Alcalá de Gurrea recibió hace más de un mes a 17 migrantes senegaleses procedentes de Canarias

La nueva residencia de mayores de Alcalá de Gurrea, que ya sirvió de centro de acogida de refugiados ucranianos en abril del año pasado, alberga en sus instalaciones desde hace más de un mes a migrantes de origen senegalés llegados a las costas canarias, según ha podido saber este periódico.

Desde Cruz Roja Huesca han confirmado que el pasado 30 de octubre viajó a la localidad oscense un grupo de 17 extranjeros, aunque no pudieron concretar la procedencia, sólo aseguraron que se trataba de solicitantes de asilo internacional que estaban en un programa humanitario en un centro de la entidad en Zaragoza.

Fuentes consultadas por este periódico informaron de que eran personas senegalesas que habían llegado a Canarias y después habían sido trasladas a la península para acabar, finalmente, en Alcalá de Gurrea, donde se les ha visto a lo largo de este tiempo en varias ocasiones, según los vecinos.

“No salen mucho de la residencia, alguna vez los hemos visto en el médico, pero en general no se ven mucho por la calle”, ha comentado una vecina a este periódico. 

Por su parte, el alcalde de Alcalá de Gurrea, José Eugenio Marín, ha dicho que se trata de “gente muy maja”, que no da ningún problema y a la que anima a participar en las actividades navideñas que se celebran en el pueblo en estas fechas tan señaladas.

Con la residencia de Alcalá de Gurrea ya son tres los centros de la provincia que acogen inmigrantes procedentes de las costas Canarias. En el Hotel Montearagón, situado a dos kilómetros de la capital -ya en el municipio de Quicena-, a fecha de 20 de noviembre había 50 extranjeros alojados, y en el albergue Pirenarium de Sabiñánigo,166, según los datos facilitados entonces por la Delegación del Gobierno en Aragón, desde donde este sábado no han podido confirmar que hubieran llegado más migrantes recientemente a Huesca.

Todo apunta a que las personas de origen senegalés que se encuentran en el centro de acogida de Alcalá de Gurrea forman parte de los migrantes que llegaron a Aragón el pasado mes de octubre y que fueron alojados en Zaragoza, para después acabar siendo trasladados a la localidad oscense.

Cabe señalar que Huesca  fue la primera provincia de la Comunidad en recibir personas para aliviar la presión migratoria de Canarias, que se disparó en octubre con un repunte de llegada de extranjeros a sus costas.