Paula Berdiel, una luchadora con gran sensibilidad que hace su trabajo con mucho mimo

La oscense Paula Berdiel (Huesca, 1985), afirma ser “una enfermera con vocación frustrada” y por eso desde Inmenta, su estudio creativo, intenta “ayudar a la gente” y pone todo su empeño para que “cada encargo, por pequeño que sea, sea tratado con la misma importancia que los demás”.

Paula transmite calma y mucha serenidad, pero por encima de todo, tras las circunstancias que ha tenido que sortear -padeció un cáncer-, se muestra como una gran luchadora con ganas de hacer muchas cosas y seguir adelante.

Sus primeros años los pasó residiendo en el Perpetuo Socorro, y cuando nació su hermana, la familia se trasladó al barrio de San José, donde vivió una infancia muy feliz, un espacio que comenta, “ahora está totalmente cambiado”. Especialmente rememora las muchas veces que bajó “a jugar a la placeta en pijama” y también los veranos en los que el patio interior de su vivienda “se llenaba de niños” y disfrutaban “de baños en cubos y palanganas”.

Se recuerda en esa época como “muy inquieta, ilusionada con todo y risueña”, y tras su primera etapa escolar, continuó sus estudios en el IES Sierra de Guara y más tarde se desplazó a Zaragoza para cursar el Grado Superior de Diseño Gráfico en el Pilar de Lorengar.

La elección de esa formación fue casi al azar, y detalla que no sabía qué hacer, y tras preguntarle a un amigo se decidió por estudiar lo mismo que él. Reconoce que empezó diseño “sin saber muy bien lo que era” y sin gustarle “realmente”, pero que con el tiempo y conforme se iba formando, aprendió a “sacarle juego”, sobre todo una vez que se instaló por su cuenta. Y es que Paula concibe el diseño “de una manera más personal” y argumenta que se debe a que su “vocación frustrada es la enfermería”.

Su clientela procede de “todo Aragón y especialmente de la zona del Pirineo e incluso de Barcelona”, y ella ha sido la responsable de idear “la imagen y paquetería de Joyería Cuarzos y también de negocios como Vértice o CMC, entre otros”.

Han pasado ya cinco años desde que nació Inmenta “un estudio de diseño con taller propio” y en su pequeño espacio Paula lo tiene todo “centralizado” y se ocupa “de todo el proceso, desde que surge la idea hasta que se materializa el resultado final” y en cada trabajo, ya sea para un eventos, cartelería, detalles, fachadas... siempre busca “conocer a la persona para poderle dar un servicio más personalizado y que realmente se identifique con el producto final”, e insiste en que todo lo hace “con mucho mimo”.

Paula es madre de una niña, India, y cuando durante el embarazo le detectaron un cáncer, fue su pequeña la que le dio fuerzas para salir adelante, y añade que no dejó de “trabajar en ningún momento” porque “había que pagar el tratamiento”. De su enfermedad aprendió a “tratar a las personas de manera más familiar y más cercana” y además decidió bajar el ritmo, “antes eran 15 horas de trabajo”, y ahora apostilla, ha aprendido a quererse más y a darse “importancia”.

En cartera tiene varios “proyectos abiertos” y los encara con “muchas ganas” y seguirá colaborando con la Asociación Contra el Cáncer de Huesca.