El sector exterior, buque insignia de una economía altoaragonesa con un mercado laboral ligeramente a la baja

Aragón exportó el año pasado productos por valor de 1.700 millones de euros, de los que casi 1.100 correspondieron a la provincia del Alto Aragón. Es el dato más positivo que arroja el informe económico sobre Aragón y la provincia de Huesca presentado este miércoles. El territorio oscense aporta más del 60 por ciento del superávit exterior de toda la comunidad, un porcentaje "muy importante y que no corresponde a su porcentaje de población y que, además, es creciente" año tras año, ha señalado Marcos Sanso, catedrático de Análisis Económico de la Universidad de Zaragoza y director de este estudio de la UZ, la Cámara de Comercio e Ibercaja.

"Es el mejor dato de la provincia de Huesca", ha remarcado Sanso durante la presentación del informe en la sede de la Cámara. El director del estudio lo ha enmarcado en el nuevo récord de exportaciones que firmó la provincia el año pasado.

Por contra, la mayor sombra se da en la evolución del mercado laboral. La provincia tuvo un comportamiento muy bueno, y bastante por encima de la media aragonesa y española, en 2021, pero el año pasado se produjo un quiebro con varios datos, en apariencia, de no fácil encaje. Sanso se ha referido así a un incremento de la población general que no se ha traducido en un aumento de la población activa. Al revés, esta ha decaído en un 1,77 por ciento. "Es un puzle difícil de encajar", ha indicado.

Del mismo modo, el empleo cayó con 3.600 trabajadores menos, aunque la evolución por sectores fue muy distinta, con subidas en el número de trabajadores en agricultura (+15,94 por ciento) e industria (+4,26 por ciento) y retrocesos en construcción (-27,68 por ciento; según el informe, probablemente por el encarecimiento de costes acelerado a raíz de la guerra de Ucrania) y servicios (-5,39 por ciento).

Huesca provincia, aun así, sigue teniendo una tasa de paro inferior a la media aragonesa (9,21 frente a 9,40 por ciento), pero pasa de estar mejor que Aragón en tasa de empleo y actividad a estar por debajo.

Las estadísticas laborales suponen así "un mal dato. Es la mancha, la sombra en el comportamiento de la provincia", ha resumido el catedrático de Análisis Económico.

Productividad, rentabilidad y especialización

Mirando de cara al futuro, el director del estudio ha aseverado que la provincia "tiene un margen clarísimo" de crecimiento, apoyando su afirmación en que los indicadores de productividad, rentabilidad y especialización "son muy buenos".

"Tiene unas pautas muy claras de especialización y por supuesto que tiene margen de crecimiento. Se ven algunas limitaciones que nos han sorprendido, como el descenso de la población activa. La disponibilidad de trabajadores disminuye bastante de repente y eso es sorprendente. Eso, en la medida en que disminuye el empleo no es problema, pero también hay muchos empresarios que se quejan de que no encuentran trabajadores. Eso puede ser un cuello de botella, la oferta de trabajadores", ha detallado Sanso.

Para el ya cercano 2024, no se prevé "ni recesión ni nada por el estilo, pero el crecimiento sí será menor que en 2023", un año de "crecimiento moderado" en Aragón y se pronostica que esa moderación será "todavía mayor" el próximo año.

Otra fortaleza de la economía altoaragonesa en la que ha reparado Sanso es el sector agrario, que representa "casi el 50 por ciento de la producción agraria de Aragón".

También el turismo, tras un 2022 en el que crecieron y "a un nivel importante" todos los indicadores, es otra piedra angular de la economía altoaragonesa.

Por contra, la inflación -es la provincia más inflacionista de Aragón- y ese mal e inesperado comportamiento laboral en 2022 son las sombras de la economía provincial, a las que hay que sumar otros factores globales que afectan a todas las economías, como las guerras en Ucrania y Gaza, "la estabilidad del nuevo Gobierno y sus políticas económicas", el "excesivo endeudamiento" del Estado -y más cercano, "de la DGA y el Ayuntamiento de Zaragoza"- y la evolución de la inflación y de los tipos de interés, "si bien parece que pueden dar un cierto respiro".