Huesca

#SOYDELALTOARAGON

Moha Gerehou: “Hablar de los altoaragoneses en su diversidad racial es un ejercicio importante para la transformación”

Afirma que lograr que el antirracismo sea una conversación cotidiana, “que tenga cualquier persona en un bar”, es su aspiración

Moha Gerehou, en la entrada del IES Sierra de Guara, durante una reciente visita a Huesca.
Moha Gerehou, en la entrada del IES Sierra de Guara, durante una reciente visita a Huesca.
Laura Ayerbe

Afirma que lograr que el antirracismo sea una conversación cotidiana, “que tenga cualquier persona en un bar”, es su aspiración. Para ello, este oscense con orígenes gambianos se sirve del periodismo y de otros formatos, como libros, monólogos y hasta una obra de teatro -’Infiltrado en Vox’, en el Teatro del Barrio (Madrid)-. Forma parte de Espacio Afro, un lugar en la capital española desde el que trabaja para hacer que los lugares que se habitan, de trabajo, de ocio o culturales, sean más representativos de la sociedad, también a nivel racial.

Responde a esta entrevista durante una breve visita a Huesca desde Madrid, donde reside actualmente. ¿La foto? En su instituto, donde coincide y se saluda con alguno de sus antiguos profesores. 

¿Cómo se construye la identidad de alguien que afirma tener el síndrome del eterno extranjero?

-De una persona negra, que se llama Mohamed, probablemente no piensen que soy oscense, por lo menos no es el primer impulso. Pensarán que soy de cualquier lugar del mundo menos de España, y mucho menos de Huesca. Hay una parte de mi identidad que se construye desde ahí y eso hace que en muchas ocasiones uno se pueda sentir como un eterno extranjero, como alguien que siempre acaba de llegar. Y en realidad no, yo nací en Huesca, en el Hospital San Jorge, y formo parte de una serie de personas de Huesca, que hemos nacido aquí y que conformamos la identidad de esta ciudad.

¿Qué rasgos son reflejo de ese 100 % de varias identidades?

-Mi identidad oscense viene de haber nacido y ¡crecido! en esta sociedad con todo lo que implica, desde crecer con las fiestas de San Lorenzo, criarme con la montaña cerca o con una forma concreta de hablar. Mi identidad gambiana viene determinada por mi familia; la cultura, la religión, el idioma -el soninké-. También hay otras que se cruzan, como la que tiene que ver con España como país respecto al resto de Europa. Pero es cierto que siempre ha habido una disputa que ponía mi identidad africana más por debajo y mi identidad española u oscense por encima. Ahora consigo estar en paz conmigo mismo, comprendiendo que todas esas identidades están en el mismo nivel.

HTV, ¿qué se te pasa por la cabeza?

-A muchas personas nos ocurre que se es más del lugar donde se ha nacido cuando se sale fuera. Creo que me ha pasado eso con Huesca. Ser oscense no era algo que pudiera reivindicar, pero cuando me voy a Madrid lo convierto en una parte importante de mi identidad personal; hablo de dónde he crecido, empiezo a ver con mayor perspectiva las cosas que están bien y las que no de Huesca. Eso me ayuda a pensarme como oscense. Me reivindico como alguien de Huesca de toda la vida también como algo político. Como activista antirracista siempre he tenido que luchar contra esa idea de qué es lo español y por ende qué es lo oscense. Lo hago para confrontar eso.

Sueles hablar de la representación deshumanizada que se hace de las personas migrantes en los medios de comunicación. ¿Qué es necesario para cambiar eso?

-El hecho de esta entrevista, que se hable de los altoaragoneses y se piense en quienes no somos blancos, es un pequeño cambio. En Huesca, en Aragón, seguimos sin tener a pocos profesionales negros, racializados o migrantes trabajando en las redacciones. Seguimos sin aparecer como expertos para hablar más allá de lo que nos atraviesa por la piel. La subida de los precios de los alimentos, de la luz... Son temas que nos afectan también a las personas negras, racializadas y migrantes y podemos hablar de ello en los medios. Si no, al final, los únicos espacios en los que estamos son los que tienen que ver con nuestro color de piel, aunque sea para hablar en un tono positivo, o aquellos que tienen que ver con la inmigración, que siempre tiene el apellido de irregular o ilegal, o con los barrios conflictivos, pero hay otras formas que los medios pueden hacer desde ya. Hablar de los altoaragoneses en su diversidad también racial es un ejercicio importante para la transformación.

¿Fantaseas con la apertura de un Espacio Afro en Huesca?

-Me encantaría que hubiera un Espacio Afro en Huesca. Creo que en la ciudad siguen sin existir espacios propios, independientes, que reivindiquen, desde su identidad africana, lo que son, para desarrollar una actividad cultural de exposiciones y charlas... Quizás en un futuro, se pueda abrir un Espacio Afro en Huesca, pensando muy bien en las necesidades de una ciudad como esta.

¿Qué lugares de la provincia te tocan especialmente?

-Hace un año estuve en Panticosa y en Canfranc, y hace algunos más, volví los Mallos de Riglos. Siento que cuando vivía aquí, por la edad sobre todo, no valoraba este entorno natural y, ahora, revisitando lugares en los que he estado, los veo desde otro lugar extremadamente positivo.