Huesca

navidad

Cenas diferentes, llenas de buenos deseos y una gran solidaridad

Algunas personas no tienen recursos para una celebración y otras están solas y no tienen con quién pasar estas fiestas

Lorena Orduna (izda) junto a Iván Rodríguez y Javier Tebas, conversando con los comensales.
Lorena Orduna (izda) junto a Iván Rodríguez y Javier Tebas, conversando con los comensales.
CRUZ BLANCA

La noche del 24 de diciembre reúne cada año en torno a la mesa a las familias y sus allegados para compartir un momento tan especial como entrañable y disfrutar de una bulliciosa festividad de Nochebuena y, al día siguiente, continuar con una copiosa y larga comida navideña. Son momentos de reencuentros, de añoranza y de brindar por poder estar juntos.

Esta tradición de repite en la mayoría de los hogares, pero por circunstancias y vicisitudes de la vida una pequeña minoría no tiene con quién pasarlo, o dónde celebrarlo y lo vive de una manera muy distinta.

En la Residencia de las Hermanitas de Huesca desde semanas antes se respira el ambiente navideño, y es que detalla Sor Montserrat, “el 7 de diciembre se inaugura el gran belén por el que pasan muchos colegios para verlo y felicitar a los residentes”.

La vida de los mayores se ve amenizada por “varias actuaciones de canto y baile”, y al respecto indica que “ la residencia tiene sus puertas siempre abiertas para todo el que quiera colaborar, aportar alegría y vitalidad a todos ellos”, unas visitas que agradece “de corazón”.

“Alrededor de un 30 % del total de los ocupantes se van a pasar el día de Navidad con su familia. El día de Nochebuena también se van algunos, pero menos, y un reducido número pasan todas las fiestas con su familia”, apunta Sor Montserrat.

Y detalla que el menú de los que se quedan siempre es especial, “para la Nochebuena no falta el cardo, el turrón y el cava. Y en la comida de Navidad, el pavo y el empanadico”.

Respecto a cómo viven estas celebraciones reconoce que “las personas mayores sienten la Navidad como fecha especial y reviven esa piedad cristiana y ese calor de hogar que han vivido en sus familias y que ellos crearon. En alguna ocasión sí que añoran tiempos pasados, pero lo saben superar; es fundamental en estos días la compañía y el sentirse queridos”.

También en el Refugio de Huesca a quienes no tienen recursos se les ofrece un menú más especial y festivo. En la noche del 24 consistió en sopa de marisco, entremeses, caldereta de cordero, tarta y los tradicionales turrones. Y ayer para comer dieron cuenta de un consomé de picadillo, aperitivo, langostinos dos salsas, churrasco de ternera con guarnición, profiteroles y un surtido navideño de dulces.

Además, coincidiendo con la llegada del frío y el invierno, se ha aumentado el número de camas disponibles.

Y como es habitual desde hace unos años, en la Cruz Blanca tuvo lugar la cena solidaria preparada con alimentos donados por la Fundación LaLiga junto a otras empresas e instituciones, como el Ayuntamiento de Huesca, en una iniciativa que pretende dar su apoyo a las personas más vulnerables.

En la Casa Familiar San Lorenzo se reunieron más de cien personas y recibieron la vista de Lorena Orduna, la alcaldesa de la ciudad y de Javier Tebas, el presidente de LaLiga.

Fue una noche muy especial para todos los invitados en la que disfrutaron de un menú especial con el que celebraron “la solidaridad, el amor y el apoyo de la sociedad por un mundo mejor”, indicaron desde la Cruz Blanca en una nota de prensa, y dieron las gracias a los que lo habían hecho posible.