Huesca

SANIDAD

La mortalidad en lo que va de 2023 alcanza cotas similares a la covid

El Colegio de Médicos lo atribuye al gravísimo deterioro de la Sanidad y el Departamento indica como causa parcial las olas de calor extremo

Colas en Urgencias de Pirineos por la saturación en Primaria, a principios de este año, ya sin pandemia.
Colas en Urgencias de Pirineos por la saturación en Primaria, a principios de este año, ya sin pandemia.
D. A./PABLO SEGURA

La mortalidad en lo que va de año está alcanzando las cifras más altas desde que hay registros, con 2.362 altoaragoneses fallecidos hasta el 5 de noviembre, según las estimaciones de defunciones que realiza el INE (Instituto Nacional de Estadística). Esta cifra es incluso superior a la que hubo el primer año de pandemia (2.334 muertos hasta el 5 de noviembre de 2020), pero hay que subrayar que la ola más mortífera del coronavirus, y con diferencia, fue la de finales de octubre y, sobre todo, noviembre y primeros días de diciembre (unos 200 fallecidos por covid), unos números que todavía no aparecen con toda su crudeza en esta comparativa.

Para el Colegio de Médicos, la principal causa de este incremento de la mortalidad es el grave deterioro del sistema sanitario, aunque también reparan en los efectos a largo plazo de la covid en las patologías vasculares, más por la evidencia práctica que por la científica, ya que sigue siendo “bastante desconocido”.

El Departamento de Sanidad analizará “en breve” los datos de 2022, pero sí anticipa como una posible causa el calor extremo que hubo en verano.Al respecto, recuerdan desde la Consejería que entre el 1 de junio y el 15 de septiembre se atribuyeron 147 defunciones en todo Aragón a las altas temperaturas.

Por sí solos, y a la espera de ese análisis más detallado deSanidad, las muertes por el calor no explicarían todo el incremento de la mortalidad, ya que son 147, y en todo Aragón, mientras que tan solo la provincia oscense lleva 207 muertos más que la media de los cinco años previos a la pandemia.

Asimismo, Huesca registra los peores datos de mortalidad, con una subida del 2,4 por ciento respecto al año anterior (que ya fue el tercer año con más fallecidos desde 2001, solo por detrás del ejercicio en curso y del primer año de pandemia), mientras que en las otras dos provincias el número de muertos baja (un 13,1 por ciento en Teruel y un 8,2 en Zaragoza).

El presidente delColegio de Médicos de Huesca, José María Borrel, se refiere precisamente a la muy diferente evolución de la mortalidad por provincias para resaltar que “llama la atención”. “Deberíamos ir parecidos a Teruel, porque somos muy parecidos, pero en Huesca sigue subiendo cuando Teruel y Zaragoza están bajando”, declara.

La resaca de la pandemia, su gestión y los recortes

Borrel enumera tres grandes causas de este aumento de la mortalidad: el estado en el que ha quedado sanidad tras la pandemia; los efectos a largo plazo de la covid en la salud de quienes la padecieron, todavía bastante desconocidos, y los recortes y “abandono” que sufre el sistema sanitario desde la crisis de 2008 e “incluso antes”.

“Todavía hoy viene gente (a la consulta) que lleva un par de años sin hacerse análisis o controles y son bastantes”. Con este ejemplo, Borrel ilustra la situación en sanidad y advierte de que “los más perjudicados son los más frágiles: los ancianos y los enfermos crónicos”.

Explica que durante las fases críticas de la covid “se abandonaron muchas revisiones y controles que han dejado huella y en sanidad, muchas veces, los fallos vienen posteriormente”.

A esto se suma la situación en Primaria, donde se está atendiendo “a demanda patologías agudas”, dolencias que se deberían tratar en el hospital, pero este es otro sector sanitario que también está desarbolado. “Hospitalaria no absorbe toda la demanda porque también tiene sus problemas de personal y gestión, y esto se suma”.

Y otra a añadir: las Urgencias de Primaria (AtenciónContinuada) asumen muchas veces a pacientes de Primaria, que se encuentran con esperas “de más de una semana” para que les vea su médico de cabecera.

Lo peor de la covid ya está lejano en el tiempo -mucho más en la memoria de muchos-, pero no sus efectos sobre la salud. Borrel se detiene en sus daños a largo plazo: “Sabíamos que había daños vasculares importantes y probablemente tengan que ver bastante” con los datos actuales de mortalidad.  

Deteriorándose desde el “engaño”, o crisis, de 2008

La sanidad pública, muchas veces llamada “la joya de la corona” por su calidad y universalidad, lleva deteriorándose “desde el engaño continuado de 2007 (en alusión a la anterior gran crisis), e incluso ya antes se notaba cierto abandono”, afirma José María Borrel, presidente del Colegio de Médicos.

Borrel recuerda que con la crisis o engaño de 2007 y los recortes las inversiones cayeron “a cero y perdimos mucho. Remontar eso es tremendamente difícil”.

Esa llamada política de “austeridad” -“austericidio”, según sus críticos- “va pasando factura”. Y luego llegó la pandemia y “una gestión nefasta”, que acabó de dejar totalmente expuestas las costuras del sistema público. “Y las consecuencias las pagan los pacientes. Los profesionales estaremos cabreados, pero los que mueren son los pacientes”, sentencia Borrel.

El presidente de los médicos admite que todos los estamentos tienen parte de responsabilidad -políticos y gerentes, profesionales y los pacientes que “abusan del sistema”-, pero emplaza a las autoridades, por enésima vez, a alcanzar un verdadero pacto de Estado por la sanidad. “Les damos propuestas pero si ven que son para más de cuatro años, que no tendrán tiempo para la foto”, esas aportaciones duermen el sueño de los justos, afirma Borrel, criticando este cortoplacismo e interés partidista. “Los políticos no quieren saber nada de ese pacto de Estado, han fracturado notablemente a la sociedad”, sentencia.