Huesca

ANIVERSARIO DE LA INAUGURACIÓN DEL AVE

La Estación Intermodal, un espacio en punto muerto

Desde el año pasado están cerrados todos los locales de uso comercial, cuatro en total

Hall de la Estación Intermodal con las escaleras de acceso a la vía del tren al fondo de la imagen.
Hall de la Estación Intermodal con las escaleras de acceso a la vía del tren al fondo de la imagen.
S.E.

El ir y venir de personas que pasan cada día por la Estación Intermodal de Huesca es constante, la mayoría de ellos son pasajeros que parten de este lugar, llegan o solo están de paso para hacer un transbordo, ya sea usando el tren o el autobús. Pero también los hay que acuden a esperar a los suyos cuando regresan de viaje, se pasan a comprar billetes e incluso la usan como punto para quedar por ser un lugar accesible.

Y para todos ellos es un lugar de tránsito en el que salvo en los bancos que todavía se conservan en el hall, no hay ninguna posibilidad de hacer más amenas estas esperas, tomando un café, comprando un periódico... más allá de la posibilidad de adquirir algo en la máquina de vending.

Hace más de un año que están bajadas todas las persianas de los locales de la Estación Intermodal de Huesca. En junio de 2022 la empresa pública Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), titular del edificio, informó del cierre del quiosco-librería.

Poco después, el único espacio que todavía permanecía en funcionamiento, la empresa Avis, de alquiler de coches siguió el mismo camino.

En ese momento, y ante la situación de estos locales Adif dijo estar planteándose realizar un estudio de mercado para determinar cuáles son los servicios más adecuados en relación con el entorno comercial de la Estación Intermodal de la capital oscense, si bien por ahora no ha habido novedades.

Y recordó además que el último concurso para arrendar la cafetería había quedado desierto porque no se presentó ninguna oferta para asumir la gestión del mismo.

El gran local, con vistas a las vías de tren y que antaño estuvo ocupado por una gran cafetería, siempre llena de gente desde la hora del desayuno y hasta el cierre, junto con un restaurante en el que tanto la gente de paso como vecinos de la ciudad acudían a diario, ahora se encuentra vacío y en su interior sólo queda el gran mostrador con los grifos de cerveza y algo de mobiliario.

El cuarto de los espacios estuvo arrendado durante una época por la CAI, una sucursal que ofrecía horario de mañana y de tarde, siendo la única oficina en la ciudad de dicha entidad financiera con esta disponibilidad.

En el exterior, quedan las dársenas, a las que durante todo el día llegan autobuses de los que suben y bajan numerosos viajeros, la mayoría de ellos desde las líneas regulares. Y en el recinto cerrado las vías de tren, a las que solo tienen acceso los pasajeros que parten o llegan a sus andenes y dependiendo de la línea, la afluencia varía.

Gimnasio y aparthotel

El edificio en el que se encuentra la estación tiene también mucho movimiento, junto a las dársenas de los autobuses hay una entrada por la que se accede a un gimnasio con gran demanda dado su amplio horario. Ubicado en la primera planta se emplaza en el espacio que años atrás ocupó un salón de banquetes.

Al lado contrario continúa en funcionamiento el Aparthotel que sigue acogiendo a gente de paso, pero la mayor parte de sus alojamientos están ocupados por largas estancias. Y muchos de estos inquilinos son jóvenes deportistas.