declaración de Impacto Ambiental no pudiera ser aprobada, trabajemos en subsanarlos.

Siempre ha dicho que el gran desafío para Aragón era atraer empresas. ¿Qué medidas bajara para esto? ¿Ya hay grandes empresas interesadas?

—Vamos a ponerle alfombra roja a las inversiones en todo Aragón, también en la provincia de Huesca. El Gobierno de Aragón tiene que crear las condiciones necesarias para que las empresas inviertan, creen riqueza, que es crear puestos de trabajo. Pero las empresas tienen que venir por que consigamos que se finalicen las infraestructuras que la provincia tiene pendientes. Tenemos que acabar las autovías que desde hace años son las grandes olvidadas de la comunidad. Estamos viendo cómo las infraestructuras que tenemos pendientes se vuelven a retrasar a más de ocho años para su finalización. El Gobierno de Aragón va a invertir más de 600 millones de euros en el plan de carreteras. Estamos cambiando el marco fiscal para que seamos más atractivos y vamos a hacer que haya menos burocracia de la que hay para facilitar la implantación de esas inversiones.

¿Cómo se va a trabajar para mejorar la red de comunicaciones que compete a la comunidad, al margen de que se trabaje para acabar la A-22, Huesca-Siétamo o la A-23?

—Me hubiera gustado que los partidos políticos aragoneses que apoyan el Gobierno de Sánchez hubieran incluido esas infraestructuras en sus acuerdos, pero se han olvidado. Sin embargo, en los acuerdos que han firmado las fuerzas políticas aragonesas de izquierda, no hay ni una sola de esas infraestructuras reflejadas. De lo único de lo que se habla en ese acuerdo es del Canfranc. Ojalá seamos capaces de reabrir el Canfranc. Trabajaremos para reabrirlo. Pero lo que hay es una apuesta en la que nuestros vecinos franceses tienen todavía que tomar decisiones importantes sobre eso.

Respecto al Canfranc, ¿va a trabajar directamente con su homólogo en Nueva Aquitania? ¿Y de qué manera?

—Dentro de muy poco vamos a tener una reunión de la Comunidad de Trabajo de los Pirineos. Y está previsto que yo me reúna con Alain Rousset, presidente de Nueva Aquitania, para reivindicar las infraestructuras necesarias entre Aragón y Aquitania.

¿El Gobierno de Aragón va a retomar el proyecto de la Travesía Central Pirenaica?

—Es básico. No podemos renunciar a que la travesía central se convierta en una realidad. Tenemos que reivindicarlo en el Gobierno de España y en Europa. Y lo que es incomprensible es que durante estos años esa reivindicación se haya metido en un cajón. Ya sabemos que no es fácil, pero si encima, el Gobierno de Aragón no se encarga de defenderlo en los foros adecuados, no nos acercamos, nos alejamos.

¿Va a continuar apostando por que Aragón siga siendo un gran centro logístico?

—La apuesta por la logística en nuestra comunidad autónoma es imparable. Somos una comunidad autónoma en la que alrededor nuestro hay el 80 % del PIB de España. Nuestra cercanía con grandes ciudades francesas no nos posiciona solamente a nivel nacional, sino (también) a nivel internacional y lo que nos falta es poder penetrar los Pirineos y acabar las infraestructuras que son necesarias.

¿Cómo se van a compensar la reducción de ingresos por las rebajas fiscales que han anunciado en Sucesiones, en Patrimonio o en Donaciones?

—Con mejor gestión, ya lo hemos hecho. Los presupuestos que se han aprobado para 2024 rebajan en más de 50 millones de euros los impuestos en esta comunidad autónoma. Las partidas destinadas a Educación y Sanidad se incrementan por encima del 10 %, y las destinadas a políticas sociales, por encima del 12 %. La mayor parte de esos 50 millones de euros que vamos a ahorrar en impuestos se van a atribuir al IRPF y especialmente a aquellas personas que tienen más dificultades para llegar a fin de mes. Y hay que acabar con el infierno fiscal que es Aragón.

¿Sobre todo de cara a las empresas?

—A las empresas y a las personas, porque los impuestos los pagan las personas, físicas o jurídicas. Pero es evidente que ser una comunidad autónoma atractiva fiscalmente redunda en las políticas de todos.

¿Va pedir cambios en la financiación autonómica, atendiendo a cuestiones como la dispersión territorial?

—Tenemos un problema de financiación en la comunidad autónoma, pero ahora tenemos un problema añadido y es que para que ese sistema de financiación sea justo, necesitamos que se tengan en cuenta los criterios de Aragón y no solo los criterios de aquellos que le dan los votos a Pedro Sánchez.

¿Qué Aragón se ha encontrado y cuál le gustaría dejar?

—El objetivo de cualquier presidente, y el mío no puede ser de otra forma, es que el Aragón que dejemos sea mejor que el que nos hemos encontrado. Esto pasa por que tengamos más puestos de trabajo, por que seamos capaces de crear más riqueza y de distribuirla de una forma más igualitaria entre todos los aragoneses. Tengo las prioridades claras. La economía tiene que funcionar para que haya servicios públicos de calidad, y necesitan de recursos suficientes. l

“Hay quien quiere que Aragón sea de segunda y no estamos dispuestos”

Ha solicitado la Conferencia de Presidentes. Si se convoca, ¿qué espera de ello?

—Lo que vamos a reclamar fundamentalmente es igualdad. Hablar de que Aragón sea igual que otras comunidades autónomas es hablar de la igualdad en España. Hay quien quiere que Aragón sea una comunidad autónoma de segunda y no estamos dispuestos. Y por eso creo que no solamente es una cuestión de una ley de amnistía, es una cuestión de todos los acuerdos que benefician a otras comunidades autónomas en detrimento de Aragón, en la financiación, en la posible condonación de la deuda o en lo que tiene que ver con infraestructuras que se están prometiendo para otras comunidades autónomas que no se están prometiendo para Aragón.

¿Cómo cree que va a afectar a los aragoneses este pacto?

—Si el presupuesto que hay en España se decide que se les da más dinero a otras comunidades autónomas, a nosotros nos va a llegar menos. Es que no estamos hablando de cómo se amplía la tarta, estamos hablando de si la tarta se reparte de una forma justa y se les da más a los ricos que a comunidades autónomas que pueden ser más pobres.

¿Qué oposición va a hacer el Partido Popular desde las autonomías?

—Aragón fue la primera comunidad autónoma que anunció que interpondría un recurso de inconstitucionalidad contra esa futura ley de amnistía. Lo hemos hecho en el Senado, lo vamos a hacer en la Conferencia de Presidentes y lo haremos convocando un consejo de política fiscal y financiera. Es decir, por lo tanto, lo haremos dentro de las instituciones, lo haremos en las Cortes de Aragón, y en el Congreso y en el Senado, lo haremos en los tribunales de justicia y por supuesto que lo haremos de una forma pacífica, cívica y democrática en las calles.